¡Aguántense los mocosos! La Prueba Nacional Estandarizada Diagnóstica, esa vaina que le ponen a los niños pa' ver qué tan listos están, soltó la bomba: casi el 96% de los estudiantes de primaria que no saben sumar ni restar bien, estudian en escuelas públicas. Sí, así como lo oyen, prácticamente to’ los que andan bardear el mate, vienen del sistema estatal. ¡Qué bronca!
Pa' ponerle más sabor a la patata, hablamos de más de 19 mil estudiantes de los 20.700 que sacaron notas que dejan mucho que desear en matemática. En el sector privado, apenas unos 761 se fueron por la gorra. ¡Un chismeooo! Esto demuestra que hay algo bueno pasando allá donde pagan inscripción, pero bueno, no todos tenemos la lana pa' mandar a los hijos a colegios privados, ¿verdad?
Si revisamos los números generales, la cosa no pinta muy pretty. Alrededor del 34.96% de los alumnos llegaron al nivel intermedio y solamente el 31.74% lograron alcanzar el nivel avanzado. ¡Pobreza de alma! Se necesita un cambio radical en cómo estamos enseñando mate en nuestras escuelas. Que si curricular, que si profes mal pagados... ¡Es un brete!
Pero la cosa va más allá de un número nacional, porque cada región está viviendo esta realidad diferente. Por ejemplo, la Zona Norte-Norte anda tragando sapo con un 49.03% de estudiantes en nivel básico, seguida de cerca por Limón (48.51%) y Sulá (47.32%). ¡Parece que el problema es más profundo que quitarle el pelo al gato!
Ahora, si vamos al lado contrario, la Dirección Regional de Occidente parece estar haciendo bien las cosas, con un 24.06% de estudiantes con dificultades en mate. Y la DRE de Nicoya, pues ahí sí se rifaron, con un impresionante 42.65% de alumnos en nivel avanzado. ¡Eso sí es trabajar, wey! Habrá que investigar qué hacen diferente allá.
Y la cosa no termina ahí. Próximamente, más de 66 mil estudiantes de sexto grado van a enfrentar la Prueba Nacional Estandarizada Sumativa, y la nota de esta prueba ya vale el 50% de la calificación final. ¡Imagínate la presión que tienen estos pequeños! Esperemos que tengan suficiente apoyo para poder rendir con tranquilidad, porque ahora cualquier resbalón les puede costar caro.
Pero ojo, la raíz del problema va mucho más allá de una simple prueba. Según el Décimo Informe del Estado de la Educación, las malas decisiones políticas han metido al sistema educativo en un pozo profundo. Estamos viendo el retroceso más grande en la inversión pública en educación desde el lejano 1980. ¡Qué pena ajena! Entre 2018 y 2023, la inversión se desplomó, afectando especialmente a las escuelas de primaria. Ya hasta los investigadores están diciendo que esto es un desastre, y no precisamente con eufemismos.
La verdad es que este panorama nos hace pensar: ¿Cómo podemos esperar que nuestros niños tengan un futuro prometedor si el sistema educativo que los forma está tambaleándose peligrosamente? ¿Será que necesitamos un cambio de gobierno, una reforma profunda, o simplemente un milagro para rescatar la educación de nuestro país? ¡Vamos a debatirlo en el foro, gente! ¿Ustedes qué opinan? ¿Es hora de prender las alarmas rojas o todavía hay esperanza?
Pa' ponerle más sabor a la patata, hablamos de más de 19 mil estudiantes de los 20.700 que sacaron notas que dejan mucho que desear en matemática. En el sector privado, apenas unos 761 se fueron por la gorra. ¡Un chismeooo! Esto demuestra que hay algo bueno pasando allá donde pagan inscripción, pero bueno, no todos tenemos la lana pa' mandar a los hijos a colegios privados, ¿verdad?
Si revisamos los números generales, la cosa no pinta muy pretty. Alrededor del 34.96% de los alumnos llegaron al nivel intermedio y solamente el 31.74% lograron alcanzar el nivel avanzado. ¡Pobreza de alma! Se necesita un cambio radical en cómo estamos enseñando mate en nuestras escuelas. Que si curricular, que si profes mal pagados... ¡Es un brete!
Pero la cosa va más allá de un número nacional, porque cada región está viviendo esta realidad diferente. Por ejemplo, la Zona Norte-Norte anda tragando sapo con un 49.03% de estudiantes en nivel básico, seguida de cerca por Limón (48.51%) y Sulá (47.32%). ¡Parece que el problema es más profundo que quitarle el pelo al gato!
Ahora, si vamos al lado contrario, la Dirección Regional de Occidente parece estar haciendo bien las cosas, con un 24.06% de estudiantes con dificultades en mate. Y la DRE de Nicoya, pues ahí sí se rifaron, con un impresionante 42.65% de alumnos en nivel avanzado. ¡Eso sí es trabajar, wey! Habrá que investigar qué hacen diferente allá.
Y la cosa no termina ahí. Próximamente, más de 66 mil estudiantes de sexto grado van a enfrentar la Prueba Nacional Estandarizada Sumativa, y la nota de esta prueba ya vale el 50% de la calificación final. ¡Imagínate la presión que tienen estos pequeños! Esperemos que tengan suficiente apoyo para poder rendir con tranquilidad, porque ahora cualquier resbalón les puede costar caro.
Pero ojo, la raíz del problema va mucho más allá de una simple prueba. Según el Décimo Informe del Estado de la Educación, las malas decisiones políticas han metido al sistema educativo en un pozo profundo. Estamos viendo el retroceso más grande en la inversión pública en educación desde el lejano 1980. ¡Qué pena ajena! Entre 2018 y 2023, la inversión se desplomó, afectando especialmente a las escuelas de primaria. Ya hasta los investigadores están diciendo que esto es un desastre, y no precisamente con eufemismos.
La verdad es que este panorama nos hace pensar: ¿Cómo podemos esperar que nuestros niños tengan un futuro prometedor si el sistema educativo que los forma está tambaleándose peligrosamente? ¿Será que necesitamos un cambio de gobierno, una reforma profunda, o simplemente un milagro para rescatar la educación de nuestro país? ¡Vamos a debatirlo en el foro, gente! ¿Ustedes qué opinan? ¿Es hora de prender las alarmas rojas o todavía hay esperanza?
