¡Ay, Dios mío! La Comisión para Promover la Competencia (Coprocom), esa que se supone debe vigilar que nadie haga trampa en los negocios, anda con un presupuesto que da pena. Resulta que, pa’ 2026, les dieron mil millones de colones, ¡y eso apenas alcanza pa’ el 40% de lo que la ley dice que deberían tener!
Viviana Blanco, la presidenta de la Coprocom, soltó la bomba: “Estamos frenados, mae. No podemos contratar gente ni comprar las herramientas necesarias para investigar si alguien está haciendo cosas turbias.” Imagínate, desde 2012 tenían la potestad de hacer visitas a las empresas, ¡pero nunca pudieron porque no tienen el equipamiento adecuado! Qué bronca.
Y no es que siempre haya sido así. En 2021, recibieron unos 669 millones, sí, pero todavía lejos del ideal. Han ido sumando poquito a poco, pero la brecha con lo que realmente necesitan sigue enorme. Se calcula que, según la ley, deberían estar manejando alrededor de dos mil cuatrocientos millones de colones. ¡Una diferencia abismal, pura verdad!
Lo peor de todo es que, con este presupuesto escaso, no pueden ni siquiera tener su propia página web. Ni siquiera pueden informar a la gente sobre los estudios que hacen o los avances en la fiscalización. Además, tienen poca gente trabajando, apenas 19 técnicos. Muchos se van de jubilación o renuncian, y no hay forma de reemplazarlos rápidamente. ¡Un brete!
Blanco recalcó que necesitan más recursos para poder analizar mejor los mercados y detectar colusiones, esas cosas raras en las que varias empresas se ponen de acuerdo para manipular precios y perjudicar a los consumidores. También quieren modernizarse y crear un laboratorio forense, pa' analizar mejor los datos y evitar que las empresas monopolicen los mercados. ¡Necesitan ponerlele más huevos a esto!
Pero no solo nosotros andamos así. Andrea Marván, presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica de México, dijo que muchos países de Latinoamérica tienen problemas parecidos. Algunos, como Italia, obligan a las empresas que cotizan en la bolsa a pagar un porcentaje de sus ganancias para financiar a la autoridad de competencia. Otros, como Portugal, toman parte del presupuesto de otras instituciones reguladoras, como las de telecomunicaciones o energía. Parece que todos buscando la manera de solucionar este problema.
Aquí en Costa Rica, en 2023 y 2024, la Asamblea Legislativa aprobó recursos extra, casi cuatrocientos millones de colones cada año. Pero el Ministerio de Hacienda no los liberó. Así que la Coprocom tuvo que demandar al Tribunal Contencioso Administrativo, ¡y ahora esperan una respuesta! Qué sal… En fin, parece que la burocracia nos está comiendo vivo.
Al final, Viviana Blanco fue clara: “La competencia es una política de Estado, necesitamos reglas claras y que se cumplan. Tenemos que invertir en la autoridad de competencia, no verlo como un gasto, sino como una inversión a futuro”. Diay, ¿cree usted que el Gobierno entenderá finalmente la importancia de darle a la Coprocom el presupuesto que necesita para que podamos tener una economía más justa y transparente? ¿O seguiremos viendo cómo la falta de recursos frena el desarrollo de nuestra nación?
Viviana Blanco, la presidenta de la Coprocom, soltó la bomba: “Estamos frenados, mae. No podemos contratar gente ni comprar las herramientas necesarias para investigar si alguien está haciendo cosas turbias.” Imagínate, desde 2012 tenían la potestad de hacer visitas a las empresas, ¡pero nunca pudieron porque no tienen el equipamiento adecuado! Qué bronca.
Y no es que siempre haya sido así. En 2021, recibieron unos 669 millones, sí, pero todavía lejos del ideal. Han ido sumando poquito a poco, pero la brecha con lo que realmente necesitan sigue enorme. Se calcula que, según la ley, deberían estar manejando alrededor de dos mil cuatrocientos millones de colones. ¡Una diferencia abismal, pura verdad!
Lo peor de todo es que, con este presupuesto escaso, no pueden ni siquiera tener su propia página web. Ni siquiera pueden informar a la gente sobre los estudios que hacen o los avances en la fiscalización. Además, tienen poca gente trabajando, apenas 19 técnicos. Muchos se van de jubilación o renuncian, y no hay forma de reemplazarlos rápidamente. ¡Un brete!
Blanco recalcó que necesitan más recursos para poder analizar mejor los mercados y detectar colusiones, esas cosas raras en las que varias empresas se ponen de acuerdo para manipular precios y perjudicar a los consumidores. También quieren modernizarse y crear un laboratorio forense, pa' analizar mejor los datos y evitar que las empresas monopolicen los mercados. ¡Necesitan ponerlele más huevos a esto!
Pero no solo nosotros andamos así. Andrea Marván, presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica de México, dijo que muchos países de Latinoamérica tienen problemas parecidos. Algunos, como Italia, obligan a las empresas que cotizan en la bolsa a pagar un porcentaje de sus ganancias para financiar a la autoridad de competencia. Otros, como Portugal, toman parte del presupuesto de otras instituciones reguladoras, como las de telecomunicaciones o energía. Parece que todos buscando la manera de solucionar este problema.
Aquí en Costa Rica, en 2023 y 2024, la Asamblea Legislativa aprobó recursos extra, casi cuatrocientos millones de colones cada año. Pero el Ministerio de Hacienda no los liberó. Así que la Coprocom tuvo que demandar al Tribunal Contencioso Administrativo, ¡y ahora esperan una respuesta! Qué sal… En fin, parece que la burocracia nos está comiendo vivo.
Al final, Viviana Blanco fue clara: “La competencia es una política de Estado, necesitamos reglas claras y que se cumplan. Tenemos que invertir en la autoridad de competencia, no verlo como un gasto, sino como una inversión a futuro”. Diay, ¿cree usted que el Gobierno entenderá finalmente la importancia de darle a la Coprocom el presupuesto que necesita para que podamos tener una economía más justa y transparente? ¿O seguiremos viendo cómo la falta de recursos frena el desarrollo de nuestra nación?