¡Qué papelón, raza! Resulta que los mapaches han tomado la ciudad, literalmente. Desde San Pedro hasta Heredia Centro, estos bandidos rayados andan buscando qué robar y nos tienen a todos en alerta máxima. Parece que nuestra manera de vivir, con tanta vaina tirada por ahí, les ha dado la idea de que la ciudad es su nuevo buffet libre.
Y ojo, que esto no es algo nuevo. Según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), llevan tiempo recibiendo quejas diarias. Pero la cosa es que ahora parece que se han organizado más, como si tuvieran un jefe mapache dando órdenes. ¡Imagínate la escena!
Lo peor de todo, según las autoridades, es que somos nosotros quienes los estamos complicando. El SINAC soltó la bomba: "Existe una relación directa con el mal manejo de los desechos orgánicos, la disposición de alimento, mal manejo de la alimentación de mascotas y descuido en el mantenimiento de la infraestructura...". En resumen, si no cuidamos nuestro brete, vamos a seguir viendo a estos comelones royendo nuestras casas y revolviendo la basura.
El Dr. Mauricio Jiménez, del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la UNA, nos aclara que no es culpa de los mapaches, sino nuestra. Ellos simplemente están aprovechándose de lo que les damos. Dice que antes, esas zonas eran sus territorios naturales, pero ahora que hemos construido encima, pues buscan cómo sobrevivir entre el cemento. ¡Un verdadero dilema!
"Hay que recordar que muchas de las áreas que nosotros estamos ocupando ahora en áreas residenciales y otras son áreas que eran habituales para ellos como especies, eran las áreas donde ellos vivían y se alimentaban,", enfatizó el doctor. Básicamente, estamos invadiéndoles su espacio y luego nos quejamos cuando nos visitan. ¡Qué tremenda ironía!
Pero espera, que hay más. Jiménez también nos cuenta que les hemos malacostumbrado. Cuando son pequeños, la gente quiere jugar con ellos, alimentarlos y sacarse selfies. ¡Qué torta! Al final, crecen, se multiplican y nos salen con la suya. Incluso dice que hubo un tiempo en que la gente los quería tener como mascotas, como si fueran perritos. ¡Una locura total!
Y no se crean que solo los mapaches se meten en problemas. Estos animalillos también corren peligro, especialmente por el distemper canino. Según el SINAC, si un perro sin vacunar se pone en contacto con un mapache, ¡le pueden pasar factura! Por eso, si ven un mapache enfermo o raro, lo mejor es avisarle a las autoridades. No intenten ser héroes rescatándolos, ¡eso es un delito y pueden terminar jalándose una torta!
Así que ya saben, mi gente. Si quieren seguir conviviendo con estos visitantes inesperados, toca cambiar nuestros hábitos. Aseguremos la basura, protejámoslas las mascotas, revisemos los huecos en las casas y, sobre todo, dejemos de darles de comer. ¿Ustedes creen que podemos encontrar un equilibrio entre respetar la vida silvestre y proteger nuestras propiedades, o será inevitable que sigamos viendo a los mapaches campantes en nuestras calles?
Y ojo, que esto no es algo nuevo. Según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), llevan tiempo recibiendo quejas diarias. Pero la cosa es que ahora parece que se han organizado más, como si tuvieran un jefe mapache dando órdenes. ¡Imagínate la escena!
Lo peor de todo, según las autoridades, es que somos nosotros quienes los estamos complicando. El SINAC soltó la bomba: "Existe una relación directa con el mal manejo de los desechos orgánicos, la disposición de alimento, mal manejo de la alimentación de mascotas y descuido en el mantenimiento de la infraestructura...". En resumen, si no cuidamos nuestro brete, vamos a seguir viendo a estos comelones royendo nuestras casas y revolviendo la basura.
El Dr. Mauricio Jiménez, del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la UNA, nos aclara que no es culpa de los mapaches, sino nuestra. Ellos simplemente están aprovechándose de lo que les damos. Dice que antes, esas zonas eran sus territorios naturales, pero ahora que hemos construido encima, pues buscan cómo sobrevivir entre el cemento. ¡Un verdadero dilema!
"Hay que recordar que muchas de las áreas que nosotros estamos ocupando ahora en áreas residenciales y otras son áreas que eran habituales para ellos como especies, eran las áreas donde ellos vivían y se alimentaban,", enfatizó el doctor. Básicamente, estamos invadiéndoles su espacio y luego nos quejamos cuando nos visitan. ¡Qué tremenda ironía!
Pero espera, que hay más. Jiménez también nos cuenta que les hemos malacostumbrado. Cuando son pequeños, la gente quiere jugar con ellos, alimentarlos y sacarse selfies. ¡Qué torta! Al final, crecen, se multiplican y nos salen con la suya. Incluso dice que hubo un tiempo en que la gente los quería tener como mascotas, como si fueran perritos. ¡Una locura total!
Y no se crean que solo los mapaches se meten en problemas. Estos animalillos también corren peligro, especialmente por el distemper canino. Según el SINAC, si un perro sin vacunar se pone en contacto con un mapache, ¡le pueden pasar factura! Por eso, si ven un mapache enfermo o raro, lo mejor es avisarle a las autoridades. No intenten ser héroes rescatándolos, ¡eso es un delito y pueden terminar jalándose una torta!
Así que ya saben, mi gente. Si quieren seguir conviviendo con estos visitantes inesperados, toca cambiar nuestros hábitos. Aseguremos la basura, protejámoslas las mascotas, revisemos los huecos en las casas y, sobre todo, dejemos de darles de comer. ¿Ustedes creen que podemos encontrar un equilibrio entre respetar la vida silvestre y proteger nuestras propiedades, o será inevitable que sigamos viendo a los mapaches campantes en nuestras calles?