Maes, ¡llegó el futuro! O al menos, un pedacito. Desde hoy, martes, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le dio luz verde a la famosa "Identidad Digital Costarricense". Un nombre bastante rimbombante, para qué, pero que en el fondo significa lo que todos estábamos esperando: la cédula en el celular. ¡Qué chiva! La idea de dejar el plástico en la casa y andar solo el chunche este que usamos para todo suena increíble. Se acabaron los días de pánico porque se le quedó la billetera antes de entrar al banco o a un bar. En teoría, esta es una de esas varas que nos pone a la vanguardia, una modernización que ya hacía falta. La promesa es grande y, para ser honestos, la expectativa también.
Pero, diay, como casi todo en Tiquicia, la cosa viene con letra pequeña y un manual de "espérese un toque". No es que usted ya va a poder ir a la pulpe de la esquina a enseñarle el celular al chino para comprarse un fresco. Por ahora, el arranque es más tímido que saludo de suegra. Según soltó el mismo TSE en una transmisión, el único que se apuntó de valiente desde el día uno es el Banco de Costa Rica (BCR). ¡Qué nivel el BCR! Se pusieron las pilas y ya están listos para aceptar la cédula digital en sus trámites. Para el resto de los mortales, entiéndase todas las demás instituciones públicas y privadas, tienen un colchón de seis meses para acoplarse. O sea, hasta el 9 de marzo de 2026 tienen tiempo. Así que, por ahora, mejor no bote el plástico.
Ahora, hablemos de lo que nos interesa: ¿cómo se consigue esta maravilla y cuánto cuesta el chiste? El trámite es 100% en línea, lo cual está a cachete para no tener que hacer filas. Cuesta ₡2.600, o sea, dos rojitos y medio y un extra para el fresco. La buena noticia es que para los ciudadanos de oro (mayores de 65) la vara es gratis, como debe ser. El documento digital tendrá una vigencia de cuatro años. Suena bien, ¿verdad? Bueno, aquí es donde la puerca torció el rabo. Durante la mañana, el TSE reportó que más de 700 personas ya se habían mandado a solicitarla, pero parece que se jalaron una torta con el app para Android. Resulta que la aplicación "Identidad Digital CR" simplemente no aparece en la Play Store. ¡Qué sal! Los usuarios de Android, que somos un montón, estamos viendo para el ciprés por ahora. El TSE dice que lo arreglan hoy mismo, pero ya sabemos cómo son esas promesas a veces.
Y para rematar con las excepciones, anoten esta que es la más importante de todas: para la fiesta democrática, la tecnología se queda en la banca. El TSE fue clarísimo en que para las elecciones nacionales de febrero de 2026, la cédula digital no sirve para votar. ¡Así como lo leen! Para ir a la urna, va a necesitar el documento físico, el de toda la vida. Es un poco irónico que la misma institución que impulsa el brete no lo acepte para su evento más importante, pero bueno, supongo que no quieren que nada se vaya al traste con un asunto tan delicado. Así que ya saben, a cuidar ese plástico como si fuera oro, al menos por un par de años más.
En resumen, la cédula digital es un paso adelante, sin duda. La idea es buenísima y necesaria. Pero el lanzamiento se siente como a medio palo: solo un banco la acepta, la app para la mitad de los usuarios no funciona de entrada y no sirve para votar. Es el clásico "sí, pero no todavía". Habrá que darle tiempo para que la vara madure y todas las instituciones se pongan al día. La pregunta del millón, maes: ¿Ustedes ya se mandaron a pedirla o se van a esperar a que el despiche inicial se calme? ¿Creen que esto de verdad va a pegar o va a ser otro chunche más que no termina de cuajar?
Pero, diay, como casi todo en Tiquicia, la cosa viene con letra pequeña y un manual de "espérese un toque". No es que usted ya va a poder ir a la pulpe de la esquina a enseñarle el celular al chino para comprarse un fresco. Por ahora, el arranque es más tímido que saludo de suegra. Según soltó el mismo TSE en una transmisión, el único que se apuntó de valiente desde el día uno es el Banco de Costa Rica (BCR). ¡Qué nivel el BCR! Se pusieron las pilas y ya están listos para aceptar la cédula digital en sus trámites. Para el resto de los mortales, entiéndase todas las demás instituciones públicas y privadas, tienen un colchón de seis meses para acoplarse. O sea, hasta el 9 de marzo de 2026 tienen tiempo. Así que, por ahora, mejor no bote el plástico.
Ahora, hablemos de lo que nos interesa: ¿cómo se consigue esta maravilla y cuánto cuesta el chiste? El trámite es 100% en línea, lo cual está a cachete para no tener que hacer filas. Cuesta ₡2.600, o sea, dos rojitos y medio y un extra para el fresco. La buena noticia es que para los ciudadanos de oro (mayores de 65) la vara es gratis, como debe ser. El documento digital tendrá una vigencia de cuatro años. Suena bien, ¿verdad? Bueno, aquí es donde la puerca torció el rabo. Durante la mañana, el TSE reportó que más de 700 personas ya se habían mandado a solicitarla, pero parece que se jalaron una torta con el app para Android. Resulta que la aplicación "Identidad Digital CR" simplemente no aparece en la Play Store. ¡Qué sal! Los usuarios de Android, que somos un montón, estamos viendo para el ciprés por ahora. El TSE dice que lo arreglan hoy mismo, pero ya sabemos cómo son esas promesas a veces.
Y para rematar con las excepciones, anoten esta que es la más importante de todas: para la fiesta democrática, la tecnología se queda en la banca. El TSE fue clarísimo en que para las elecciones nacionales de febrero de 2026, la cédula digital no sirve para votar. ¡Así como lo leen! Para ir a la urna, va a necesitar el documento físico, el de toda la vida. Es un poco irónico que la misma institución que impulsa el brete no lo acepte para su evento más importante, pero bueno, supongo que no quieren que nada se vaya al traste con un asunto tan delicado. Así que ya saben, a cuidar ese plástico como si fuera oro, al menos por un par de años más.
En resumen, la cédula digital es un paso adelante, sin duda. La idea es buenísima y necesaria. Pero el lanzamiento se siente como a medio palo: solo un banco la acepta, la app para la mitad de los usuarios no funciona de entrada y no sirve para votar. Es el clásico "sí, pero no todavía". Habrá que darle tiempo para que la vara madure y todas las instituciones se pongan al día. La pregunta del millón, maes: ¿Ustedes ya se mandaron a pedirla o se van a esperar a que el despiche inicial se calme? ¿Creen que esto de verdad va a pegar o va a ser otro chunche más que no termina de cuajar?