¡Ay, Dios mío! Esto sí que es novela. Resulta que Miroslav Anicic, ese croata buscado a nivel mundial por lavarles billetes y traficar droga a diestra y siniestra, finalmente llegó a su país natal gracias al esfuerzo de Interpol Costa Rica. El tipo andaba moviéndose como pez gordo, saltando de continente en continente, esquivando a la justicia por casi nueve años. Imagínate la torta que debió ser mantener eso escondido.
La historia comenzó allá por el 2012, cuando este señor fue arrestado junto con ocho cómplices en una megaoperación llamada 'Telaraña' que sacudieron Austria y Eslovenia. Ahí descubrieron que estaban mandando cocaína desde Bahamas y República Dominicana hasta Europa en aviones privados, ¡una verdadera carga! Parece que este Anicic era el cabecilla, juntito con una dama que tenía doble nacionalidad, croata y canadiense, dirigiendo una banda de peso con gente de varios países, colombianos, serbios... una rocola de criminales internacionales.
Lo que más llama la atención es cómo se mantuvo eludiendo a las autoridades. Pasó por Gibraltar, República Dominicana y acá en Costa Rica, ¡donde lo atraparon en San Carlos en el 2021! Según el Tribunal Penal de San José, llevábamos siguiéndole la pista desde hacía seis meses, con Interpol Croacia haciendo los contactos necesarios. Al parecer, nuestros agentes de Interpol lograron localizarlo gracias a un trabajo exhaustivo, ¡qué bueno que le pegaron!
Osvaldo Ramírez, el jefe de Interpol Costa Rica, nos contó que habían estado rastreándolo en Guanacaste y San Carlos. Dijo que la oficina trabaja incansablemente para ayudar a las policías de todo el mundo a encontrar a esos fugitivos que quieren huirse de la ley. “Dejemos claro que estamos comprometidos a coadyuvar a las policías a nivel mundial”, enfatizó. ¡Así se habla, compañero!
Pero la vaina se pone aún más interesante porque, durante el juicio en Croacia, Anicic soltó unas verdades escalofriantes, asegurando que conocía a Raúl Castro, el hermano del famoso Fidel. Dijo haberlo conocido en un viaje a las islas del Caribe y que también conoció al fallecido Hugo Chávez, presentados por un tal David Molina, un supuesto empresario con conexiones con Carlos Slim. ¡Eso huele a guarrazón, chunches y combinaciones turbias!
Después de ser condenado a 13 años de prisión, este señor se esfumó, aprovechando que estaba libre. Pero la Interpol no se queda quieta. Este caso demuestra que, aunque intentes esconderte, tarde o temprano te van a agarrar. Además, la información salió a la luz de que la USKOK, la oficina croata contra la corrupción, acusa a Anicic y sus compinches de organizar compras masivas de cocaína, ¡hasta 200 kilos por cargamento!
La investigación reveló que incluso tenían cómplices trabajando en aeropuertos clave en Europa, como los de Zagreb, Salzburgo y Stuttgart, facilitando el transporte de la droga. ¡Qué brete tan elaborado, diay! Las autoridades austriacas encontraron más de 100 kilos de cocaína en un auto rentado, valuados en unos cuatro millones de euros, ¡casi cinco millones de dólares! Una fortuna en droga lista para llegar a Europa.
Ahora bien, con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que la colaboración internacional antinarcóticos es suficiente para combatir eficazmente estas redes criminales transnacionales, o deberíamos enfocarnos más en atacar las causas sociales que impulsan a las personas a involucrarse en este tipo de actividades ilícitas?
La historia comenzó allá por el 2012, cuando este señor fue arrestado junto con ocho cómplices en una megaoperación llamada 'Telaraña' que sacudieron Austria y Eslovenia. Ahí descubrieron que estaban mandando cocaína desde Bahamas y República Dominicana hasta Europa en aviones privados, ¡una verdadera carga! Parece que este Anicic era el cabecilla, juntito con una dama que tenía doble nacionalidad, croata y canadiense, dirigiendo una banda de peso con gente de varios países, colombianos, serbios... una rocola de criminales internacionales.
Lo que más llama la atención es cómo se mantuvo eludiendo a las autoridades. Pasó por Gibraltar, República Dominicana y acá en Costa Rica, ¡donde lo atraparon en San Carlos en el 2021! Según el Tribunal Penal de San José, llevábamos siguiéndole la pista desde hacía seis meses, con Interpol Croacia haciendo los contactos necesarios. Al parecer, nuestros agentes de Interpol lograron localizarlo gracias a un trabajo exhaustivo, ¡qué bueno que le pegaron!
Osvaldo Ramírez, el jefe de Interpol Costa Rica, nos contó que habían estado rastreándolo en Guanacaste y San Carlos. Dijo que la oficina trabaja incansablemente para ayudar a las policías de todo el mundo a encontrar a esos fugitivos que quieren huirse de la ley. “Dejemos claro que estamos comprometidos a coadyuvar a las policías a nivel mundial”, enfatizó. ¡Así se habla, compañero!
Pero la vaina se pone aún más interesante porque, durante el juicio en Croacia, Anicic soltó unas verdades escalofriantes, asegurando que conocía a Raúl Castro, el hermano del famoso Fidel. Dijo haberlo conocido en un viaje a las islas del Caribe y que también conoció al fallecido Hugo Chávez, presentados por un tal David Molina, un supuesto empresario con conexiones con Carlos Slim. ¡Eso huele a guarrazón, chunches y combinaciones turbias!
Después de ser condenado a 13 años de prisión, este señor se esfumó, aprovechando que estaba libre. Pero la Interpol no se queda quieta. Este caso demuestra que, aunque intentes esconderte, tarde o temprano te van a agarrar. Además, la información salió a la luz de que la USKOK, la oficina croata contra la corrupción, acusa a Anicic y sus compinches de organizar compras masivas de cocaína, ¡hasta 200 kilos por cargamento!
La investigación reveló que incluso tenían cómplices trabajando en aeropuertos clave en Europa, como los de Zagreb, Salzburgo y Stuttgart, facilitando el transporte de la droga. ¡Qué brete tan elaborado, diay! Las autoridades austriacas encontraron más de 100 kilos de cocaína en un auto rentado, valuados en unos cuatro millones de euros, ¡casi cinco millones de dólares! Una fortuna en droga lista para llegar a Europa.
Ahora bien, con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que la colaboración internacional antinarcóticos es suficiente para combatir eficazmente estas redes criminales transnacionales, o deberíamos enfocarnos más en atacar las causas sociales que impulsan a las personas a involucrarse en este tipo de actividades ilícitas?
