¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el rollo del caso BCIE y la jueza Sofía Martínez, que parece que nunca va a tener fin. Este martes, el fiscal general, Carlo Díaz, salió a dar su opinión después de que la Asamblea Legislativa le diera luz verde al Presidente para que enfrente un juicio político. La verdad, la cosa está más turbia que un café desvelo.
Para ponerlos al día rapidito, recuerden que todo comenzó hace unos meses con las denuncias de irregularidades en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Se acusaba al Presidente y a varios funcionarios de cohechos, tráfico de influencias y otras cositas raras que dejaron a muchos cholos con la boca abierta. Desde entonces, ha sido una telenovela nacional, con idas y vueltas que dan ganas de tirarle piedras al televisor.
Ahora bien, el fiscal Díaz, con toda la calma del mundo, explicó que la decisión de la Asamblea es respetable, porque “eso es lo que toca”, según él. Dijo textualmente, “La Fiscalía General de la República respeta la decisión adoptada por la Asamblea Legislativa… Corresponde únicamente a los señores diputados autorizar o denegar ese trámite.” Parece que quiere lavarse las manos, ¿verdad?
Pero tranquilízate, porque Díaz también aclaró que esto no significa que la investigación esté cerrada. En absoluto. Dice que la causa sigue viva, esperando el momento oportuno para reactivarse. “Esto no significa que la investigación concluya ni que la acción penal se extinga; la causa se mantendrá a la espera de que el señor Presidente no cuente con inmunidad y se pueda reanudar la investigación mediante el trámite ordinario,” añadió. ¡Uf! Qué alivio, aunque todavía nos queda un trecho que recorrer.
Lo que realmente me preocupa, y seguramente a ustedes también, es cómo todo esto está afectando la imagen del país. Costa Rica siempre se había ganado el apodo de “la Suiza centroamericana” por su estabilidad política y transparencia. Pero ahora, con este escándalo a la vista, da la impresión de que estamos igualitos que nuestros vecinos. ¡Qué pena!
Y no olvidemos el impacto económico. La incertidumbre política ahuyenta inversionistas, frena proyectos y pone en riesgo empleos. Muchos empresarios están preocupados y algunos ya han empezado a considerar trasladar sus negocios a otros países. ¡Qué torta! Esto podría hundirnos si no actuamos rápido.
La oposición, claro, está sacando raja a lo loco. Exigen la renuncia inmediata del Presidente y prometen llevar adelante una investigación exhaustiva si llegan al poder. Pero vamos, eso es lo de siempre, ¿no creen? Cada quien defendiendo sus intereses, mientras tanto el pueblo sufre las consecuencias. Este brete no tiene arreglo fácil, la verdad.
En fin, la situación es complicada y llena de chinchorros. Lo importante ahora es esperar a ver qué pasa con la investigación y cómo evoluciona el caso. Pero, díganme, ¿creen que el Presidente debería renunciar voluntariamente para facilitar el proceso y evitar más controversias, o deberían dejar que la justicia siga su curso independientemente de las presiones políticas? Vamos, compartan sus opiniones, ¡esta vara está candela!
Para ponerlos al día rapidito, recuerden que todo comenzó hace unos meses con las denuncias de irregularidades en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Se acusaba al Presidente y a varios funcionarios de cohechos, tráfico de influencias y otras cositas raras que dejaron a muchos cholos con la boca abierta. Desde entonces, ha sido una telenovela nacional, con idas y vueltas que dan ganas de tirarle piedras al televisor.
Ahora bien, el fiscal Díaz, con toda la calma del mundo, explicó que la decisión de la Asamblea es respetable, porque “eso es lo que toca”, según él. Dijo textualmente, “La Fiscalía General de la República respeta la decisión adoptada por la Asamblea Legislativa… Corresponde únicamente a los señores diputados autorizar o denegar ese trámite.” Parece que quiere lavarse las manos, ¿verdad?
Pero tranquilízate, porque Díaz también aclaró que esto no significa que la investigación esté cerrada. En absoluto. Dice que la causa sigue viva, esperando el momento oportuno para reactivarse. “Esto no significa que la investigación concluya ni que la acción penal se extinga; la causa se mantendrá a la espera de que el señor Presidente no cuente con inmunidad y se pueda reanudar la investigación mediante el trámite ordinario,” añadió. ¡Uf! Qué alivio, aunque todavía nos queda un trecho que recorrer.
Lo que realmente me preocupa, y seguramente a ustedes también, es cómo todo esto está afectando la imagen del país. Costa Rica siempre se había ganado el apodo de “la Suiza centroamericana” por su estabilidad política y transparencia. Pero ahora, con este escándalo a la vista, da la impresión de que estamos igualitos que nuestros vecinos. ¡Qué pena!
Y no olvidemos el impacto económico. La incertidumbre política ahuyenta inversionistas, frena proyectos y pone en riesgo empleos. Muchos empresarios están preocupados y algunos ya han empezado a considerar trasladar sus negocios a otros países. ¡Qué torta! Esto podría hundirnos si no actuamos rápido.
La oposición, claro, está sacando raja a lo loco. Exigen la renuncia inmediata del Presidente y prometen llevar adelante una investigación exhaustiva si llegan al poder. Pero vamos, eso es lo de siempre, ¿no creen? Cada quien defendiendo sus intereses, mientras tanto el pueblo sufre las consecuencias. Este brete no tiene arreglo fácil, la verdad.
En fin, la situación es complicada y llena de chinchorros. Lo importante ahora es esperar a ver qué pasa con la investigación y cómo evoluciona el caso. Pero, díganme, ¿creen que el Presidente debería renunciar voluntariamente para facilitar el proceso y evitar más controversias, o deberían dejar que la justicia siga su curso independientemente de las presiones políticas? Vamos, compartan sus opiniones, ¡esta vara está candela!