¡Ay, pata dura! Aquí seguimos con la bronca del agua en barrio Dent, San Pedro. Después de aquel chaparrón histórico del jueves pasado que dejó a varios vecinos con las casitas medio hundidas, la cosa no pinta tranquila. Ahora, todo depende de lo que esté pasando río arriba, allá en Sabanilla, porque si ahí llueve, aquí estamos fregados, diay.
Como ya saben, el barrio lleva tiempo conectado con sistemas de monitoreo de la UCR y del distrito de Sabanilla. Esto quiere decir que tienen ojitos en todo lo que pasa con el clima en esas zonas aledañas. Melina Dada, una de las afectadas, nos contaba que cuando el agua empieza a subir demasiado, les dan la voz de alerta para sacar las cosas importantes y buscar refugio. No es fácil perderla toda así como así, mae, pero bueno, hay que hacerle frente a la vida.
Y ojo, que la alerta no solo va para Dent propiamente dicho. También están pegao’ viendo qué onda en las calles 37, 39 y Los Negritos, que también corren peligro de quedarse bajo agua. Este sabadito tuvimos un avisito de tormenta y la neta, la tensión se sentía en el aire, pero lo importante es estar pendiente de cómo le va a Sabanilla. Porque, como decía Melina, “dependemos 100% de Sabanilla, lo que pase río arriba. Si ahí sigue lloviendo, aunque aquí no tengamos ni una gotera, nos inundamos”. ¡Menuda carga!
Según los técnicos, el riesgo real se activa con unas 50 pulgadas cúbicas de precipitación. Cuando se pasa de ese límite, la quebrada Los Negritos se desborda, trayendo consigo todo lo que encuentra a su paso. Ayer, los pronósticos hablaban de entre 30 y 60 centímetros cúbicos, así que las labores de limpieza en el barrio se pararon en seco al mediodía. Mejor prevenir que lamentar, ¿no creen?
Lo más complicado es cuando se junta la lluvia de Sabanilla con la que cae directamente en Dent. Entonces sí que la cosa se pone fea. Imagínate, el agua viene empujando desde arriba y al mismo tiempo te cae encima… ¡Qué torta! Afortunadamente, hasta ahora, la situación se ha mantenido controlada, pero la incertidumbre sigue presente en cada hogar.
Y hablando de control, mucha gente se está preguntando qué medidas preventivas se pueden tomar a largo plazo para evitar que esto vuelva a pasar. ¿Es suficiente con tener los sistemas de monitoreo? ¿Se necesita construir defensas ribereñas más robustas? Algunos sugieren mejorar el sistema de drenaje pluvial del barrio, pero eso implica inversión y trámites que llevan su tiempecito.
Pero no todo es preocupación en Dent. La comunidad se ha unido para apoyarse mutuamente, compartiendo alimentos y ofreciendo alojamiento a quienes perdieron sus pertenencias. Han organizado jornadas de limpieza voluntaria para retirar los escombros y empezar a reconstruir lo que se pudo. Eso demuestra la idiosincrasia pura de nosotros, los ticos, que siempre encontramos la forma de salir adelante, aunque la vara se ponga difícil.
Ahora bien, con tanta alerta roja y tanta incertidumbre rondando, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades deberían invertir más recursos en la prevención de riesgos climáticos en barrios vulnerables como Dent, o debería priorizarse la atención a las emergencias una vez que ocurren? ¡Déjeme saber su opinión en el foro!
Como ya saben, el barrio lleva tiempo conectado con sistemas de monitoreo de la UCR y del distrito de Sabanilla. Esto quiere decir que tienen ojitos en todo lo que pasa con el clima en esas zonas aledañas. Melina Dada, una de las afectadas, nos contaba que cuando el agua empieza a subir demasiado, les dan la voz de alerta para sacar las cosas importantes y buscar refugio. No es fácil perderla toda así como así, mae, pero bueno, hay que hacerle frente a la vida.
Y ojo, que la alerta no solo va para Dent propiamente dicho. También están pegao’ viendo qué onda en las calles 37, 39 y Los Negritos, que también corren peligro de quedarse bajo agua. Este sabadito tuvimos un avisito de tormenta y la neta, la tensión se sentía en el aire, pero lo importante es estar pendiente de cómo le va a Sabanilla. Porque, como decía Melina, “dependemos 100% de Sabanilla, lo que pase río arriba. Si ahí sigue lloviendo, aunque aquí no tengamos ni una gotera, nos inundamos”. ¡Menuda carga!
Según los técnicos, el riesgo real se activa con unas 50 pulgadas cúbicas de precipitación. Cuando se pasa de ese límite, la quebrada Los Negritos se desborda, trayendo consigo todo lo que encuentra a su paso. Ayer, los pronósticos hablaban de entre 30 y 60 centímetros cúbicos, así que las labores de limpieza en el barrio se pararon en seco al mediodía. Mejor prevenir que lamentar, ¿no creen?
Lo más complicado es cuando se junta la lluvia de Sabanilla con la que cae directamente en Dent. Entonces sí que la cosa se pone fea. Imagínate, el agua viene empujando desde arriba y al mismo tiempo te cae encima… ¡Qué torta! Afortunadamente, hasta ahora, la situación se ha mantenido controlada, pero la incertidumbre sigue presente en cada hogar.
Y hablando de control, mucha gente se está preguntando qué medidas preventivas se pueden tomar a largo plazo para evitar que esto vuelva a pasar. ¿Es suficiente con tener los sistemas de monitoreo? ¿Se necesita construir defensas ribereñas más robustas? Algunos sugieren mejorar el sistema de drenaje pluvial del barrio, pero eso implica inversión y trámites que llevan su tiempecito.
Pero no todo es preocupación en Dent. La comunidad se ha unido para apoyarse mutuamente, compartiendo alimentos y ofreciendo alojamiento a quienes perdieron sus pertenencias. Han organizado jornadas de limpieza voluntaria para retirar los escombros y empezar a reconstruir lo que se pudo. Eso demuestra la idiosincrasia pura de nosotros, los ticos, que siempre encontramos la forma de salir adelante, aunque la vara se ponga difícil.
Ahora bien, con tanta alerta roja y tanta incertidumbre rondando, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades deberían invertir más recursos en la prevención de riesgos climáticos en barrios vulnerables como Dent, o debería priorizarse la atención a las emergencias una vez que ocurren? ¡Déjeme saber su opinión en el foro!
