¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con el tema del Presidete y su desafuero. Parece que esto nunca va a tener fin, ¿verdad, compas? Después de tanto ruido, parece que los diputados van a esperar a ver qué dice la comisión antes de tomar una decisión. ¡Qué brete!
Todo empezó con esas quince denuncias de beligerancia política que presentó el TSE, buscando que se le quite el fuerito al Presidente. Ya había pasado algo parecido con el caso BCIE–Cariñitos, pero ahí sí rechazaron el desafuero. Se acuerdan, con 34 votos a favor y 21 en contra, ¡pero no alcanzaron los 38 necesarios! Un despiche.
Esta vez, la mayoría de los diputados están diciendo que no van a meterle mano al asunto hasta que vean el informe de la comisión. Entendible, porque la cosa está muy caliente. La diputada Montserrat Ruiz, liberacionista de pura cepa, está analizando el caso con calma, tratando de hacer bien su chamba. Lo importante es que el país esté mirando y esperando a ver qué pasa.
Ruiz Guevara comentó que están revisando toda la evidencia, que ya le dieron la oportunidad de hablar al Presidente y ahora están analizando los aspectos legales y políticos de todo este embrollo. Dice que no es un trámite cualquiera, que estamos hablando de la figura presidencial y que la Asamblea tiene la obligación de controlar al gobierno. ¡Digo, obvio! Pero bueno, siempre es bueno recordarle las cosas.
El diputado Gilbert Jiménez, independiente de corazón, también se está tomando su tiempo para formar opinión. Al parecer, nadie quiere quemarse con este tema tan espinoso. Hasta la fracción del Frente Amplio se quedó calladita, esperando a Rocío Alfaro, que es quien está llevando la voz cantante dentro de la comisión. Qué carga aguantar estas estrategias políticas, diay.
Y no solo ellos; la bancada de Nueva República tampoco se anda por las ramas, analizándolo todo con lupa. En cambio, la diputada Gloria Navas Montero, con gallardía, ya se declaró a favor del desafuero. ¡Arre te metiste, Gloria! Le dijo directamente que iba a votar a favor, sin medias tintas. Así se habla, mae.
Pero ojo, que la historia no termina ahí. El Presidente, antes de irse de la comisión, soltó unas cuantas críticas duras contra Alejandra Larios, la presidenta de la comisión, y contra algunos magistrados del TSE. Rocío Alfaro hasta lo acusó de cobardía y misoginia, ¡qué chimba! Luego, Chaves se apareció en un acto público del Partido Pueblo Soberano, dando más vueltas a la madeja. Realmente, qué torta se armó.
Ahora, la comisión tiene que entregar sus informes, uno de mayoría y otro de minoría, antes del 1° de diciembre, aunque dicen que votarán antes. Si se aprueba el desafuero, el tema pasa al TSE y, dependiendo de lo que decidan, Chaves podría perder sus credenciales e incluso quedar inhabilitado. Y ahora les pregunto, compañeros: considerando la polarización actual y la incertidumbre económica, ¿creen que el proceso de desafuero de Chaves fortalecerá o debilitará la democracia costarricense?
Todo empezó con esas quince denuncias de beligerancia política que presentó el TSE, buscando que se le quite el fuerito al Presidente. Ya había pasado algo parecido con el caso BCIE–Cariñitos, pero ahí sí rechazaron el desafuero. Se acuerdan, con 34 votos a favor y 21 en contra, ¡pero no alcanzaron los 38 necesarios! Un despiche.
Esta vez, la mayoría de los diputados están diciendo que no van a meterle mano al asunto hasta que vean el informe de la comisión. Entendible, porque la cosa está muy caliente. La diputada Montserrat Ruiz, liberacionista de pura cepa, está analizando el caso con calma, tratando de hacer bien su chamba. Lo importante es que el país esté mirando y esperando a ver qué pasa.
Ruiz Guevara comentó que están revisando toda la evidencia, que ya le dieron la oportunidad de hablar al Presidente y ahora están analizando los aspectos legales y políticos de todo este embrollo. Dice que no es un trámite cualquiera, que estamos hablando de la figura presidencial y que la Asamblea tiene la obligación de controlar al gobierno. ¡Digo, obvio! Pero bueno, siempre es bueno recordarle las cosas.
El diputado Gilbert Jiménez, independiente de corazón, también se está tomando su tiempo para formar opinión. Al parecer, nadie quiere quemarse con este tema tan espinoso. Hasta la fracción del Frente Amplio se quedó calladita, esperando a Rocío Alfaro, que es quien está llevando la voz cantante dentro de la comisión. Qué carga aguantar estas estrategias políticas, diay.
Y no solo ellos; la bancada de Nueva República tampoco se anda por las ramas, analizándolo todo con lupa. En cambio, la diputada Gloria Navas Montero, con gallardía, ya se declaró a favor del desafuero. ¡Arre te metiste, Gloria! Le dijo directamente que iba a votar a favor, sin medias tintas. Así se habla, mae.
Pero ojo, que la historia no termina ahí. El Presidente, antes de irse de la comisión, soltó unas cuantas críticas duras contra Alejandra Larios, la presidenta de la comisión, y contra algunos magistrados del TSE. Rocío Alfaro hasta lo acusó de cobardía y misoginia, ¡qué chimba! Luego, Chaves se apareció en un acto público del Partido Pueblo Soberano, dando más vueltas a la madeja. Realmente, qué torta se armó.
Ahora, la comisión tiene que entregar sus informes, uno de mayoría y otro de minoría, antes del 1° de diciembre, aunque dicen que votarán antes. Si se aprueba el desafuero, el tema pasa al TSE y, dependiendo de lo que decidan, Chaves podría perder sus credenciales e incluso quedar inhabilitado. Y ahora les pregunto, compañeros: considerando la polarización actual y la incertidumbre económica, ¿creen que el proceso de desafuero de Chaves fortalecerá o debilitará la democracia costarricense?