San Ramón amaneció sacudido este sábado tras un choque monumental entre un carro pequeño y un camión monstruosamente grande. La escena, amigos, era digna de película, ¡qué torta! Según reporte de la Cruz Roja, ocho personas recibieron atención médica en el lugar, aunque dos lamentablemente se encuentran batallando por sus vidas en el hospital local.
El incidente ocurrió pasadas las dos y cuarenta y siete de la tarde en plena carretera a San José, justo donde siempre hay tráfico. Parece que el carro, un Toyota Runx de esos que le hacen modificaciones pa' lucirse, no vio venir al camión, un tráiler cargado de plátanos, o simplemente el conductor estaba distraído pensando en qué comer pa’ la noche. Las autoridades ya están investigando, claro, pero el panorama era complicado desde el primer momento.
Al llegar al sitio, los paramédicos se encontraron con una mezcla de metal retorcido, cristales rotos y gente corriendo de un lado a otro gritando “¡Ay Dios mío!”. Seis personas resultaron con heridas leves y golpes, pero decidieron que estaban bien, porque en Costa Rica somos así, nos aguantamos unos cuantos moretones para no meter lío. Pero esos dos, ay esos dos… la cosa se puso seria y tuvieron que llevarlos urgentes al hospital.
Testigos presenciales comentan que el golpe fue ensordecedor, casi como si explotara una bomba. Don Juanito, vendedor ambulante de empanadas que tiene puesto ahí cerca, dijo estar temblando aún. “Fue un susto tremendo, pensé que se caía la casa”, comentó mientras intentaba recuperar la compostura y ofrecer sus empanadas a los curiosos que se acercaban a mirar el accidente.”
Las ambulancias llegaron rapidísimo, con las sirenas a toda marcha, y la policía cerró la carretera para facilitar el trabajo de los equipos de rescate. Los bomberos también estuvieron ahí, asegurándose de que no hubiera riesgo de incendio, porque con tanta gasolina derramada, cualquier chispa podía haber encendido la cosa. Por suerte, eso no pasó, aunque el olor a quemado era nauseabundo.
Este tipo de accidentes, aunque desafortunados, nos recuerdan la importancia de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. Muchos conductores, diay, creen que la calle es su propiedad privada y se toman todas las libertades. Hay que ponerle atención y recordar que detrás de cada volante hay una vida humana, ¡y no queremos irnos al traste por culpa de la imprudencia ajena!
Las autoridades han llamado a la calma a la población y aseguran que están haciendo todo lo posible para esclarecer las causas del siniestro. Se espera que pronto haya más información disponible sobre el estado de salud de los dos heridos graves y sobre las posibles responsabilidades en este despiste. Mientras tanto, el tráfico en la zona ha sido desviado por rutas alternativas, generando algunos inconvenientes para los viajeros, pero nada que no podamos solucionar con un poco de paciencia.
Con este escenario tan preocupante, me pregunto: ¿Creen ustedes que las campañas de concientización vial realmente funcionan en Costa Rica, o deberíamos implementar medidas más drásticas para evitar estas tragedias que lastiman a tantas familias? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho escuchar sus ideas!
El incidente ocurrió pasadas las dos y cuarenta y siete de la tarde en plena carretera a San José, justo donde siempre hay tráfico. Parece que el carro, un Toyota Runx de esos que le hacen modificaciones pa' lucirse, no vio venir al camión, un tráiler cargado de plátanos, o simplemente el conductor estaba distraído pensando en qué comer pa’ la noche. Las autoridades ya están investigando, claro, pero el panorama era complicado desde el primer momento.
Al llegar al sitio, los paramédicos se encontraron con una mezcla de metal retorcido, cristales rotos y gente corriendo de un lado a otro gritando “¡Ay Dios mío!”. Seis personas resultaron con heridas leves y golpes, pero decidieron que estaban bien, porque en Costa Rica somos así, nos aguantamos unos cuantos moretones para no meter lío. Pero esos dos, ay esos dos… la cosa se puso seria y tuvieron que llevarlos urgentes al hospital.
Testigos presenciales comentan que el golpe fue ensordecedor, casi como si explotara una bomba. Don Juanito, vendedor ambulante de empanadas que tiene puesto ahí cerca, dijo estar temblando aún. “Fue un susto tremendo, pensé que se caía la casa”, comentó mientras intentaba recuperar la compostura y ofrecer sus empanadas a los curiosos que se acercaban a mirar el accidente.”
Las ambulancias llegaron rapidísimo, con las sirenas a toda marcha, y la policía cerró la carretera para facilitar el trabajo de los equipos de rescate. Los bomberos también estuvieron ahí, asegurándose de que no hubiera riesgo de incendio, porque con tanta gasolina derramada, cualquier chispa podía haber encendido la cosa. Por suerte, eso no pasó, aunque el olor a quemado era nauseabundo.
Este tipo de accidentes, aunque desafortunados, nos recuerdan la importancia de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. Muchos conductores, diay, creen que la calle es su propiedad privada y se toman todas las libertades. Hay que ponerle atención y recordar que detrás de cada volante hay una vida humana, ¡y no queremos irnos al traste por culpa de la imprudencia ajena!
Las autoridades han llamado a la calma a la población y aseguran que están haciendo todo lo posible para esclarecer las causas del siniestro. Se espera que pronto haya más información disponible sobre el estado de salud de los dos heridos graves y sobre las posibles responsabilidades en este despiste. Mientras tanto, el tráfico en la zona ha sido desviado por rutas alternativas, generando algunos inconvenientes para los viajeros, pero nada que no podamos solucionar con un poco de paciencia.
Con este escenario tan preocupante, me pregunto: ¿Creen ustedes que las campañas de concientización vial realmente funcionan en Costa Rica, o deberíamos implementar medidas más drásticas para evitar estas tragedias que lastiman a tantas familias? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho escuchar sus ideas!
