No tengo nada personal contra las mujeres, si bien sus atributos son el desatino de nosotros los hombres, es importante que alguien se pronuncie sobre la brutalidad del feminismo rampante en estos días.
Ejemplos sobran con oír los anuncios execrables del INAMU, donde pide igualdad para "las mujeres y las niñas". Yo me pregunto...y los niños que? A esos se los puede llevar el coco, no importa, según la veleidosa mentalidad de esas profesionales de pacotilla que promueven una campaña tan insulsa como divisoria y socialmente nosciva. Este tipo de anuncios cuando los oigo, me causan mareos, nauseas y un repudio que raya en un doloroso mal de estómago.
Hoy me encuentro en La Nación este artículo:
Desigualdad de género - OPINIÓN - La Nación
No sé como los hombres en Costa Rica toleramos estar oyendo estos comentarios tan absurdos, en el que parece que el sexo debil es el unico que tiene derecho a habitar en este país. Y es que desgraciadamente nosotros, los hombres, somos culpables por ser unos debilitos cobardes y no pronunciarnos ante lo que sabemos es una campaña soez, conflictiva y nauseabunda: la propaganda feminista del igualitarismo.
El igualitarismo falso con que las feministas están enfermando a la sociedad con su propaganda, lejos de hacerle bien a nuestra sociedad, simplemente está llevando a crear división entre hombres y mujeres, y en la familia como construcción fundamental. Lo que priva en este grupo es simplemente una lucha por ganar poder a costa de manipular y condicionar la percepción mutua entre hombres y mujeres, y está creando un germen de división. Ahora bien, no estoy hablando de superioridad de nadie, simplemente de complementaridad, por cuanto es un hecho que tanto el hombre y la mujer son importantes en la constitución de la sociedad. Las virtudes de cada sexo debería aprovecharse de una manera racional, no esa perspectiva competidora que el sistema le quiere meter a las mujeres, con esto están cayendo en un patrón de imitación de la sociedad patriarcal que algunas critican. Y es que dejémonos de cosas, la mentalidad agresiva y competitiva de la sociedad de consumo es patriarcal, es el terreno que quieren ver estas feministas atolondradas para empujar a el a todas las mujeres capaces de creerse ese embuste. Y parece que no cesan con su propaganda de querer convencer a las mayorías de todos esos mitos.
En cuanto a los hombres, esto que ha pasado es culpa nuestra, porque era deber nuestro proteger a las mujeres de esta barbarie en que han caído en estos tiempos. El hombre ha bajado mucho su perfil, de allí el ascenso de la mujer, el cual no ha sido más que una concesión de los hombres. Y si hubiera sido para bien. al menos.....pero no, todo lo contrario, más bien tenemos una sociedad menos moral, más conflictiva, tal parece que todo ese movimiento feminista no ha logrado hacer de nuestra sociedad un lugar mejor para ambos sexos. Y para el que salga con el cuento de la igualdad en Escandinavia, tendrá que toparse con una sociedad harto distinta a la costarricense, donde esa igualdad de derechos está amparada por una igualdad de deberes a los que aquí los ticos, y en este caso las mujeres, rehuyen como la sarna.
Y lo triste es que gracias a la cobardía y falta de guevitos de los hombres, la mujer se ha vuelto una mercancía, un producto de consumo hedonista. Yo me pregunto.....que tipo de niños pueden germinar de una sociedad en que tanto la mujer son buenos haciendo lo que les da la gana, pero que han dejado de lado responsabilidades y deberes fundamentales ante si mismas y la sociedad? Que tipo de sociedad denigra el sagrado don de la maternidad? Estos ha sido en parte el resultado de las luchas de esas alborotadoras feministas, agentes de desintegración social.
Pienso que las feministas no están enfocando su lucha de una forma adecuada, y que por el contrario, son un motor de división y de conflicto social.
Ejemplos sobran con oír los anuncios execrables del INAMU, donde pide igualdad para "las mujeres y las niñas". Yo me pregunto...y los niños que? A esos se los puede llevar el coco, no importa, según la veleidosa mentalidad de esas profesionales de pacotilla que promueven una campaña tan insulsa como divisoria y socialmente nosciva. Este tipo de anuncios cuando los oigo, me causan mareos, nauseas y un repudio que raya en un doloroso mal de estómago.
Hoy me encuentro en La Nación este artículo:
Desigualdad de género - OPINIÓN - La Nación
No sé como los hombres en Costa Rica toleramos estar oyendo estos comentarios tan absurdos, en el que parece que el sexo debil es el unico que tiene derecho a habitar en este país. Y es que desgraciadamente nosotros, los hombres, somos culpables por ser unos debilitos cobardes y no pronunciarnos ante lo que sabemos es una campaña soez, conflictiva y nauseabunda: la propaganda feminista del igualitarismo.
El igualitarismo falso con que las feministas están enfermando a la sociedad con su propaganda, lejos de hacerle bien a nuestra sociedad, simplemente está llevando a crear división entre hombres y mujeres, y en la familia como construcción fundamental. Lo que priva en este grupo es simplemente una lucha por ganar poder a costa de manipular y condicionar la percepción mutua entre hombres y mujeres, y está creando un germen de división. Ahora bien, no estoy hablando de superioridad de nadie, simplemente de complementaridad, por cuanto es un hecho que tanto el hombre y la mujer son importantes en la constitución de la sociedad. Las virtudes de cada sexo debería aprovecharse de una manera racional, no esa perspectiva competidora que el sistema le quiere meter a las mujeres, con esto están cayendo en un patrón de imitación de la sociedad patriarcal que algunas critican. Y es que dejémonos de cosas, la mentalidad agresiva y competitiva de la sociedad de consumo es patriarcal, es el terreno que quieren ver estas feministas atolondradas para empujar a el a todas las mujeres capaces de creerse ese embuste. Y parece que no cesan con su propaganda de querer convencer a las mayorías de todos esos mitos.
En cuanto a los hombres, esto que ha pasado es culpa nuestra, porque era deber nuestro proteger a las mujeres de esta barbarie en que han caído en estos tiempos. El hombre ha bajado mucho su perfil, de allí el ascenso de la mujer, el cual no ha sido más que una concesión de los hombres. Y si hubiera sido para bien. al menos.....pero no, todo lo contrario, más bien tenemos una sociedad menos moral, más conflictiva, tal parece que todo ese movimiento feminista no ha logrado hacer de nuestra sociedad un lugar mejor para ambos sexos. Y para el que salga con el cuento de la igualdad en Escandinavia, tendrá que toparse con una sociedad harto distinta a la costarricense, donde esa igualdad de derechos está amparada por una igualdad de deberes a los que aquí los ticos, y en este caso las mujeres, rehuyen como la sarna.
Y lo triste es que gracias a la cobardía y falta de guevitos de los hombres, la mujer se ha vuelto una mercancía, un producto de consumo hedonista. Yo me pregunto.....que tipo de niños pueden germinar de una sociedad en que tanto la mujer son buenos haciendo lo que les da la gana, pero que han dejado de lado responsabilidades y deberes fundamentales ante si mismas y la sociedad? Que tipo de sociedad denigra el sagrado don de la maternidad? Estos ha sido en parte el resultado de las luchas de esas alborotadoras feministas, agentes de desintegración social.
Pienso que las feministas no están enfocando su lucha de una forma adecuada, y que por el contrario, son un motor de división y de conflicto social.