¡Ay, pata! La cosa está caliente con el tema de la basura en Costa Rica. Parece que estamos dando vueltas y vueltas sin llegar a ningún lado, y la ministra Mary Munive no parece muy dispuesta a echarle mano. Katherine Moreira, la diputada del PLN, soltó unas verdades que hicieron temblar las paredes del Congreso, acusándola de evitar cualquier tipo de diálogo constructivo.
Para refrescarles la memoria, llevamos meses lidiando con esta crisis. Montañas de basura creciendo, vecinos protestando, malos olores... un verdadero chinchorro. El problema es complejo: falta infraestructura, falta voluntad política, falta de conciencia ciudadana... ¡y falta mucho! Pero la diputada Moreira dice que la raíz del problema no es tanto la falta de leyes, sino la falta de coordinación entre el Ministerio de Salud y las autoridades locales. Según ella, el proyecto de ley para fortalecer el rol del ministerio está prácticamente listo, con un 90% de acuerdo con lo propuesto por el propio ministerio, pero ciertas cuestiones como la certificación de uso de suelo y transitorios para la implementación de nuevas funciones, siguen siendo piedras en el zapato.
Moreira explota diciendo que el ministerio quiere asumir funciones para las cuales aún no está preparado, requiriendo un período de capacitación. También criticó la insistencia del Ministerio de eliminar la potestad de los municipios para negar permisos de uso de suelo para parques ambientales, argumentando que eso afectaría la planificación territorial. “Eliminar esa potestad sería improcedente y afectaría la planificación territorial,” enfatizó, mostrando frustración por la falta de consenso.
Pero lo que realmente encendió la polémica fue la ausencia de la Ministra Munive en una mesa de trabajo con alcaldes de la Gran Área Metropolitana, representantes de diversas asociaciones locales y funcionarios gubernamentales. “Una vez más, el Ministerio no acudió al llamado de construir. En plena crisis de residuos, su ausencia en estos espacios es difícil de justificar. Nosotros seguimos tendiendo puentes; las puertas están abiertas para construir juntos, pero no quieren enviar ni un representante”, lanzó Moreira, dejando claro que el ambiente está tenso.
Por otro lado, apareció un nuevo proyecto de ley, presentado por el diputado Manuel Morales, enfocado en la valorización energética de los residuos. Moreira, aunque reconoce la importancia de explorar alternativas como la valorización energética, advierte que Costa Rica no tiene tiempo para perder y que necesita soluciones concretas e inmediatas. “Estamos listos para avanzar con un proyecto sólido, constitucional y técnicamente viable. Lo que falta es voluntad para sentarnos todos en la misma mesa”, recalcó, lanzando un nuevo reto directo a la ministra Munive: poner una fecha y hora para dialogar.
Muchos se preguntan si esta crispación política está nublando la capacidad de encontrar soluciones reales. ¿Será que se están priorizando intereses personales sobre el bienestar común? Algunos analistas sugieren que la falta de colaboración podría estar relacionada con tensiones internas dentro del partido de gobierno y con la proximidad de las elecciones. De hecho, incluso algunos miembros de otras fracciones políticas han manifestado preocupación por la polarización del debate y la dificultad de encontrar puntos en común.
La verdad es que la situación es apremiante. Las pilas se acumulan, los ríos se contaminan, y la salud pública está en riesgo. Se necesitan acciones urgentes y consensuadas, pero la reticencia del Ministerio de Salud a participar en el diálogo abierto deja un sabor amargo. Además, el enfoque en proyectos de largo plazo, como la valorización energética, puede diluir la atención de los problemas inmediatos que requieren soluciones rápidas.
En fin, la crisis de basura sigue siendo un dolor de cabeza nacional. ¿Cree usted que la Ministra Munive debería aceptar el desafío de Moreira y programar una reunión urgente con todas las partes interesadas para buscar una solución a esta problemática? ¿O considera que la politización del tema obstaculizará cualquier avance significativo hacia una gestión de residuos más eficiente y sostenible?
Para refrescarles la memoria, llevamos meses lidiando con esta crisis. Montañas de basura creciendo, vecinos protestando, malos olores... un verdadero chinchorro. El problema es complejo: falta infraestructura, falta voluntad política, falta de conciencia ciudadana... ¡y falta mucho! Pero la diputada Moreira dice que la raíz del problema no es tanto la falta de leyes, sino la falta de coordinación entre el Ministerio de Salud y las autoridades locales. Según ella, el proyecto de ley para fortalecer el rol del ministerio está prácticamente listo, con un 90% de acuerdo con lo propuesto por el propio ministerio, pero ciertas cuestiones como la certificación de uso de suelo y transitorios para la implementación de nuevas funciones, siguen siendo piedras en el zapato.
Moreira explota diciendo que el ministerio quiere asumir funciones para las cuales aún no está preparado, requiriendo un período de capacitación. También criticó la insistencia del Ministerio de eliminar la potestad de los municipios para negar permisos de uso de suelo para parques ambientales, argumentando que eso afectaría la planificación territorial. “Eliminar esa potestad sería improcedente y afectaría la planificación territorial,” enfatizó, mostrando frustración por la falta de consenso.
Pero lo que realmente encendió la polémica fue la ausencia de la Ministra Munive en una mesa de trabajo con alcaldes de la Gran Área Metropolitana, representantes de diversas asociaciones locales y funcionarios gubernamentales. “Una vez más, el Ministerio no acudió al llamado de construir. En plena crisis de residuos, su ausencia en estos espacios es difícil de justificar. Nosotros seguimos tendiendo puentes; las puertas están abiertas para construir juntos, pero no quieren enviar ni un representante”, lanzó Moreira, dejando claro que el ambiente está tenso.
Por otro lado, apareció un nuevo proyecto de ley, presentado por el diputado Manuel Morales, enfocado en la valorización energética de los residuos. Moreira, aunque reconoce la importancia de explorar alternativas como la valorización energética, advierte que Costa Rica no tiene tiempo para perder y que necesita soluciones concretas e inmediatas. “Estamos listos para avanzar con un proyecto sólido, constitucional y técnicamente viable. Lo que falta es voluntad para sentarnos todos en la misma mesa”, recalcó, lanzando un nuevo reto directo a la ministra Munive: poner una fecha y hora para dialogar.
Muchos se preguntan si esta crispación política está nublando la capacidad de encontrar soluciones reales. ¿Será que se están priorizando intereses personales sobre el bienestar común? Algunos analistas sugieren que la falta de colaboración podría estar relacionada con tensiones internas dentro del partido de gobierno y con la proximidad de las elecciones. De hecho, incluso algunos miembros de otras fracciones políticas han manifestado preocupación por la polarización del debate y la dificultad de encontrar puntos en común.
La verdad es que la situación es apremiante. Las pilas se acumulan, los ríos se contaminan, y la salud pública está en riesgo. Se necesitan acciones urgentes y consensuadas, pero la reticencia del Ministerio de Salud a participar en el diálogo abierto deja un sabor amargo. Además, el enfoque en proyectos de largo plazo, como la valorización energética, puede diluir la atención de los problemas inmediatos que requieren soluciones rápidas.
En fin, la crisis de basura sigue siendo un dolor de cabeza nacional. ¿Cree usted que la Ministra Munive debería aceptar el desafío de Moreira y programar una reunión urgente con todas las partes interesadas para buscar una solución a esta problemática? ¿O considera que la politización del tema obstaculizará cualquier avance significativo hacia una gestión de residuos más eficiente y sostenible?
