¡Ay, Dios mío! ¿Se acuerdan cuando decían que el gobierno de Chaves iba a irse al traste rapidito? Pues resulta que el mae este sigue teniendo mucha cabida entre nosotros, los ticos. A pesar de las broncas judiciales, las polémicas y hasta intentos de sacarle el fuero, el señor sigue ahí arriba con cifras de aprobación que dejan boquiabierto a cualquiera.
Verás, nadie se esperaba esto. Un presidente que enfrenta dos solicitudes de levantamiento de inmunidad, uno por el caso Cariñitos y otro por unas denuncias de ‘beligerancia’ que parecían sacadas de novela, y encima, mantener un promedio de homicidios que nos da escalofríos. Ya tú sabes, Costa Rica siempre ha sido tranquila, pero últimamente... ¡qué sal!
Y ni hablar de los temas de educación y seguridad, que andan bastante arrastrando los pies. Según la última encuesta del CIEP, la mayoría de la gente siente que las cosas han empeorado. En educación, casi la mitad dice que va peor que antes, y en seguridad… ¡uf!, casi el 70% piensa lo mismo. Una vara difícil para cualquier gobernante, máxime en los últimos meses de su periodo.
Pero ahí está el detalle, mi pana. A diferencia de otros presidentes que hubieran entrado en crisis profunda con semejantes problemas, Chaves parece fortalecerse con ellos. Como si la crítica lo hiciera más popular. ¡Qué carga! Parece que algunos ticos ven en él una especie de David contra Goliat, luchando contra todos los poderes establecidos.
La reciente encuesta del CIEP pinta el panorama así: en septiembre, la aprobación estaba en un 53%, pero en octubre saltó al 63%. ¡Eso es un buen repunte! Dicen que estamos volviendo a los niveles de aprobación más altos que vimos en noviembre del año pasado. Más aún, el estudio revela que existe un sector de la población, unos ‘personalistas’, que respaldan al presidente más allá de sus acciones concretas, simplemente porque les gusta su manera de ser y de hablar. ¡Imagínate qué poderoso eso puede resultar!
Según los analistas, hay varias razones detrás de este fenómeno. Algunos hablan de su estilo directo y confrontativo, que conecta con la frustración de muchos ticos cansados de la política tradicional. Otros mencionan su habilidad para presentarse como un ‘outsider’, alguien ajeno a los juegos de poder. Y, claro, tampoco podemos olvidar la debilidad generalizada de la oposición, que no logra ofrecer una alternativa sólida y convincente.
Sergio Alfaro, del CIEP, apunta a una estrategia deliberada del oficialismo: mantener viva la conflictividad para generar un ‘rally around the flag’, es decir, unir a la gente en apoyo al presidente. Y la comunicación digital, especialmente en redes sociales, juega un papel fundamental en esta ecuación. Parece que el equipo de Chaves domina la conversación online, inundando las plataformas con mensajes cortos, emotivos y fáciles de compartir. Ese chunche lo tienen bien dominado.
Así que aquí estamos, mi pana, frente a un escenario insólito: un presidente rodeado de escándalos y con problemas urgentes por resolver, pero con una popularidad que desafía todas las predicciones. Entonces te pregunto, ¿crees que esta ola de apoyo a Chaves es genuina, o es producto de una estrategia mediática bien orquestada? ¿Y cuál será el impacto de esta situación en las próximas elecciones?
Verás, nadie se esperaba esto. Un presidente que enfrenta dos solicitudes de levantamiento de inmunidad, uno por el caso Cariñitos y otro por unas denuncias de ‘beligerancia’ que parecían sacadas de novela, y encima, mantener un promedio de homicidios que nos da escalofríos. Ya tú sabes, Costa Rica siempre ha sido tranquila, pero últimamente... ¡qué sal!
Y ni hablar de los temas de educación y seguridad, que andan bastante arrastrando los pies. Según la última encuesta del CIEP, la mayoría de la gente siente que las cosas han empeorado. En educación, casi la mitad dice que va peor que antes, y en seguridad… ¡uf!, casi el 70% piensa lo mismo. Una vara difícil para cualquier gobernante, máxime en los últimos meses de su periodo.
Pero ahí está el detalle, mi pana. A diferencia de otros presidentes que hubieran entrado en crisis profunda con semejantes problemas, Chaves parece fortalecerse con ellos. Como si la crítica lo hiciera más popular. ¡Qué carga! Parece que algunos ticos ven en él una especie de David contra Goliat, luchando contra todos los poderes establecidos.
La reciente encuesta del CIEP pinta el panorama así: en septiembre, la aprobación estaba en un 53%, pero en octubre saltó al 63%. ¡Eso es un buen repunte! Dicen que estamos volviendo a los niveles de aprobación más altos que vimos en noviembre del año pasado. Más aún, el estudio revela que existe un sector de la población, unos ‘personalistas’, que respaldan al presidente más allá de sus acciones concretas, simplemente porque les gusta su manera de ser y de hablar. ¡Imagínate qué poderoso eso puede resultar!
Según los analistas, hay varias razones detrás de este fenómeno. Algunos hablan de su estilo directo y confrontativo, que conecta con la frustración de muchos ticos cansados de la política tradicional. Otros mencionan su habilidad para presentarse como un ‘outsider’, alguien ajeno a los juegos de poder. Y, claro, tampoco podemos olvidar la debilidad generalizada de la oposición, que no logra ofrecer una alternativa sólida y convincente.
Sergio Alfaro, del CIEP, apunta a una estrategia deliberada del oficialismo: mantener viva la conflictividad para generar un ‘rally around the flag’, es decir, unir a la gente en apoyo al presidente. Y la comunicación digital, especialmente en redes sociales, juega un papel fundamental en esta ecuación. Parece que el equipo de Chaves domina la conversación online, inundando las plataformas con mensajes cortos, emotivos y fáciles de compartir. Ese chunche lo tienen bien dominado.
Así que aquí estamos, mi pana, frente a un escenario insólito: un presidente rodeado de escándalos y con problemas urgentes por resolver, pero con una popularidad que desafía todas las predicciones. Entonces te pregunto, ¿crees que esta ola de apoyo a Chaves es genuina, o es producto de una estrategia mediática bien orquestada? ¿Y cuál será el impacto de esta situación en las próximas elecciones?