Estoy totalmente harto de escuchar la frase aquella de que Costa Rica es un país de paz, no porque tenga nada a favor de las guerras, no, de hecho, creo que las guerras son un deja vu de las etapas más primitivas del ser humano y nunca nos parecemos más a los australopitecos o a los homo erectus antropófagos que cuando participamos en una guerra. Sin embargo...
Sin embargo, en el caso puntual de Costa Rica, lo que nos imaginamos que somos y lo que nos han dicho que somos nos ha desgastado tanto que ya hemos llegado a un nivel de indiferencia de la realidad terrible y todo o casi todo por culpa de una imagen equivocada de nosotros mismos.
Recuerdo hace veinte años, en que, allá, una vez perdida, aparecía la noticia de un asesinato violento o de una violación. Pero ahora, basta con solo ver un periódico (y no solo la amoral Extra) sino cualquier periódico o ver un telenoticiario a cualquier hora del día, para darse cuenta uno de que la cosa cambió desde hace mucho tiempo y que lo único que diferencia a Costa Rica de un país en guerra es que en el nuestro no hubo nunca ninguna declaración oficial de guerra.
Sé que las comparaciones suelen ser odiosas, pero a veces no hay otra forma de tener una referencia real de lo que sucede en otros lugares que, por lo demás, no son tan diferentes de nosotros. Me gustaría que viéramos el ejemplo de México. Antes de conocer ese país, yo tenía una imagen que no podría estar más equivocado de la seguridad en ese país. Me dijeron que ahí la vida no valía nada, que si veías a alguien a los ojos, fijo te mataban, luego de torturararte y comerse tu corazón y luego te mataban de nuevo. Y bueno, para no entrar en más detalles, les comento que a pesar de haber pasada varios períodos de mi vida allá, la única ciudad en la que me han asaltado se llama San José. En México hay violencia y todo, pero la verdad es que si no estás metido en el narco, es difícil que te hagan nada. En Costa Rica, me da pena, pero creo que no se puede decir lo mismo.
Cómo es posible que cada día, un desperdicio de semen se suba en los buses a asaltar con pistola en mano a la ya de por sí masa de costarricenses que tienen que viajar en ese atroz medio de transporte. Cómo es posible que otros dos desperdicios de semen violen y maten o malmaten a tres muchachas luego de que estas salieran de algo que para ellos seguramente sea un misterio: el trabajo.
Y mientras todo estto pasa, nuestros políticos andan en cumbres iberoamericanas proclamando que Costa Rica es un país de paz. !POR FAVOR! COSTA RICA ES UNA NACION EN ESTADO DE SITIO. Lo única malo es que solo hay un ejército en las calles, el ejército de los malos, los narcotraficantes, los asesinos sin motivo, los violadores, los sicarios.
Mientras tanto, otra vez, "nuestros" políticos dicen que los que matan, pegan y violan son extranjeros. NO, no son extranjeros, la mayoría abismal de quienes se cagan en los ticos, son los ticos mismos.
El próximo año se cumplen los 60 años de que José Figueres Ferrer eliminó el ejército según él para impedir que más sangre costarricense fuera derramada a manos de los costarricenses mismos. Pero, yo tengo para mí, que el viejo pelón y corrupton amigo de la KGB (google) que fue José Figueres Ferrer en realidad lo hacía para curarse en salud e impedir que el mismo ejército lo echara a él del poder en un golpe de estado.
Pero sin entrar en esas polémicas, el objetivo para eliminar el ejército fracaso totalmente, hoy ticos matan a ticos, violan a ticos y le venden crack a ticos. Mientras tanto, estamos domesticados en la más grande todas las mentiras (Costa Rica es un país de paz) y no queremos darnos cuenta.
Necesitamos un ejército que mate a los desperdicios de óvulos y esperma que andan por las calles causando desgracias. Necesitamos un ejército que le meta miedo a los políticos ladrones y que sea la sombra permanente de sus pasis. Necesitamos un ejército que le calle el hocico a Daniel Ortega cada vez que se ponga a abusar de nuestra soberanía sobre el Río San Juan y el derecho a pescar y navegar en él.
Yo tengo amigos suizos que me cuentan de sus hazañas como militares (en suiza es necesario prestar el servicio no una vez y nunca más, como en casi todos los ejércitos del mundo, sino TODOS LOS AÑOS, durante unas semanas (aunque si solo quieres servir una vez en tu vida, también está la posibilidad de servir durante UN AÑO completo y te librarás para siempre de las navajas y las billeteras rojas del ejército suizo. Y, saben qué, no creo que ellos sean malas personas por saber manejar rifles, pistolas, metralladoras y puñales.
Sin embargo, en el caso puntual de Costa Rica, lo que nos imaginamos que somos y lo que nos han dicho que somos nos ha desgastado tanto que ya hemos llegado a un nivel de indiferencia de la realidad terrible y todo o casi todo por culpa de una imagen equivocada de nosotros mismos.
Recuerdo hace veinte años, en que, allá, una vez perdida, aparecía la noticia de un asesinato violento o de una violación. Pero ahora, basta con solo ver un periódico (y no solo la amoral Extra) sino cualquier periódico o ver un telenoticiario a cualquier hora del día, para darse cuenta uno de que la cosa cambió desde hace mucho tiempo y que lo único que diferencia a Costa Rica de un país en guerra es que en el nuestro no hubo nunca ninguna declaración oficial de guerra.
Sé que las comparaciones suelen ser odiosas, pero a veces no hay otra forma de tener una referencia real de lo que sucede en otros lugares que, por lo demás, no son tan diferentes de nosotros. Me gustaría que viéramos el ejemplo de México. Antes de conocer ese país, yo tenía una imagen que no podría estar más equivocado de la seguridad en ese país. Me dijeron que ahí la vida no valía nada, que si veías a alguien a los ojos, fijo te mataban, luego de torturararte y comerse tu corazón y luego te mataban de nuevo. Y bueno, para no entrar en más detalles, les comento que a pesar de haber pasada varios períodos de mi vida allá, la única ciudad en la que me han asaltado se llama San José. En México hay violencia y todo, pero la verdad es que si no estás metido en el narco, es difícil que te hagan nada. En Costa Rica, me da pena, pero creo que no se puede decir lo mismo.
Cómo es posible que cada día, un desperdicio de semen se suba en los buses a asaltar con pistola en mano a la ya de por sí masa de costarricenses que tienen que viajar en ese atroz medio de transporte. Cómo es posible que otros dos desperdicios de semen violen y maten o malmaten a tres muchachas luego de que estas salieran de algo que para ellos seguramente sea un misterio: el trabajo.
Y mientras todo estto pasa, nuestros políticos andan en cumbres iberoamericanas proclamando que Costa Rica es un país de paz. !POR FAVOR! COSTA RICA ES UNA NACION EN ESTADO DE SITIO. Lo única malo es que solo hay un ejército en las calles, el ejército de los malos, los narcotraficantes, los asesinos sin motivo, los violadores, los sicarios.
Mientras tanto, otra vez, "nuestros" políticos dicen que los que matan, pegan y violan son extranjeros. NO, no son extranjeros, la mayoría abismal de quienes se cagan en los ticos, son los ticos mismos.
El próximo año se cumplen los 60 años de que José Figueres Ferrer eliminó el ejército según él para impedir que más sangre costarricense fuera derramada a manos de los costarricenses mismos. Pero, yo tengo para mí, que el viejo pelón y corrupton amigo de la KGB (google) que fue José Figueres Ferrer en realidad lo hacía para curarse en salud e impedir que el mismo ejército lo echara a él del poder en un golpe de estado.
Pero sin entrar en esas polémicas, el objetivo para eliminar el ejército fracaso totalmente, hoy ticos matan a ticos, violan a ticos y le venden crack a ticos. Mientras tanto, estamos domesticados en la más grande todas las mentiras (Costa Rica es un país de paz) y no queremos darnos cuenta.
Necesitamos un ejército que mate a los desperdicios de óvulos y esperma que andan por las calles causando desgracias. Necesitamos un ejército que le meta miedo a los políticos ladrones y que sea la sombra permanente de sus pasis. Necesitamos un ejército que le calle el hocico a Daniel Ortega cada vez que se ponga a abusar de nuestra soberanía sobre el Río San Juan y el derecho a pescar y navegar en él.
Yo tengo amigos suizos que me cuentan de sus hazañas como militares (en suiza es necesario prestar el servicio no una vez y nunca más, como en casi todos los ejércitos del mundo, sino TODOS LOS AÑOS, durante unas semanas (aunque si solo quieres servir una vez en tu vida, también está la posibilidad de servir durante UN AÑO completo y te librarás para siempre de las navajas y las billeteras rojas del ejército suizo. Y, saben qué, no creo que ellos sean malas personas por saber manejar rifles, pistolas, metralladoras y puñales.