Resulta de primera impresión sumemente difícil responder a esta delicada pregunta debido a que estamos hablando de personas, de seres humanos que tienen los mismos derechos, deberes y obligaciones que tenemos todos como conjunto dentro de una sociedad cada vez más segmentada y que ha evolucionado de acuerdo a los exigencias de sus mismos habitantes, aunque definitivamente no creo que se haya desarrollado de la mejor manera o de la forma más correcta de acuerdo a las practicas y costumbres heredadas de nuestros propios padres independientemente de creencias religiosas o dogmas sociales que ya vienen adheridos a nosotros desde muy jovenes.
Nuestra sociedad ha crecido muy desordenadamente en todos los campos pero también ha madurado en muchos aspectos y entre los aspectos sociales más marcados están las nuevas costumbres que cada uno de nosotros ha querido adoptar de acuerdo a las libertades que nos ha dado nuestro nuevo entorno, entre estos aspectos está la religión, la política y en este caso nuestra identidad sexual.
Creo firmemente que tenemos una sociedad de derecho pero también siento que la misma sociedad debe disponer de límites mínimos para que el conjunto de las normas lógicas se cumplan, y en este caso en particular, creo que independientemente de estar de acuerdo o no con la unión civil entre ciudadanos del mismo sexo debemos preguntarnos, al asumir ese derecho se asumen otros que cualquier individuo adquiere implícitamente y es el de la paternidad que logicamente no puede ir separado de la unión civil ya que legalmente les daría ese derecho.
La paternidad historicamente y de acerdo a cualquier creencia es asumida en el caso de parejas, por un hombre y una mujer, este campo o espacio no creo que deba ser modificado en el marco de uniones civiles, por la Iglesia o de hecho, porque simplemente no es correcto.
Creo firmemente en el derecho que tenemos todos a estar con la persona que creamos nos haga feliz porque esa es la finalidad de todo ser humano, ser feliz, pero legalizar la unión civil entre personas del mismo sexo sería como violentar la institución más sagrada que tiene toda sociedad, la familia, y es que como dije anteriormente si se legaliza este tipo de unión no podríamos ni tendríamos el derecho de negarles el derecho a la paternidad.
Este el punto medular por el que no aceptaría personalmente la legalización del matrimonio homosexual, porque con los demás derechos no creo que exista mayor problema pero el criar un hijo definitivamente no debe aceptarse, porque simplemente no es correcto, y no digo que no puedan ser exelentes padres pero creo que una apertura en este sentido traería más perjucios que beneficios.
En mi opinión muy personal tienen todo el derecho de amar y ser felices pero el de ser padres sinceramente no, sin que medie creencia religiosa alguna, sería antinatural y sería ir más en contra de Dios.
No juzgo, no señalo, eso se lo dejo a El, simplemente es una opinión de lo que creo debe ser lo correcto.