¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan esto, compas? Costa Rica, el país de Pura Vida, arrastrándonos por el fango en temas de seguridad. Resulta que un informe gringo, el del Índice Mundial de Crimen Organizado, nos puso a caer en picada, como papaya verde en la cafetera. De estar medio decentes en 2021, ahora estamos en el quinto asiento, ¡qué pena!
Para explicarles rápido, este índice mide qué tan metidos andamos en el mundo del hampa internacional. Cuanto más arriba estamos, peor nos va. El informe, que sale cada dos años, ya había avisado que estábamos empujando pelotas, pero nadie les prestó atención a los técnicos. Ahora, mira nomás, en 2023 pasamos del puesto 88 al 72, y en 2025 ni les cuento, ¡nos dieron una patada hasta el 58 entre 193 países! Es que parece que aquí la cosa está cambiando de maneras que nadie anticipaba.
Y no es cualquier cosita, brete. Según el informe, los malos están haciendo de las suyas en varios frentes. La trata de personas sigue siendo un problema bien cabrón, y el negocio sucio de vender cigarrillos y licor falsificado está explotando como volcán. Pero eso no es todo, porque ahora también están traficando droga dura y haciendo cosas raras con internet y el dinero – cibercrimenes y lavado de plata, pa' que se armen las ideas.
Lo más preocupante es que estos tipos, los delincuentes, no andan jugando. El informe dice que están usando amenazas y hasta golpes para controlar la situación, ¡qué cosa más fea! Aparentemente, han metido sus manos en todos lados, en negocios y empresas, y eso anda generando mucha violencia. Uno piensa: ¿hasta dónde van a llegar estos maes?
Pero esperen, que hay más. La Cámara de Comercio, que no se queda atrás en estas vainas, está encendidísima. Han dicho que el negocio de productos falsificados está creciendo a pasos agigantados – fertilizantes, zapatos, jabones, ropa… ¡todo! Dicen que esto ya equivale al 2% del Producto Interno Bruto (PIB), que es una suma importante. Además, alertan que los medicamentos falsificados se han triplicado, y muchos vienen directamente de Nicaragua, poniendo en riesgo nuestra salud. ¡Imagínate meterte algo que te puede hacer más daño que bien!
Y ahí no termina el show, diay. El informe también señala que el cigarrillo de contrabando está inundando el mercado, llegando a casi la mitad de lo que consumimos. Esto significa que el gobierno está perdiendo un dineral en impuestos, y la gente está comprando productos que pueden ser peligrosos para la salud. No solo eso, sino que estos vicios andan lavando dinero en llantas, bares y restaurantes. ¡Una verdadera maraña!
Al parecer, estas estructuras criminales están utilizando negocios aparentemente normales para esconder sus ganancias del narcotráfico. Es decir, que los dueños de esos lugares podrían estar involucrados sin siquiera saberlo, o quizás sí saben y están tapándose los ojos. El informe habla de más de cien comercios en San José bajo sospecha, entonces, ¡imagínense la magnitud del problema! Parece que el sector privado está bien vulnerable a estas mafias, y necesitamos ponerlele freno rápido.
Esto es serio, compas, y nos afecta a todos. ¿Cómo hacemos para frenar esta marea de delincuencia que nos está arrastrando? ¿Deberíamos pedir ayuda a otros países, invertir más en seguridad, o fortalecer la educación y crear mejores oportunidades para nuestros jóvenes? ¿Ustedes qué opinan? ¡Déjenme sus comentarios abajo!
Para explicarles rápido, este índice mide qué tan metidos andamos en el mundo del hampa internacional. Cuanto más arriba estamos, peor nos va. El informe, que sale cada dos años, ya había avisado que estábamos empujando pelotas, pero nadie les prestó atención a los técnicos. Ahora, mira nomás, en 2023 pasamos del puesto 88 al 72, y en 2025 ni les cuento, ¡nos dieron una patada hasta el 58 entre 193 países! Es que parece que aquí la cosa está cambiando de maneras que nadie anticipaba.
Y no es cualquier cosita, brete. Según el informe, los malos están haciendo de las suyas en varios frentes. La trata de personas sigue siendo un problema bien cabrón, y el negocio sucio de vender cigarrillos y licor falsificado está explotando como volcán. Pero eso no es todo, porque ahora también están traficando droga dura y haciendo cosas raras con internet y el dinero – cibercrimenes y lavado de plata, pa' que se armen las ideas.
Lo más preocupante es que estos tipos, los delincuentes, no andan jugando. El informe dice que están usando amenazas y hasta golpes para controlar la situación, ¡qué cosa más fea! Aparentemente, han metido sus manos en todos lados, en negocios y empresas, y eso anda generando mucha violencia. Uno piensa: ¿hasta dónde van a llegar estos maes?
Pero esperen, que hay más. La Cámara de Comercio, que no se queda atrás en estas vainas, está encendidísima. Han dicho que el negocio de productos falsificados está creciendo a pasos agigantados – fertilizantes, zapatos, jabones, ropa… ¡todo! Dicen que esto ya equivale al 2% del Producto Interno Bruto (PIB), que es una suma importante. Además, alertan que los medicamentos falsificados se han triplicado, y muchos vienen directamente de Nicaragua, poniendo en riesgo nuestra salud. ¡Imagínate meterte algo que te puede hacer más daño que bien!
Y ahí no termina el show, diay. El informe también señala que el cigarrillo de contrabando está inundando el mercado, llegando a casi la mitad de lo que consumimos. Esto significa que el gobierno está perdiendo un dineral en impuestos, y la gente está comprando productos que pueden ser peligrosos para la salud. No solo eso, sino que estos vicios andan lavando dinero en llantas, bares y restaurantes. ¡Una verdadera maraña!
Al parecer, estas estructuras criminales están utilizando negocios aparentemente normales para esconder sus ganancias del narcotráfico. Es decir, que los dueños de esos lugares podrían estar involucrados sin siquiera saberlo, o quizás sí saben y están tapándose los ojos. El informe habla de más de cien comercios en San José bajo sospecha, entonces, ¡imagínense la magnitud del problema! Parece que el sector privado está bien vulnerable a estas mafias, y necesitamos ponerlele freno rápido.
Esto es serio, compas, y nos afecta a todos. ¿Cómo hacemos para frenar esta marea de delincuencia que nos está arrastrando? ¿Deberíamos pedir ayuda a otros países, invertir más en seguridad, o fortalecer la educación y crear mejores oportunidades para nuestros jóvenes? ¿Ustedes qué opinan? ¡Déjenme sus comentarios abajo!
