Maes, para nadie es un secreto que la vara de construir en Tiquicia se había puesto casi prohibitiva. Entre el costo de los materiales por las nubes y la inflación que nos tiene a todos con la billetera temblando, el sueño de la choza propia parecía cada vez más lejano. Pero agarrense, porque parece que agosto nos trajo una brisita de aire fresco. Según los compas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el costo de la construcción, tanto para edificios como para las tan necesarias viviendas de interés social, le bajó dos rayitas. Y ojo, que no es la primera vez: ya son cuatro meses seguidos de caídas. ¡Qué tuanis! Aunque sea un respiro pequeño, en este momento cualquier buena noticia se celebra como un gol de la Sele en el último minuto.
Diay, ¿y cómo se obró el milagro? Pues no fue magia, fue pura y simple economía de mercado. El informe del INEC desmenuza la vara y resulta que la mayoría de los chunches que se usan en una construcción bajaron de precio. Estamos hablando de que un 40% de los 70 artículos que miden en su índice se abarataron. La lista de los "héroes del ahorro" de este mes incluye cosas que suenan súper técnicas pero que son el pan de cada día en cualquier brete de construcción: tubos de PVC, las famosas vigas de acero, tanques de concreto prefabricados, las láminas de fibrocemento y las indispensables varillas de acero. O sea, el esqueleto y las venas de una futura casa o edificio ahora cuestan un poquito menos. Esto es una señal clarísima de que algo en la cadena de suministros, al fin, está empezando a normalizarse un poco.
Pero si hay una parte de esta noticia que de verdad ilusiona, es la que tiene que ver con la vivienda de interés social. Este es un tema sensible y que nos toca a todos. Ver que el índice de precios para este tipo de viviendas también bajó (-0.20%) es, sinceramente, una excelente noticia. Aquí los descuentos vinieron por el lado de los componentes estructurales de concreto, las tablillas de PVC (¡clásico de clásicos!), las puertas de madera, los tomacorrientes y hasta las piezas de madera. Son esos detalles los que, sumados, pueden hacer la diferencia para que una familia pulseadora finalmente pueda tener un techo digno. Es un pequeño paso, pero va en la dirección correcta para empezar a cerrar esa brecha de vivienda que tanto nos afecta como país.
Ahora, antes de que todos salgamos a pedir un préstamo para levantar la choza, hay que poner las cosas en perspectiva. Esta baja es una buenísima señal, pero es una pieza en un rompecabezas económico mucho más complejo. La vara es que el costo de vida general sigue por las nubes, las tasas de interés para los préstamos no son precisamente un regalo y conseguir el lote sigue siendo una odisea para la mayoría. Esta noticia del INEC es como encontrar un oasis en medio del desierto: te da un alivio increíble, pero todavía falta un trecho larguísimo por recorrer para llegar a un lugar seguro. No podemos pensar que este es el fin de los problemas, sino más bien un empujón para no perder la esperanza.
En resumen, la noticia es positiva y vale la pena celebrarla. Que el costo de los materiales baje por cuatro meses consecutivos es un indicador de que el mercado se está ajustando y que, con suerte, podríamos estar entrando en una etapa de mayor estabilidad en el sector construcción. Es un alivio directo para el bolsillo de quien se la está jugando con un proyecto y, más importante aún, una luz de esperanza para miles de familias que sueñan con una casa propia. Pero ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: ¿Creen que esta baja en los costos de construcción de verdad va a hacer una diferencia tangible para la gente que anda buscando casa? ¿O es apenas una curita en una herida mucho más grande de la economía tica? ¡Los leo en los comentarios!
Diay, ¿y cómo se obró el milagro? Pues no fue magia, fue pura y simple economía de mercado. El informe del INEC desmenuza la vara y resulta que la mayoría de los chunches que se usan en una construcción bajaron de precio. Estamos hablando de que un 40% de los 70 artículos que miden en su índice se abarataron. La lista de los "héroes del ahorro" de este mes incluye cosas que suenan súper técnicas pero que son el pan de cada día en cualquier brete de construcción: tubos de PVC, las famosas vigas de acero, tanques de concreto prefabricados, las láminas de fibrocemento y las indispensables varillas de acero. O sea, el esqueleto y las venas de una futura casa o edificio ahora cuestan un poquito menos. Esto es una señal clarísima de que algo en la cadena de suministros, al fin, está empezando a normalizarse un poco.
Pero si hay una parte de esta noticia que de verdad ilusiona, es la que tiene que ver con la vivienda de interés social. Este es un tema sensible y que nos toca a todos. Ver que el índice de precios para este tipo de viviendas también bajó (-0.20%) es, sinceramente, una excelente noticia. Aquí los descuentos vinieron por el lado de los componentes estructurales de concreto, las tablillas de PVC (¡clásico de clásicos!), las puertas de madera, los tomacorrientes y hasta las piezas de madera. Son esos detalles los que, sumados, pueden hacer la diferencia para que una familia pulseadora finalmente pueda tener un techo digno. Es un pequeño paso, pero va en la dirección correcta para empezar a cerrar esa brecha de vivienda que tanto nos afecta como país.
Ahora, antes de que todos salgamos a pedir un préstamo para levantar la choza, hay que poner las cosas en perspectiva. Esta baja es una buenísima señal, pero es una pieza en un rompecabezas económico mucho más complejo. La vara es que el costo de vida general sigue por las nubes, las tasas de interés para los préstamos no son precisamente un regalo y conseguir el lote sigue siendo una odisea para la mayoría. Esta noticia del INEC es como encontrar un oasis en medio del desierto: te da un alivio increíble, pero todavía falta un trecho larguísimo por recorrer para llegar a un lugar seguro. No podemos pensar que este es el fin de los problemas, sino más bien un empujón para no perder la esperanza.
En resumen, la noticia es positiva y vale la pena celebrarla. Que el costo de los materiales baje por cuatro meses consecutivos es un indicador de que el mercado se está ajustando y que, con suerte, podríamos estar entrando en una etapa de mayor estabilidad en el sector construcción. Es un alivio directo para el bolsillo de quien se la está jugando con un proyecto y, más importante aún, una luz de esperanza para miles de familias que sueñan con una casa propia. Pero ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: ¿Creen que esta baja en los costos de construcción de verdad va a hacer una diferencia tangible para la gente que anda buscando casa? ¿O es apenas una curita en una herida mucho más grande de la economía tica? ¡Los leo en los comentarios!