Bueno, chicxs del Foro, parece que tenemos un problemita en el aérea. No es bronca, pero resulta que varias aerolíneas se están sacando de encima rutas en nuestro país, dejándonos más desconectados que abuelito buscando Wi-Fi. Ya van cuatro en los últimos dos meses, y esto huele a preocupación, mi gente. Seamos sinceros, nadie quiere ver a Costa Rica aislada como isla desierta.
Todo empezó con Volaris, esa aerolínea que llegó con bombo y platillo hace unos meses, ofreciendo vuelos a Tulum. Pero, ¡sorpresa!, decidieron ponerle pausa indefinida a esa conexión. Dicen que es temporal, que quieren hacerla de “temporada”, pero ya saben cómo es eso, diay… a veces es pa’ nunca más. Más vale acostumbrarnos a buscar opciones más largas y caras, ¿no creen?
Luego vino Avianca, que decidió cortar la ruta San Juan – San José. Aparentemente, a ellos no les convenció la jugosa clientela puertorriqueña que visitaba nuestras playas y volcanes. A ver, señores de Avianca, ¡ustedes pierden!
Y ni hablar de Gol Linhas Aéreas, que también colgó placa a la ruta San José – São Paulo. Eso sí pegó duro, porque muchos dependían de esa conexión para ir directo al gigante sudamericano. Imaginen ahora tener que hacer transbordo, perder horas y quizás hasta llegar con el estrés a tope. ¡Un verdadero tochero!
Pero la cereza del pastel fue Wingo, la aerolínea colombiana, que anunció que suspende la ruta Bogotá – San José – Bogotá. Ahora solo tienen dos rutas activas acá: Bogotá y Medellín. A ver si así se recuperan, porque con esta pila de suspensiones, están jugando fuerte con su reputación, maes.
Shirley Calvo, la directora de Canatur, no se anduvo con rodeos y dijo que entiende que sean decisiones de negocio, “probablemente vinculadas con la rentabilidad”. Pero admitió que es un “retroceso” en nuestros esfuerzos por traer más turistas de diferentes lugares del mundo. Shirley tiene razón, caramba. Necesitamos romper con la idea de que solo somos playa y surf, aunque eso también mola, claro está. Hay mucho más que ofrecer, y necesitamos que el mundo lo sepa, y que puedan venir a verlo.
Lo cierto es que esto nos recuerda lo importante que es reforzar la promoción internacional, como dice Canatur. Costa Rica sigue teniendo buena imagen afuera, pero no podemos dormirnos en los laureles. Tenemos que seguir echándole ganas para que las aerolíneas vean que volar hacia acá sigue siendo un buen brete, un negocio rentable. Porque si no, nos vamos a quedar varados, ¡y eso no queremos, eh!
Entonces, mis queridos foreros, aquí va la pregunta clave: ¿Qué medidas urgentes debería tomar el gobierno y el sector turístico para evitar que más aerolíneas se marchen y asegurar que Costa Rica siga conectada con el mundo? ¡Dejen sus ideas y opiniones en los comentarios! Que empiece el debate, ¡a darle!
Todo empezó con Volaris, esa aerolínea que llegó con bombo y platillo hace unos meses, ofreciendo vuelos a Tulum. Pero, ¡sorpresa!, decidieron ponerle pausa indefinida a esa conexión. Dicen que es temporal, que quieren hacerla de “temporada”, pero ya saben cómo es eso, diay… a veces es pa’ nunca más. Más vale acostumbrarnos a buscar opciones más largas y caras, ¿no creen?
Luego vino Avianca, que decidió cortar la ruta San Juan – San José. Aparentemente, a ellos no les convenció la jugosa clientela puertorriqueña que visitaba nuestras playas y volcanes. A ver, señores de Avianca, ¡ustedes pierden!
Y ni hablar de Gol Linhas Aéreas, que también colgó placa a la ruta San José – São Paulo. Eso sí pegó duro, porque muchos dependían de esa conexión para ir directo al gigante sudamericano. Imaginen ahora tener que hacer transbordo, perder horas y quizás hasta llegar con el estrés a tope. ¡Un verdadero tochero!
Pero la cereza del pastel fue Wingo, la aerolínea colombiana, que anunció que suspende la ruta Bogotá – San José – Bogotá. Ahora solo tienen dos rutas activas acá: Bogotá y Medellín. A ver si así se recuperan, porque con esta pila de suspensiones, están jugando fuerte con su reputación, maes.
Shirley Calvo, la directora de Canatur, no se anduvo con rodeos y dijo que entiende que sean decisiones de negocio, “probablemente vinculadas con la rentabilidad”. Pero admitió que es un “retroceso” en nuestros esfuerzos por traer más turistas de diferentes lugares del mundo. Shirley tiene razón, caramba. Necesitamos romper con la idea de que solo somos playa y surf, aunque eso también mola, claro está. Hay mucho más que ofrecer, y necesitamos que el mundo lo sepa, y que puedan venir a verlo.
Lo cierto es que esto nos recuerda lo importante que es reforzar la promoción internacional, como dice Canatur. Costa Rica sigue teniendo buena imagen afuera, pero no podemos dormirnos en los laureles. Tenemos que seguir echándole ganas para que las aerolíneas vean que volar hacia acá sigue siendo un buen brete, un negocio rentable. Porque si no, nos vamos a quedar varados, ¡y eso no queremos, eh!
Entonces, mis queridos foreros, aquí va la pregunta clave: ¿Qué medidas urgentes debería tomar el gobierno y el sector turístico para evitar que más aerolíneas se marchen y asegurar que Costa Rica siga conectada con el mundo? ¡Dejen sus ideas y opiniones en los comentarios! Que empiece el debate, ¡a darle!