¡Ay, Dios mío, qué brete nos espera en 2026! Douglas Caamaño soltó unas verdades en Análisis Trece que han encendido toda la gallina. El exministro, como siempre, sacando temas que nadie quiere tocar y poniendo a pensar si realmente estamos listos para otra elección presidencial.  Se escuchaba seguro, pero yo digo que ahí hay mucho viento... veremos cómo se desarrolla esto.
Caamaño, fiel a su estilo directo, cuestionó la capacidad de los partidos tradicionales – PPL y PLN principalmente – para conectar con la juventud. Según él, están demasiado atados a viejas estructuras y a “promesas vacías” que ya ni hacen gracia a la gente. Plantea que la clave está en abrazar la tecnología, redes sociales y eso, y entender que el electorado joven busca propuestas frescas y soluciones reales, no discursos bonitos.
El análisis, presentado el jueves pasado en Trece Noticias, se centró en la necesidad urgente de renovar la clase política. No se anda con rodeos: dice que necesitamos nuevos rostros, gente que venga desde abajo y que entienda las necesidades del pueblo llano. Y claro, no podía faltar la mención a Costa Rica Primero, su partido, aunque sin prometer maravillas inmediatas, sino sembrando la semilla de un cambio gradual. Parecía querer decirnos: 'Nosotros somos el futuro, esperen y verán'.
Lo interesante es que Caamaño no descartó totalmente a otros aspirantes potenciales. Reconoció la presencia de figuras emergentes en diferentes espacios, pero insistió en que ninguno ha logrado aún consolidar una propuesta convincente. Dijo que todavía falta tiempo para saber quiénes serán los jugadores principales en la contienda electoral, lo cual deja la puerta abierta a sorpresas. Hay que estar ojo avizor, porque este juego político siempre da giros inesperados, ¿verdad?
Pero la parte que más me quedó pegada fue cuando habló sobre el financiamiento de campaña. Ahí sí que echó tierra, denunciando que la influencia del dinero sigue siendo un problema grave en nuestra democracia. Argumentó que los candidatos con mayores recursos tienen una ventaja injusta, lo que dificulta la participación de aquellos que representan a sectores populares. ¡Qué torta!, porque la idea era tener elecciones limpias y justas, pero parece que el bolsillo sigue hablando más alto.
Muchos analistas políticos ya están debatiendo si las declaraciones de Caamaño son una estrategia para ganar visibilidad o si realmente reflejan su visión del panorama electoral. Algunos aseguran que busca posicionar a Costa Rica Primero como una alternativa seria, mientras que otros creen que simplemente está tratando de llamar la atención. Pero lo cierto es que su análisis ha generado un revuelo considerable en la opinión pública, y eso ya es algo.
Desde mi punto de vista, la reflexión de Caamaño es necesaria, aunque quizás un poco exagerada. Sí, necesitamos renovar la clase política y enfrentar el problema del financiamiento ilegal, pero tampoco podemos ignorar la experiencia y el conocimiento de quienes han participado en la vida pública durante años. Lo importante es encontrar un equilibrio entre la novedad y la estabilidad, entre la audacia y la prudencia. Porque andar tirándole piedra a todo sin ofrecer soluciones concretas es facilísimo, ¿eh?
Ahora bien, dejando atrás los tecnicismos y entrando en terreno más relajado: ¿ustedes creen que Caamaño va a darle para sorprender en estas elecciones? ¿Logrará Costa Rica Primero romper con el bipartidismo tradicional o seguirá siendo una voz minoritaria en el escenario político? Déjenme sus opiniones, a ver qué piensa la masa sobre este brete que se viene…”,
	
		
			
		
		
	
				
			Caamaño, fiel a su estilo directo, cuestionó la capacidad de los partidos tradicionales – PPL y PLN principalmente – para conectar con la juventud. Según él, están demasiado atados a viejas estructuras y a “promesas vacías” que ya ni hacen gracia a la gente. Plantea que la clave está en abrazar la tecnología, redes sociales y eso, y entender que el electorado joven busca propuestas frescas y soluciones reales, no discursos bonitos.
El análisis, presentado el jueves pasado en Trece Noticias, se centró en la necesidad urgente de renovar la clase política. No se anda con rodeos: dice que necesitamos nuevos rostros, gente que venga desde abajo y que entienda las necesidades del pueblo llano. Y claro, no podía faltar la mención a Costa Rica Primero, su partido, aunque sin prometer maravillas inmediatas, sino sembrando la semilla de un cambio gradual. Parecía querer decirnos: 'Nosotros somos el futuro, esperen y verán'.
Lo interesante es que Caamaño no descartó totalmente a otros aspirantes potenciales. Reconoció la presencia de figuras emergentes en diferentes espacios, pero insistió en que ninguno ha logrado aún consolidar una propuesta convincente. Dijo que todavía falta tiempo para saber quiénes serán los jugadores principales en la contienda electoral, lo cual deja la puerta abierta a sorpresas. Hay que estar ojo avizor, porque este juego político siempre da giros inesperados, ¿verdad?
Pero la parte que más me quedó pegada fue cuando habló sobre el financiamiento de campaña. Ahí sí que echó tierra, denunciando que la influencia del dinero sigue siendo un problema grave en nuestra democracia. Argumentó que los candidatos con mayores recursos tienen una ventaja injusta, lo que dificulta la participación de aquellos que representan a sectores populares. ¡Qué torta!, porque la idea era tener elecciones limpias y justas, pero parece que el bolsillo sigue hablando más alto.
Muchos analistas políticos ya están debatiendo si las declaraciones de Caamaño son una estrategia para ganar visibilidad o si realmente reflejan su visión del panorama electoral. Algunos aseguran que busca posicionar a Costa Rica Primero como una alternativa seria, mientras que otros creen que simplemente está tratando de llamar la atención. Pero lo cierto es que su análisis ha generado un revuelo considerable en la opinión pública, y eso ya es algo.
Desde mi punto de vista, la reflexión de Caamaño es necesaria, aunque quizás un poco exagerada. Sí, necesitamos renovar la clase política y enfrentar el problema del financiamiento ilegal, pero tampoco podemos ignorar la experiencia y el conocimiento de quienes han participado en la vida pública durante años. Lo importante es encontrar un equilibrio entre la novedad y la estabilidad, entre la audacia y la prudencia. Porque andar tirándole piedra a todo sin ofrecer soluciones concretas es facilísimo, ¿eh?
Ahora bien, dejando atrás los tecnicismos y entrando en terreno más relajado: ¿ustedes creen que Caamaño va a darle para sorprender en estas elecciones? ¿Logrará Costa Rica Primero romper con el bipartidismo tradicional o seguirá siendo una voz minoritaria en el escenario político? Déjenme sus opiniones, a ver qué piensa la masa sobre este brete que se viene…”,
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		