¡Ay, Dios mío! Otra vez Barrio Dent sufriendo, ¿eh? Esta vez la quebrada Los Negritos se desbordó como nunca antes habíamos visto, dejando familias enteras tiradas, perdiendo todo lo que tenían. Ya saben, este barrio siempre ha tenido sus cositas con el agua, pero esto... esto es otra vaina, pura torta.
Donde quiera que se le mire, la historia de Barrio Dent con las inundaciones es larga y dolorosa. Vecinos de toda la vida, como Doña Pilar Orellana, quien lleva 54 años radicada en el sector, aseguran que jamás habían presenciado un desborde de tal magnitud. A pesar de que la quebrada siempre ha mostrado signos de alerta, con esas aguas bravas que te hacen sudar frío, lo que ocurrió el jueves pasado superó todas las expectativas. Un nivel que, pa’ ponerle pausa, nunca se había visto. ¡Nunca, nunca, nunca!
Todo empezó a complicarse el 4 de junio, cuando Barrio Dent recibió su primera “pesadilla” de la temporada de lluvias. Ocho viviendas quedaron sumergidas, y la de Melina Dada fue una de las más afectadas. Pobre Melina, tuvieron que rescatarla por los techos, ¡qué brete! Dos semanas después, el 15 de junio, las lluvias volvieron a azotar la zona, y la quebrada revivió viejos fantasmas. La policía y los bomberos llegaron a controlar la situación, pero el daño ya estaba hecho.
Pero el verdadero golpe llegó este 16 de octubre. Videos impactantes circularon rápidamente por redes sociales mostrando cómo el agua invadía calles y hogares. Don Luis Daniel Pattoni, residente afectado, no escatimó en críticas hacia las autoridades competentes, calificando la situación como una “crónica de una muerte anunciada”. Según él, la negligencia municipal y estatal han sido claves en este desastre.
Pattoni denunció que existe un recurso amparo pendiente desde hace tiempo que señala el colapso de una alcantarilla original construida hace décadas. El problema, explica, es que cuando se realizó la solución inicial, la tubería no fue catastrada ni incorporada a los planos, creando así un enigma sobre su ubicación exacta. “A mí no me importa si dicen que no hay plata, porque pagamos impuestos para tener fondos de emergencia”, exclamó Pattoni, visiblemente frustrado. Una verdadera diay.
Olga Pazos, otra vecina afectada, también expresó su indignación por la falta de mantenimiento y abandono de las autoridades. Señala que la quebrada ya no tiene capacidad suficiente para contener el volumen de agua, agravado por la construcción desenfrenada en la zona. “Esto no pasó ahora ni hace dos o tres años, no. Está pasando desde hace más de 50 años. Lo habían arreglado y lo dejaron en el olvido”, lamentó Pazos. No contenta, agregó: “¿Y quién te paga eso? ¿Quién paga todo ese gasto? ¿Quién arregla la casa?”
Las imágenes del día siguiente hablan por sí solas: casas devastadas, vehículos destruidos, electrodomésticos hechos pedazos. La Cruz Roja atendió a seis personas y dos mascotas, pero el panorama general es desalentador. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE), según denuncian los vecinos, habría abandonado a Barrio Dent desde el inicio, argumentando que la situación no constituye una emergencia debido a que no es causada por un evento atípico, sino por una simple lluvia. ¡Qué despiche! Parece mentira que instituciones encargadas de proteger a la población justifiquen la desesperación de estas gentes con excusas tan baratas.
Con el corazón encogido y la incertidumbre rondando, los vecinos de Barrio Dent se preguntan: ¿Cuándo dejarán de sufrir por esta problemática recurrente? ¿Será que las autoridades tomarán medidas urgentes para solucionar las causas estructurales de estas inundaciones o seguiremos siendo víctimas de la negligencia y el abandono? ¿Creen que la CNE debería reconsiderar su postura y brindar apoyo efectivo a Barrio Dent, reconociendo la gravedad de la situación?
Donde quiera que se le mire, la historia de Barrio Dent con las inundaciones es larga y dolorosa. Vecinos de toda la vida, como Doña Pilar Orellana, quien lleva 54 años radicada en el sector, aseguran que jamás habían presenciado un desborde de tal magnitud. A pesar de que la quebrada siempre ha mostrado signos de alerta, con esas aguas bravas que te hacen sudar frío, lo que ocurrió el jueves pasado superó todas las expectativas. Un nivel que, pa’ ponerle pausa, nunca se había visto. ¡Nunca, nunca, nunca!
Todo empezó a complicarse el 4 de junio, cuando Barrio Dent recibió su primera “pesadilla” de la temporada de lluvias. Ocho viviendas quedaron sumergidas, y la de Melina Dada fue una de las más afectadas. Pobre Melina, tuvieron que rescatarla por los techos, ¡qué brete! Dos semanas después, el 15 de junio, las lluvias volvieron a azotar la zona, y la quebrada revivió viejos fantasmas. La policía y los bomberos llegaron a controlar la situación, pero el daño ya estaba hecho.
Pero el verdadero golpe llegó este 16 de octubre. Videos impactantes circularon rápidamente por redes sociales mostrando cómo el agua invadía calles y hogares. Don Luis Daniel Pattoni, residente afectado, no escatimó en críticas hacia las autoridades competentes, calificando la situación como una “crónica de una muerte anunciada”. Según él, la negligencia municipal y estatal han sido claves en este desastre.
Pattoni denunció que existe un recurso amparo pendiente desde hace tiempo que señala el colapso de una alcantarilla original construida hace décadas. El problema, explica, es que cuando se realizó la solución inicial, la tubería no fue catastrada ni incorporada a los planos, creando así un enigma sobre su ubicación exacta. “A mí no me importa si dicen que no hay plata, porque pagamos impuestos para tener fondos de emergencia”, exclamó Pattoni, visiblemente frustrado. Una verdadera diay.
Olga Pazos, otra vecina afectada, también expresó su indignación por la falta de mantenimiento y abandono de las autoridades. Señala que la quebrada ya no tiene capacidad suficiente para contener el volumen de agua, agravado por la construcción desenfrenada en la zona. “Esto no pasó ahora ni hace dos o tres años, no. Está pasando desde hace más de 50 años. Lo habían arreglado y lo dejaron en el olvido”, lamentó Pazos. No contenta, agregó: “¿Y quién te paga eso? ¿Quién paga todo ese gasto? ¿Quién arregla la casa?”
Las imágenes del día siguiente hablan por sí solas: casas devastadas, vehículos destruidos, electrodomésticos hechos pedazos. La Cruz Roja atendió a seis personas y dos mascotas, pero el panorama general es desalentador. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE), según denuncian los vecinos, habría abandonado a Barrio Dent desde el inicio, argumentando que la situación no constituye una emergencia debido a que no es causada por un evento atípico, sino por una simple lluvia. ¡Qué despiche! Parece mentira que instituciones encargadas de proteger a la población justifiquen la desesperación de estas gentes con excusas tan baratas.
Con el corazón encogido y la incertidumbre rondando, los vecinos de Barrio Dent se preguntan: ¿Cuándo dejarán de sufrir por esta problemática recurrente? ¿Será que las autoridades tomarán medidas urgentes para solucionar las causas estructurales de estas inundaciones o seguiremos siendo víctimas de la negligencia y el abandono? ¿Creen que la CNE debería reconsiderar su postura y brindar apoyo efectivo a Barrio Dent, reconociendo la gravedad de la situación?