Bueno, pues mi gente, aquí estamos otra vez hablando de encuestas, esas cosas que los polìticos aman cuando les van bien y odian cuando no. Esta vez le tocó al Centro de Investigaciòn y Estudios Polìticos (CIEP) de la UCR sacudirnos un poquito con sus resultados más recientes, y la verdad, no es precisamente la foto más linda para algunos aspirantes a la Presidencia. Parece que hay varios que están tan bajos de popularidad que hasta es mejor, según el pueblo, irse con la idea de anular el voto.
Pa' ponerle pausa a la cosa, la encuesta revela que un buen 55% de nosotros aún no sabe ni por quién va a votar el 1 de febrero. Y de los que dicen tener claro, solo un 25% le da su apoyo a Laura Fernández Delgado, la candidata oficialista. Eso deja clarito que la carrera sigue larguita, porque pa' ganarla en primera necesita el 40%. álvaro Ramos Chaves, del PLN, anda siguiîndole los pasos con un 7%, aunque todavía le falta mucho camino por recorrer, diay.
Y ahora sí, vamos al meollo del asunto: Fabricio Alvarado, que en otras encuestas andaba dando señales de querer subir al podio, se quedó varado con apenas un 0,6% de respaldo. Elí Feinzaig, del Liberal Progresista, tampoco tuvo un buen resultado, quedándose con un 0,5%. Natalia Díaz, de Unidos Podemos, comparte el mismo destino. Y luego tenemos a Fernando Zamora (Nueva Generación), Ana Virginia Calzada (Centro Democrático y Social), José Aguilar (Avanza), Luz Mary Alpízar (Progreso Social Democrático) y Juan Carlos Hidalgo (PUSC), todos empatados en un pírrico 0,1%. ¡Qué sal!
El estudio, hecho con 1.333 entrevistas telefónicas entre el 6 y el 15 de octubre, tiene un margen de error de 2,7 puntos, así que siempre queda esa pequeña esperanza, ¿no creen? Pero siendo honestos, estos números son un golpe duro para esos candidatos, especialmente para Alvarado, que venía vendiéndose como una alternativa sólida. Al parecer, las acusaciones de abuso sexual han dejado secuelas, aunque él prefiere no hablar del tema.
Feinzaig, fiel a su estilo, dice que las encuestas miden intenciones, pero que las urnas dan el veredicto final. Natalia Díaz, por su lado, asegura que toman en cuenta estas mediciones para ajustar sus estrategias de campaaña. Fernando Zamora, con optimismo, cree que esto confirma que la elecciòn irá a segunda vuelta, lo cual significa que todavía hay tiempo para remontar. Juan Carlos Hidalgo apuesta por convencer a los indecisos, que, como sabemos, son los que realmente tienen el poder de decidir.
Luz Mary Alpízar, de Progreso Social Democrático, planea seguir presentando sus propuestas al electorado, esperando conectar con los votantes. Intentamos contactar a José Aguilar y Ana Virginia Calzada para conocer su opiniòn, pero parece que andaban escondidos, o tal vez simplemente no querían enfrentarse a la realidad. Uno se pregunta, ¿qué estarán tramando?
Pero bueno, dejando de lado las especulaciones, lo cierto es que la contienda presidencial sigue abierta, aunque con algunos candidatos ya prácticamente fuera de juego. La gran pregunta ahora es: ¿logrará alguno de estos aspirantes remontar en las encuestas y sorprender al mundo, o nos encaminamos inevitablemente hacia una segunda vuelta donde los pesos pesados decidan el futuro de Costa Rica?
Con tanto panorama revuelto, me pregunto... ¿Creen que alguien puede cambiar radicalmente la situaciòn antes del 1 de febrero o estamos viendo el preludio de una segunda vuelta inevitable, y si es asi, cuál será la vara de mediciòn clave para los votantes?
Pa' ponerle pausa a la cosa, la encuesta revela que un buen 55% de nosotros aún no sabe ni por quién va a votar el 1 de febrero. Y de los que dicen tener claro, solo un 25% le da su apoyo a Laura Fernández Delgado, la candidata oficialista. Eso deja clarito que la carrera sigue larguita, porque pa' ganarla en primera necesita el 40%. álvaro Ramos Chaves, del PLN, anda siguiîndole los pasos con un 7%, aunque todavía le falta mucho camino por recorrer, diay.
Y ahora sí, vamos al meollo del asunto: Fabricio Alvarado, que en otras encuestas andaba dando señales de querer subir al podio, se quedó varado con apenas un 0,6% de respaldo. Elí Feinzaig, del Liberal Progresista, tampoco tuvo un buen resultado, quedándose con un 0,5%. Natalia Díaz, de Unidos Podemos, comparte el mismo destino. Y luego tenemos a Fernando Zamora (Nueva Generación), Ana Virginia Calzada (Centro Democrático y Social), José Aguilar (Avanza), Luz Mary Alpízar (Progreso Social Democrático) y Juan Carlos Hidalgo (PUSC), todos empatados en un pírrico 0,1%. ¡Qué sal!
El estudio, hecho con 1.333 entrevistas telefónicas entre el 6 y el 15 de octubre, tiene un margen de error de 2,7 puntos, así que siempre queda esa pequeña esperanza, ¿no creen? Pero siendo honestos, estos números son un golpe duro para esos candidatos, especialmente para Alvarado, que venía vendiéndose como una alternativa sólida. Al parecer, las acusaciones de abuso sexual han dejado secuelas, aunque él prefiere no hablar del tema.
Feinzaig, fiel a su estilo, dice que las encuestas miden intenciones, pero que las urnas dan el veredicto final. Natalia Díaz, por su lado, asegura que toman en cuenta estas mediciones para ajustar sus estrategias de campaaña. Fernando Zamora, con optimismo, cree que esto confirma que la elecciòn irá a segunda vuelta, lo cual significa que todavía hay tiempo para remontar. Juan Carlos Hidalgo apuesta por convencer a los indecisos, que, como sabemos, son los que realmente tienen el poder de decidir.
Luz Mary Alpízar, de Progreso Social Democrático, planea seguir presentando sus propuestas al electorado, esperando conectar con los votantes. Intentamos contactar a José Aguilar y Ana Virginia Calzada para conocer su opiniòn, pero parece que andaban escondidos, o tal vez simplemente no querían enfrentarse a la realidad. Uno se pregunta, ¿qué estarán tramando?
Pero bueno, dejando de lado las especulaciones, lo cierto es que la contienda presidencial sigue abierta, aunque con algunos candidatos ya prácticamente fuera de juego. La gran pregunta ahora es: ¿logrará alguno de estos aspirantes remontar en las encuestas y sorprender al mundo, o nos encaminamos inevitablemente hacia una segunda vuelta donde los pesos pesados decidan el futuro de Costa Rica?
Con tanto panorama revuelto, me pregunto... ¿Creen que alguien puede cambiar radicalmente la situaciòn antes del 1 de febrero o estamos viendo el preludio de una segunda vuelta inevitable, y si es asi, cuál será la vara de mediciòn clave para los votantes?
