¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con el gobierno de Don Roy metiéndose en broncas. Resulta que la Comisión Especial de Infraestructura de la Asamblea Legislativa está barriendo todo para ver qué onda con este negocio de la ruta Barranca-Limonal y si hubo presión del Presidente Chaves para favorecer a una empresa mexicana. ¡Qué lata!
Todo empezó con una moción del diputado Nicolás del PLN, quien dice que hay pruebas de que Chaves apretó duro al exministro del MOPT, Luis Amador Jiménez, así como también a Mónica Araya del INS, y a gente del Banco Nacional y el BID. Amador ya había dicho algunas cositas ante la Fiscalía, así que ahora la Comisión quiere escucharlo para tener todos los papeles en orden. Parece que el asunto está más caliente que gallina pochada.
Y ojo, porque esto no es la primera vez que sale a relucir la acusación de que el Presidente ejerce influencia indebida en decisiones gubernamentales. Varios diputados de la oposición ya han soltado que esto es “habitual” en el estilo de gestión de Chaves-Robles. Dicen que parece que anda manejando todo como si fuera su propia finca y que eso, como dicen por acá, no va ni entro. Una verdadera torta con todo y greñas.
El lunes pasado presentaron la moción, pero los diputados estaban más pensando en ir a comer casados que en debatir lo importante, y no la pudieron votar. Ahora toca esperar hasta la próxima semana, cuando, si Dios quiere, los legisladores se animarán a decidir si abren o no una investigación legislativa formal. Que no anden jugando con nosotros, porque la paciencia se agota rapidito.
Lo que más me preocupa a mí, honestamente, es el daño reputacional que todo esto le hace al país. Ya estamos vistos internacionalmente como un lugar donde no se respetan las leyes y donde la política puede influenciar cualquier proceso, incluso los de infraestructura. Eso ahuyenta inversionistas y nos pone a mirar feo en el mundo entero. Un brete, díganle.
Además, piensen en los recursos públicos que se están gastando en todo este lío. Abogados, investigaciones, horas de trabajo de los diputados… todo eso podría estar destinado a mejorar nuestras escuelas, nuestros hospitales, nuestras carreteras... Pero no, mejor andamos peleando por quién se queda con el juguito de la licitación. ¡Qué sal!
Luis Amador, por supuesto, ha negado rotundamente todas las acusaciones. Dice que siempre actuó conforme a la ley y que nunca cedió a ninguna presión externa. Pero bueno, ya saben cómo es esto: cada quien defiende su pellejo. La verdad es que el caso está lleno de vueltas y revueltas, y no sé yo si alguna vez llegaremos a saber toda la verdad detrás de esta novela. Al final, ¿quién gana con tanto escándalo?
Ahora les pregunto a ustedes, mi gente: ¿creen que realmente existe evidencia suficiente para probar que el Presidente Chaves ejerció presión indebida en este caso Tradeco, o será simplemente una campaña política para golpearlo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensa el Foro!
Todo empezó con una moción del diputado Nicolás del PLN, quien dice que hay pruebas de que Chaves apretó duro al exministro del MOPT, Luis Amador Jiménez, así como también a Mónica Araya del INS, y a gente del Banco Nacional y el BID. Amador ya había dicho algunas cositas ante la Fiscalía, así que ahora la Comisión quiere escucharlo para tener todos los papeles en orden. Parece que el asunto está más caliente que gallina pochada.
Y ojo, porque esto no es la primera vez que sale a relucir la acusación de que el Presidente ejerce influencia indebida en decisiones gubernamentales. Varios diputados de la oposición ya han soltado que esto es “habitual” en el estilo de gestión de Chaves-Robles. Dicen que parece que anda manejando todo como si fuera su propia finca y que eso, como dicen por acá, no va ni entro. Una verdadera torta con todo y greñas.
El lunes pasado presentaron la moción, pero los diputados estaban más pensando en ir a comer casados que en debatir lo importante, y no la pudieron votar. Ahora toca esperar hasta la próxima semana, cuando, si Dios quiere, los legisladores se animarán a decidir si abren o no una investigación legislativa formal. Que no anden jugando con nosotros, porque la paciencia se agota rapidito.
Lo que más me preocupa a mí, honestamente, es el daño reputacional que todo esto le hace al país. Ya estamos vistos internacionalmente como un lugar donde no se respetan las leyes y donde la política puede influenciar cualquier proceso, incluso los de infraestructura. Eso ahuyenta inversionistas y nos pone a mirar feo en el mundo entero. Un brete, díganle.
Además, piensen en los recursos públicos que se están gastando en todo este lío. Abogados, investigaciones, horas de trabajo de los diputados… todo eso podría estar destinado a mejorar nuestras escuelas, nuestros hospitales, nuestras carreteras... Pero no, mejor andamos peleando por quién se queda con el juguito de la licitación. ¡Qué sal!
Luis Amador, por supuesto, ha negado rotundamente todas las acusaciones. Dice que siempre actuó conforme a la ley y que nunca cedió a ninguna presión externa. Pero bueno, ya saben cómo es esto: cada quien defiende su pellejo. La verdad es que el caso está lleno de vueltas y revueltas, y no sé yo si alguna vez llegaremos a saber toda la verdad detrás de esta novela. Al final, ¿quién gana con tanto escándalo?
Ahora les pregunto a ustedes, mi gente: ¿creen que realmente existe evidencia suficiente para probar que el Presidente Chaves ejerció presión indebida en este caso Tradeco, o será simplemente una campaña política para golpearlo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensa el Foro!