¡Ay, Dios mío, qué lío nos cayó encima! Estados Unidos le puso el dedo en el ojo al presunto Cartel de los Soles, acusándolo de ser una organización terrorista. Esto significa que van a apretar aún más a Maduro y compañía, y aquí en Costa Rica estamos viendo cómo se desarrolla este brete en Venezuela, porque claro, las ondas acá siempre llegan, diay.
Según dicen, esta designación abre un abanico de posibilidades para la administración de Trump, tanto militares como económicas. Ya se movilizaron un portaaviones y varias naves de guerra por el Caribe, diciendo que es para combatir el narcotráfico, pero entre nosotros sabemos que eso huele a chamaco. El secretario Marco Rubio, parece que quiere mandar todo por las bravas, hablando de usar la fuerza. ¡Qué carga!
Pero esperen, que hay varios asteriscos aquí. Expertos, esos que saben, dudan de que exista este tal ‘Cartel de los Soles’ como una organización formal. Más bien hablan de una red de corrupción que le da vía libre a las actividades ilícitas. Es decir, no es tan simple como pintar a Maduro como el mero mero detrás de todo. Esto es como cuando te venden un carro usado y te dicen que está en perfectas condiciones, pero al día siguiente lo llevas al mecánico y resulta que necesita una vara entera de repuestos.
Además, mientras unos amenazan con bombardeos, otros, como el propio Maduro, siguen bailando y lanzando arengas, diciendo que a él nadie lo detiene. Se nota que le tienen agarrada la onda y no les importa mucho lo que diga Trump. Y ni hablar de las maniobras militares que hacen en Venezuela, mostrando músculo y jurándole fidelidad a Maduro. ¡Qué espectáculo!
Ahora, hablemos del lado económico. Estados Unidos ya venía aplicando sanciones a Venezuela, cortándoles la llave del petróleo. Con esta nueva designación, las cosas podrían empeorar aún más, hundiendo la economía venezolana en una hiperinflación todavía peor. Algunos sectores que milagrosamente habían quedado exentos de las sanciones podrían verse afectados, y ahí sí que empezarían a sentir la presión. Chevron, por ejemplo, que sigue operando allá, tendría que pensar dos veces si vale la pena meterse en semejante vaina.
Lo que más preocupa es la posibilidad de un ataque directo. Desde Washington están hablando de bombardear pistas clandestinas usadas para el narcotráfico, evitando así centros urbanos, claro, para no matar inocentes... aunque siempre hay riesgo de que alguien salga herido. ¿Se imaginan la torta que sería eso? Un ataque directo a Venezuela, con todas las consecuencias geopolíticas que eso acarrearía. Que sal!”,Las negociaciones tampoco parecen encaminadas. Maduro dice que estaría dispuesto a reunirse con Trump “cara a cara”, pero hasta ahora no hay nada en el horizonte. Parece que ambos líderes están jugando al gallito, esperando ver quién cede primero. Algunos analistas sugieren que Trump podría estar interesado en los recursos minerales de Venezuela, a cambio de bajar la tensión en el Caribe y facilitar una transición política. Pero vamos, eso suena a cuento chino, ¿verdad?
En fin, la situación es compleja y llena de incertidumbres. Lo cierto es que la presión sobre Venezuela va en aumento y el futuro es incierto. Y mientras tanto, nosotros aquí seguimos pegados al Foro de Costa Rica, viendo cómo se desarrolla este drama. Entonces, ¿creen que Estados Unidos realmente atacará a Venezuela, o será pura campaña de propaganda para presionar a Maduro? ¿Y cuál creen que será el impacto de todo esto en Latinoamérica, especialmente en países como Costa Rica que dependen del comercio con la región?
Según dicen, esta designación abre un abanico de posibilidades para la administración de Trump, tanto militares como económicas. Ya se movilizaron un portaaviones y varias naves de guerra por el Caribe, diciendo que es para combatir el narcotráfico, pero entre nosotros sabemos que eso huele a chamaco. El secretario Marco Rubio, parece que quiere mandar todo por las bravas, hablando de usar la fuerza. ¡Qué carga!
Pero esperen, que hay varios asteriscos aquí. Expertos, esos que saben, dudan de que exista este tal ‘Cartel de los Soles’ como una organización formal. Más bien hablan de una red de corrupción que le da vía libre a las actividades ilícitas. Es decir, no es tan simple como pintar a Maduro como el mero mero detrás de todo. Esto es como cuando te venden un carro usado y te dicen que está en perfectas condiciones, pero al día siguiente lo llevas al mecánico y resulta que necesita una vara entera de repuestos.
Además, mientras unos amenazan con bombardeos, otros, como el propio Maduro, siguen bailando y lanzando arengas, diciendo que a él nadie lo detiene. Se nota que le tienen agarrada la onda y no les importa mucho lo que diga Trump. Y ni hablar de las maniobras militares que hacen en Venezuela, mostrando músculo y jurándole fidelidad a Maduro. ¡Qué espectáculo!
Ahora, hablemos del lado económico. Estados Unidos ya venía aplicando sanciones a Venezuela, cortándoles la llave del petróleo. Con esta nueva designación, las cosas podrían empeorar aún más, hundiendo la economía venezolana en una hiperinflación todavía peor. Algunos sectores que milagrosamente habían quedado exentos de las sanciones podrían verse afectados, y ahí sí que empezarían a sentir la presión. Chevron, por ejemplo, que sigue operando allá, tendría que pensar dos veces si vale la pena meterse en semejante vaina.
Lo que más preocupa es la posibilidad de un ataque directo. Desde Washington están hablando de bombardear pistas clandestinas usadas para el narcotráfico, evitando así centros urbanos, claro, para no matar inocentes... aunque siempre hay riesgo de que alguien salga herido. ¿Se imaginan la torta que sería eso? Un ataque directo a Venezuela, con todas las consecuencias geopolíticas que eso acarrearía. Que sal!”,Las negociaciones tampoco parecen encaminadas. Maduro dice que estaría dispuesto a reunirse con Trump “cara a cara”, pero hasta ahora no hay nada en el horizonte. Parece que ambos líderes están jugando al gallito, esperando ver quién cede primero. Algunos analistas sugieren que Trump podría estar interesado en los recursos minerales de Venezuela, a cambio de bajar la tensión en el Caribe y facilitar una transición política. Pero vamos, eso suena a cuento chino, ¿verdad?
En fin, la situación es compleja y llena de incertidumbres. Lo cierto es que la presión sobre Venezuela va en aumento y el futuro es incierto. Y mientras tanto, nosotros aquí seguimos pegados al Foro de Costa Rica, viendo cómo se desarrolla este drama. Entonces, ¿creen que Estados Unidos realmente atacará a Venezuela, o será pura campaña de propaganda para presionar a Maduro? ¿Y cuál creen que será el impacto de todo esto en Latinoamérica, especialmente en países como Costa Rica que dependen del comercio con la región?
