¡Ay, Dios mío! Resulta que entre tanto brinco, comida y concierto en las fiestas de fin y principio de año, hubo gente intentando hacerle quite al sistema. El Ministerio de Salud desenmascaró 40 carnés de manipulador de alimentos falsos en los recintos de Zapote y Pedregal, ¡una barbaridad!
Según nos cuentan desde la institución, esto salió a la luz gracias a los operativos sanitarios que pusieron manos a la obra para garantizar que todos los que disfrutamos de las festividades estuviéramos seguros. No solo revisaron si estaba todo bien con la comida, sino también le dieron lupa a los juegos mecánicos, los redondeles y las tarimas donde tocaban las bandas.
Mariela Marín, quien anda reemplazando al ministro, nos explicó que estuvieron vigilantes día y noche, haciendo análisis de laboratorio a la comida y asegurándose de que todo estuviera cumpliendo con las normas. ¡Imagínate!, algunos estaban pensando en jugar feo con la salud pública mientras nosotros estábamos ahí gozando de los carretes.
Lo que pasó con esos carnés falsos fue pa' ponerlos en cintura, claro. Los decomisaron, sacaron a los responsables de trabajar en esas áreas y mandaron el mensaje: “aquí no se juega con eso”. Se entiende, ¿verdad?
Y hablando de análisis, parece que hicieron unos 120 pruebas a los alimentos que se vendían en los campos feriales. Los resultados aún no los tenemos, pero prometen darlos a conocer pronto. Esperemos que todo esté al pie, porque nadie quiere pasarla mal por culpa de unas empanadas o un churrito mal cocinado.
Pero la cosa no quedó ahí. En Belén, detectaron un problema serio con un juego mecánico – ¡qué susto! – y tuvieron que cerrarlo temporalmente para evitar cualquier accidente. Parece que estaban jugando con fuego y afortunadamente las autoridades actuaron rápido para prevenir tragedias. Esto demuestra que no bajan la guardia ni un pelo, ni siquiera en medio de tanta rumba.
Las fiestas se extendieron desde el 25 de diciembre hasta el 4 de enero, así que los inspectores anduvieron trabajando duro durante casi un mes entero. Según dicen, van a seguir manteniendo estos controles de manera permanente. ¡Bien hecho! Que sepan que estamos ojo avizor y que no les vamos a dejar pasar nada.
Con toda esta movida, me pregunto... ¿Ustedes creen que estas acciones del Ministerio de Salud deberían hacerse más seguido, incluso fuera de las temporadas de fiestas, para controlar mejor la calidad de los alimentos que consumimos a diario? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡dale!
Según nos cuentan desde la institución, esto salió a la luz gracias a los operativos sanitarios que pusieron manos a la obra para garantizar que todos los que disfrutamos de las festividades estuviéramos seguros. No solo revisaron si estaba todo bien con la comida, sino también le dieron lupa a los juegos mecánicos, los redondeles y las tarimas donde tocaban las bandas.
Mariela Marín, quien anda reemplazando al ministro, nos explicó que estuvieron vigilantes día y noche, haciendo análisis de laboratorio a la comida y asegurándose de que todo estuviera cumpliendo con las normas. ¡Imagínate!, algunos estaban pensando en jugar feo con la salud pública mientras nosotros estábamos ahí gozando de los carretes.
Lo que pasó con esos carnés falsos fue pa' ponerlos en cintura, claro. Los decomisaron, sacaron a los responsables de trabajar en esas áreas y mandaron el mensaje: “aquí no se juega con eso”. Se entiende, ¿verdad?
Y hablando de análisis, parece que hicieron unos 120 pruebas a los alimentos que se vendían en los campos feriales. Los resultados aún no los tenemos, pero prometen darlos a conocer pronto. Esperemos que todo esté al pie, porque nadie quiere pasarla mal por culpa de unas empanadas o un churrito mal cocinado.
Pero la cosa no quedó ahí. En Belén, detectaron un problema serio con un juego mecánico – ¡qué susto! – y tuvieron que cerrarlo temporalmente para evitar cualquier accidente. Parece que estaban jugando con fuego y afortunadamente las autoridades actuaron rápido para prevenir tragedias. Esto demuestra que no bajan la guardia ni un pelo, ni siquiera en medio de tanta rumba.
Las fiestas se extendieron desde el 25 de diciembre hasta el 4 de enero, así que los inspectores anduvieron trabajando duro durante casi un mes entero. Según dicen, van a seguir manteniendo estos controles de manera permanente. ¡Bien hecho! Que sepan que estamos ojo avizor y que no les vamos a dejar pasar nada.
Con toda esta movida, me pregunto... ¿Ustedes creen que estas acciones del Ministerio de Salud deberían hacerse más seguido, incluso fuera de las temporadas de fiestas, para controlar mejor la calidad de los alimentos que consumimos a diario? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡dale!
