¡Aguántense, raza! La cosa está más caliente que gallina asada en la casa del chino. Resulta que el jefe del OIJ, Randall Zúñiga, sigue metido en este brete que nadie quería. Después de tanto rollo con las tres denuncias anteriores, ahora sale la Fiscalía Adjunta de Género diciendo que apareció una cuarta. ¡Qué sal!
Pero espérense a escuchar esto: el abogado de Zúñiga, don Federico Campos, salió a decir que eso no es más que un despiste del Ministerio Público. Según él, lo que encontraron en el sistema era un documento que ya había sido denunciado por una señora de Turrialba, quien asegura que le hicieron llegar una plantilla de denuncia prediseñada por parte del Inamu. ¡Imagínate el papelón si fuera cierto!
Don Federico, bien defendiendo a su cliente, sacó un comunicado donde dice que nomás existen tres denuncias en su contra y que esas sí las van a ir desmantelando poco a poco. Dice que buscan desvirtuar la imagen del licenciádo porque, ¡díganle a alguien!, esto ya se ha convertido en un circo mediático. La verdad, la cosa huele raro, ¿no creen?
La Fiscalía, por su lado, se mantiene firme en su versión. Dicen que sí recibieron la denuncia número cuatro, que está debidamente registrada en el sistema y que contiene acusaciones de presunto delito de violación y contagio venéreo. Pero mira vos, admitieron que llegó vía online, así que es posible que haya habido algún traspiés administrativo, aunque aseguran que no afecta la validez de la denuncia.
Y aquí es donde me pregunto yo: ¿qué onda con tanta denuncia? ¿Es un intento genuino de hacer justicia o hay alguien buscando tumbar a Zúñiga a toda costa? Porque la verdad, con tanta información dando vueltas, uno ya no sabe qué creer. Además, recordemos que Zúñiga está suspendido mientras se investigan los otros casos, lo cual, sumado a esto nuevo, no pinta nada bien para él.
La abogada del INAMU, aún no se pronuncia al respecto, dejando mucha tela que cortar en esta trama. Las redes sociales, como siempre, explotaron con memes y comentarios ácidos. Algunos defienden a Zúñiga a capa y espada, mientras que otros piden que caiga todo el peso de la ley. ¡Un quilombo, raza, un verdadero quilombo!
Este caso nos recuerda que la justicia en Costa Rica puede ser lenta y llena de rodeos. Aunque esperamos ver resultados rápidos y transparentes, la politiquería y los intereses personales suelen entorpecer las cosas. Al final, lo único que queremos es saber la verdad y que se haga justicia, sin importar quién esté involucrado. Además, este caso hace reflexionar sobre cómo el poder judicial puede ser vulnerable a manipulaciones externas. ¡Qué responsabilidad tienen quienes lo ejercen!
Ahora, dígame usté, ¿cree que esta cuarta denuncia es legítima o es parte de una estrategia para destruir la carrera de Randall Zúñiga? ¿Cómo debería actuar el Ministerio Público para esclarecer estos hechos y garantizar un juicio justo para todas las partes involucradas?
Pero espérense a escuchar esto: el abogado de Zúñiga, don Federico Campos, salió a decir que eso no es más que un despiste del Ministerio Público. Según él, lo que encontraron en el sistema era un documento que ya había sido denunciado por una señora de Turrialba, quien asegura que le hicieron llegar una plantilla de denuncia prediseñada por parte del Inamu. ¡Imagínate el papelón si fuera cierto!
Don Federico, bien defendiendo a su cliente, sacó un comunicado donde dice que nomás existen tres denuncias en su contra y que esas sí las van a ir desmantelando poco a poco. Dice que buscan desvirtuar la imagen del licenciádo porque, ¡díganle a alguien!, esto ya se ha convertido en un circo mediático. La verdad, la cosa huele raro, ¿no creen?
La Fiscalía, por su lado, se mantiene firme en su versión. Dicen que sí recibieron la denuncia número cuatro, que está debidamente registrada en el sistema y que contiene acusaciones de presunto delito de violación y contagio venéreo. Pero mira vos, admitieron que llegó vía online, así que es posible que haya habido algún traspiés administrativo, aunque aseguran que no afecta la validez de la denuncia.
Y aquí es donde me pregunto yo: ¿qué onda con tanta denuncia? ¿Es un intento genuino de hacer justicia o hay alguien buscando tumbar a Zúñiga a toda costa? Porque la verdad, con tanta información dando vueltas, uno ya no sabe qué creer. Además, recordemos que Zúñiga está suspendido mientras se investigan los otros casos, lo cual, sumado a esto nuevo, no pinta nada bien para él.
La abogada del INAMU, aún no se pronuncia al respecto, dejando mucha tela que cortar en esta trama. Las redes sociales, como siempre, explotaron con memes y comentarios ácidos. Algunos defienden a Zúñiga a capa y espada, mientras que otros piden que caiga todo el peso de la ley. ¡Un quilombo, raza, un verdadero quilombo!
Este caso nos recuerda que la justicia en Costa Rica puede ser lenta y llena de rodeos. Aunque esperamos ver resultados rápidos y transparentes, la politiquería y los intereses personales suelen entorpecer las cosas. Al final, lo único que queremos es saber la verdad y que se haga justicia, sin importar quién esté involucrado. Además, este caso hace reflexionar sobre cómo el poder judicial puede ser vulnerable a manipulaciones externas. ¡Qué responsabilidad tienen quienes lo ejercen!
Ahora, dígame usté, ¿cree que esta cuarta denuncia es legítima o es parte de una estrategia para destruir la carrera de Randall Zúñiga? ¿Cómo debería actuar el Ministerio Público para esclarecer estos hechos y garantizar un juicio justo para todas las partes involucradas?