¡Ay, Dios mío! Pues mire usted que aquí seguimos con la novela del Presidente Chaves. La última encuesta de OPol Consultores salió a rodar y pinta un panorama... interesante, digámoslo así. Según los números, el señor sigue teniendo un promedio de 7.4 puntos de aprobación. Eso sí, no se duerman porque la cosa está más dividida que gallina ciega en tirolesa.
Vamos por partes: casi la mitad de los encuestados – unos mae que saben de lo que hablan, vamos – le dieron al Presidente notas de 8, 9 o hasta 10. Ahí hay gente que cree firmemente en su visión, que piensa que este man está sacando a Costa Rica adelante a punta de pura pata y que las críticas son pura envidia. Les gusta cómo le ha metidole duro a las cosas, su estilo directo, aunque algunos digan que es un poco bocón.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, porque ahí anda rondando un 30% de la población que lo evalúa con menos de 5 puntos. Ese grupo está que trina, dicen que el Presidente va perdiendo el control de las cosas, que ha hecho más controversia que parche en carretera y que el país está pagando caro por sus decisiones impulsivas. Y ni hablar de esos riñazos mediáticos con otros políticos, ¡qué descaro!
Analizando bien la encuesta, parece que hay dos Costas Rica distintas peleándose a codazos. Uno que apoya fervientemente al Presidente, viendo en él un líder valiente que rompe esquemas; y otro que lo critica duramente, acusándolo de irresponsabilidad y populismo. Es como si estuviéramos viviendo en dos mundos paralelos, cada quien aferrado a su propia realidad, ey.
Ahora, no nos olvidemos del contexto. Esto pasa en un momento político complicado, con elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina y con la oposición buscando cualquier resquicio para atacarle. Además, la economía no está precisamente tirada de manteles, y eso siempre afecta la popularidad de cualquier gobierno, diay.
Muchos analistas señalan que, a pesar de la polarización, el Presidente sigue manteniendo una base sólida de apoyo, especialmente entre votantes jóvenes y aquellos que se sienten identificados con su discurso anti-establishment. Lo cual le permite seguir tomando decisiones audaces, sin importar tanto las quejas. Él sigue creyendo que está haciendo lo correcto, y eso se nota en sus declaraciones públicas, pues no se guarda nada.
Y hablando de declaraciones, recordemos la reciente pelea verbal con Luis Amador. ¡Qué mamila! El intercambio de pullas fue épico, pero tampoco ayudó mucho a mejorar la imagen del Presidente ante el público en general. Un mae que se mete en broncas a diario no inspira mucha confianza, ¿verdad?
En fin, la cosa está recontra interesante. Con este panorama, ¿usted qué piensa? ¿Cree que el Presidente Chaves logrará convencer a los críticos y mantener su popularidad, o estamos viendo el principio del fin de su gestión? ¿Será que esta polarización extrema afectará seriamente la estabilidad política de nuestro país?
Vamos por partes: casi la mitad de los encuestados – unos mae que saben de lo que hablan, vamos – le dieron al Presidente notas de 8, 9 o hasta 10. Ahí hay gente que cree firmemente en su visión, que piensa que este man está sacando a Costa Rica adelante a punta de pura pata y que las críticas son pura envidia. Les gusta cómo le ha metidole duro a las cosas, su estilo directo, aunque algunos digan que es un poco bocón.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, porque ahí anda rondando un 30% de la población que lo evalúa con menos de 5 puntos. Ese grupo está que trina, dicen que el Presidente va perdiendo el control de las cosas, que ha hecho más controversia que parche en carretera y que el país está pagando caro por sus decisiones impulsivas. Y ni hablar de esos riñazos mediáticos con otros políticos, ¡qué descaro!
Analizando bien la encuesta, parece que hay dos Costas Rica distintas peleándose a codazos. Uno que apoya fervientemente al Presidente, viendo en él un líder valiente que rompe esquemas; y otro que lo critica duramente, acusándolo de irresponsabilidad y populismo. Es como si estuviéramos viviendo en dos mundos paralelos, cada quien aferrado a su propia realidad, ey.
Ahora, no nos olvidemos del contexto. Esto pasa en un momento político complicado, con elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina y con la oposición buscando cualquier resquicio para atacarle. Además, la economía no está precisamente tirada de manteles, y eso siempre afecta la popularidad de cualquier gobierno, diay.
Muchos analistas señalan que, a pesar de la polarización, el Presidente sigue manteniendo una base sólida de apoyo, especialmente entre votantes jóvenes y aquellos que se sienten identificados con su discurso anti-establishment. Lo cual le permite seguir tomando decisiones audaces, sin importar tanto las quejas. Él sigue creyendo que está haciendo lo correcto, y eso se nota en sus declaraciones públicas, pues no se guarda nada.
Y hablando de declaraciones, recordemos la reciente pelea verbal con Luis Amador. ¡Qué mamila! El intercambio de pullas fue épico, pero tampoco ayudó mucho a mejorar la imagen del Presidente ante el público en general. Un mae que se mete en broncas a diario no inspira mucha confianza, ¿verdad?
En fin, la cosa está recontra interesante. Con este panorama, ¿usted qué piensa? ¿Cree que el Presidente Chaves logrará convencer a los críticos y mantener su popularidad, o estamos viendo el principio del fin de su gestión? ¿Será que esta polarización extrema afectará seriamente la estabilidad política de nuestro país?