¡Aguante! Últimamente hemos escuchado más de uno preocupado por si se está 'yendo al traste' por tener pensamientos raritos. Cosas que te pasan por la cabeza y te dejan pensando ‘¿qué onda conmigo?’ Bueno, tranquilos, porque hoy vamos a destapar este brete con ayuda de expertas. Parece que la vida moderna nos está jugando una mala pasada a muchos de nosotros.
Según la psicóloga clínica Dra. Ana Yendry Morales, esos pensamientos intrusivos que te asustan no son señal de que estás perdiendo la cabeza. Más bien, son algo bastante común, especialmente cuando estamos estresados, ansiosos o lidiando con algún problemón personal. Imagínate: tienes que entregar un proyecto urgente y empiezas a fantasear con dejarlo irse al traste, o piensas cosas que nunca harías realmente. ¡Eso le pasa a cualquiera!
La doctora explica que estos pensamientos llegan solos, sin que los invites, y muchas veces van en contra de lo que tú realmente crees. Eso te causa un montón de malestar, claro, porque tu mente está gritando '¡esto no es normal!' Pero ojo, ahí es donde está el truco: intentar controlarlos solo empeora la situación. Cuanto más luchas contra esos pensamientos, más insisten en aparecer, creando un círculo vicioso de preocupación y miedo.
¿Te suena familiar? Seguro que sí. Piensa en cuántas veces has tenido una idea negativa en la cabeza y, cuanto más intentabas olvidarla, más persistente se volvía. Ahí es donde entra el concepto de la 'relación' que tenemos con esos pensamientos. La ansiedad les da superpoderes, transformándolos en amenazas constantes, aunque en realidad sean ideas pasajeras sin ningún peligro real. Es como cuando ves una sombra y automáticamente piensas que es un monstruo, cuando en realidad es solo el árbol moviéndose con el viento.
Y aquí viene la buena noticia: existen maneras de manejar esto. La terapia, según la Dra. Morales, busca 'despatologizar' esos pensamientos, es decir, quitarles el aura de misterio y terror. Ayuda a entender de dónde vienen esas ideas, qué emociones las desencadenan, y cómo cambiar nuestra reacción ante ellas. En lugar de luchar contra los pensamientos intrusivos, aprendemos a aceptarlos, a dejarlos pasar como nubes en el cielo, sin aferrarnos a ellos.
Otro punto importantísimo es recordar que 'pensar no equivale a actuar'. Que tengas un pensamiento extraño no significa que vas a llevarlo a cabo. Esa es una diferencia fundamental que debemos internalizar. Cuando entendemos eso, la ansiedad empieza a perder fuerza y recuperamos la confianza en nuestra propia cordura. Es como resetear el sistema operativo de la mente y darle un nuevo enfoque.
Así que, si te encuentras batallando con pensamientos intrusivos, no te desesperes. Busca ayuda profesional si sientes que te está afectando demasiado, pero recuerda que no estás solo en esto. Muchos ticos sufren de lo mismo, y hay herramientas disponibles para ayudarte a recuperar la tranquilidad y la armonía mental. Y hablando de buscar ayuda, la clínica de la Dra. Morales tiene números de contacto, por si alguien necesita hablar con un especialista… 8872-0670, pégala bien. ¡Por si acaso!
Ahora, dime, ¿alguna vez te has topado con pensamientos intrusivos que te hayan quitado el sueño? ¿Cuál ha sido tu estrategia para lidiar con ellos y crees que la sociedad tica debería hablar más abiertamente sobre temas de salud mental para evitar tantos prejuicios?
Según la psicóloga clínica Dra. Ana Yendry Morales, esos pensamientos intrusivos que te asustan no son señal de que estás perdiendo la cabeza. Más bien, son algo bastante común, especialmente cuando estamos estresados, ansiosos o lidiando con algún problemón personal. Imagínate: tienes que entregar un proyecto urgente y empiezas a fantasear con dejarlo irse al traste, o piensas cosas que nunca harías realmente. ¡Eso le pasa a cualquiera!
La doctora explica que estos pensamientos llegan solos, sin que los invites, y muchas veces van en contra de lo que tú realmente crees. Eso te causa un montón de malestar, claro, porque tu mente está gritando '¡esto no es normal!' Pero ojo, ahí es donde está el truco: intentar controlarlos solo empeora la situación. Cuanto más luchas contra esos pensamientos, más insisten en aparecer, creando un círculo vicioso de preocupación y miedo.
¿Te suena familiar? Seguro que sí. Piensa en cuántas veces has tenido una idea negativa en la cabeza y, cuanto más intentabas olvidarla, más persistente se volvía. Ahí es donde entra el concepto de la 'relación' que tenemos con esos pensamientos. La ansiedad les da superpoderes, transformándolos en amenazas constantes, aunque en realidad sean ideas pasajeras sin ningún peligro real. Es como cuando ves una sombra y automáticamente piensas que es un monstruo, cuando en realidad es solo el árbol moviéndose con el viento.
Y aquí viene la buena noticia: existen maneras de manejar esto. La terapia, según la Dra. Morales, busca 'despatologizar' esos pensamientos, es decir, quitarles el aura de misterio y terror. Ayuda a entender de dónde vienen esas ideas, qué emociones las desencadenan, y cómo cambiar nuestra reacción ante ellas. En lugar de luchar contra los pensamientos intrusivos, aprendemos a aceptarlos, a dejarlos pasar como nubes en el cielo, sin aferrarnos a ellos.
Otro punto importantísimo es recordar que 'pensar no equivale a actuar'. Que tengas un pensamiento extraño no significa que vas a llevarlo a cabo. Esa es una diferencia fundamental que debemos internalizar. Cuando entendemos eso, la ansiedad empieza a perder fuerza y recuperamos la confianza en nuestra propia cordura. Es como resetear el sistema operativo de la mente y darle un nuevo enfoque.
Así que, si te encuentras batallando con pensamientos intrusivos, no te desesperes. Busca ayuda profesional si sientes que te está afectando demasiado, pero recuerda que no estás solo en esto. Muchos ticos sufren de lo mismo, y hay herramientas disponibles para ayudarte a recuperar la tranquilidad y la armonía mental. Y hablando de buscar ayuda, la clínica de la Dra. Morales tiene números de contacto, por si alguien necesita hablar con un especialista… 8872-0670, pégala bien. ¡Por si acaso!
Ahora, dime, ¿alguna vez te has topado con pensamientos intrusivos que te hayan quitado el sueño? ¿Cuál ha sido tu estrategia para lidiar con ellos y crees que la sociedad tica debería hablar más abiertamente sobre temas de salud mental para evitar tantos prejuicios?
