Bueno, pues fíjate que seguimos en este brete con la inflación. Parece que el Banco Central se queda viendo cómo la cosa va y viene, pero no logra meterla en cintura. Un nuevo estudio de la U.N.A. nos revienta la cruda: ya van 31 meses seguidos fuera de la meta establecida, ¡una torta monumental! Eso quiere decir que nuestro dinero vale menos y la canasta básica sigue subiendo, qué sal!
Según el Observatorio Económico y Social (OES) de la U.N.A., la inflación acumulada hasta octubre de este año llegó a un -1,77%, y proyecciones para fin de año oscilan entre -1,2% y -0,7%. Pero ojo, porque pa' el 2026 no pinta mucho mejor: se espera que esté dando vueltas entre el 1% y el 1,5%. Así que, aunque parezca que estamos respirando un poquito, la verdad es que todavía no salimos del lío.
Y no crean que la cosa es igual para todos. El estudio revela que el golpe ha sido más duro para los hogares de menores ingresos. Entre enero de 2022 y septiembre de 2025, el IPC aumentó un 7,3% en esos hogares, mientras que los de mayores ingresos sintieron un aumento del 3,3%. ¡Qué diferencia tan grande! Esto demuestra que la inflación afecta desproporcionadamente a quienes menos tienen, y eso sí que da tristeza.
Pero, ¿qué está pasando realmente? Pues resulta que algunas cosas han subido considerablemente. Las “comidas fuera del hogar y servicios de alojamiento” se dispararon un 13,22%, lo que significa que ir a comer o alojarse en un hotel ahora cuesta un ojo de la cara. También la educación, con un 11,49%, y los alimentos no alcohólicos, con un 11,26%. Alquiler de vivienda tampoco se ha quedado atrás, con un 11,21%. Fíjate tú, casi todo lo que necesitamos para vivir se está haciendo más caro.
Ahora, algunos dirán que esto es normal, que pasa en todas partes. Pero aquí, en Costa Rica, tenemos nuestras particularidades. Nuestra economía depende mucho del turismo, y si el turismo se aprieta, sentimos el pinchazo directo en el bolsillo. Además, hay otros factores internos, como la burocracia y la falta de inversión en producción nacional. El mae siempre buscando excusas, diay… Lo que necesitamos es darle duro al bicho, buscar soluciones reales y dejar de echarle la culpa al mundo entero.
La verdad es que esto me pone a pensar, ¿hasta cuándo vamos a estar así? Con la inflación jugando al escondite y el poder adquisitivo perdiendo fuerza. Ya hemos visto muchos gobiernos prometer cambios, pero pocos cumplen. Se hacen estudios, se dan discursos bonitos, pero al final la cosa sigue igual. Qué carga, tener que lidiar con esto constantemente. Uno trata de ahorrar, de planificar, pero al final te das cuenta de que todo se come con la inflación.
Este panorama no pinta muy bien para la próxima administración. Tendrán que enfrentarse a un desafío enorme: controlar la inflación, impulsar el crecimiento económico y proteger a los más vulnerables. No será tarea fácil, necesitarán medidas audaces y un compromiso real con el bienestar social. De lo contrario, seguiremos patinando en el mismo lodo, y el país se irá al traste poco a poco. Hay que ponerle empeño, mae, porque el futuro de todos está en juego.
Y ahora dime, mi gente, ¿ustedes creen que los políticos realmente entienden lo que estamos viviendo? ¿Qué crees que deberían hacer para salir de este embrollo y darle una oportunidad a Costa Rica de volver a crecer y prosperar, sin que nuestros bolsillos sigan sangrando? ¡Déjanos tus ideas en los comentarios!
Según el Observatorio Económico y Social (OES) de la U.N.A., la inflación acumulada hasta octubre de este año llegó a un -1,77%, y proyecciones para fin de año oscilan entre -1,2% y -0,7%. Pero ojo, porque pa' el 2026 no pinta mucho mejor: se espera que esté dando vueltas entre el 1% y el 1,5%. Así que, aunque parezca que estamos respirando un poquito, la verdad es que todavía no salimos del lío.
Y no crean que la cosa es igual para todos. El estudio revela que el golpe ha sido más duro para los hogares de menores ingresos. Entre enero de 2022 y septiembre de 2025, el IPC aumentó un 7,3% en esos hogares, mientras que los de mayores ingresos sintieron un aumento del 3,3%. ¡Qué diferencia tan grande! Esto demuestra que la inflación afecta desproporcionadamente a quienes menos tienen, y eso sí que da tristeza.
Pero, ¿qué está pasando realmente? Pues resulta que algunas cosas han subido considerablemente. Las “comidas fuera del hogar y servicios de alojamiento” se dispararon un 13,22%, lo que significa que ir a comer o alojarse en un hotel ahora cuesta un ojo de la cara. También la educación, con un 11,49%, y los alimentos no alcohólicos, con un 11,26%. Alquiler de vivienda tampoco se ha quedado atrás, con un 11,21%. Fíjate tú, casi todo lo que necesitamos para vivir se está haciendo más caro.
Ahora, algunos dirán que esto es normal, que pasa en todas partes. Pero aquí, en Costa Rica, tenemos nuestras particularidades. Nuestra economía depende mucho del turismo, y si el turismo se aprieta, sentimos el pinchazo directo en el bolsillo. Además, hay otros factores internos, como la burocracia y la falta de inversión en producción nacional. El mae siempre buscando excusas, diay… Lo que necesitamos es darle duro al bicho, buscar soluciones reales y dejar de echarle la culpa al mundo entero.
La verdad es que esto me pone a pensar, ¿hasta cuándo vamos a estar así? Con la inflación jugando al escondite y el poder adquisitivo perdiendo fuerza. Ya hemos visto muchos gobiernos prometer cambios, pero pocos cumplen. Se hacen estudios, se dan discursos bonitos, pero al final la cosa sigue igual. Qué carga, tener que lidiar con esto constantemente. Uno trata de ahorrar, de planificar, pero al final te das cuenta de que todo se come con la inflación.
Este panorama no pinta muy bien para la próxima administración. Tendrán que enfrentarse a un desafío enorme: controlar la inflación, impulsar el crecimiento económico y proteger a los más vulnerables. No será tarea fácil, necesitarán medidas audaces y un compromiso real con el bienestar social. De lo contrario, seguiremos patinando en el mismo lodo, y el país se irá al traste poco a poco. Hay que ponerle empeño, mae, porque el futuro de todos está en juego.
Y ahora dime, mi gente, ¿ustedes creen que los políticos realmente entienden lo que estamos viviendo? ¿Qué crees que deberían hacer para salir de este embrollo y darle una oportunidad a Costa Rica de volver a crecer y prosperar, sin que nuestros bolsillos sigan sangrando? ¡Déjanos tus ideas en los comentarios!