¡Ay, Dios mío! Qué susto nos llevamos ayer en Colinas de Guácimo. Resulta que alguien se metió a bañarse en una cataráta por ahí y la corriente se la llevó justo así, sin previo aviso. La gente dice que estaba disfrutándose un merecido piquete después de un brete duro, pero bueno, a veces la Madre Naturaleza te da un coscorrón, ¿no?
Según nos cuentan los que estaban en el lugar, eran como unas veinte personas que estaban cerca cuando pasó la tragedia. Al principio pensaron que era una broma, pero cuando vieron cómo el río se llevaba a la persona, se armó el alboroto. Imagínatelo, unos gritos, unos corríos... ¡qué panorama!
La Cruz Roja llegó rapidito, con sirenas y todo el aparato, pero la verdad es que el terrenito por donde andan buscando es complicado, medio pedregoso y la corriente está bien brava. Movilizaron dos ambulancias y un carro de rescate, pero dicen que les está costando bastante poder meterse hasta donde pudo haber ido a parar la persona.
A pesar de que todavía no quieren soltar el nombre oficial, ya se rumorea por el pueblo quién es la persona desaparecida. Algunos dicen que es Don Juan, el vecino que siempre anda pescando en el río, otros aseguran que es una muchacha que venía de visita. Lo cierto es que toda la comunidad está preocupadísima y tratando de ayudar en lo que pueda.
Los vecinos de la zona están organizándose para apoyar en la búsqueda, ofreciendo comida y agua a los rescatistas, además de buscar en los alrededores. Hasta los niños se han ofrecido a ayudar, aunque obviamente tienen que estar supervisados. Se nota que hay un sentido de comunidad muy fuerte por allá, y eso le quita un poco de sal a la situación, mándale saludos.
Ahora, la clave va a estar en mantener la calma y esperar a que los expertos puedan hacer su trabajo. La fuerza del agua es tremenda, y puede llevar a la persona a cualquier lado. Los expertos explican que estos eventos pueden ocurrir por cambios climáticos repentinos o simplemente por la forma en que se origina el cauce del rio, ¡pues qué le vamos a hacer!
Y hablando de esto, me acuerdo de mi tío Abelardo, que una vez intentó cruzar el río Colorado en una llanta vieja... ¡casi se va al traste! Afortunadamente, algunos primos lo agarraron a tiempo, pero desde entonces él no se vuelve a acercar a un río. Eso sí, nos dio risa negra después, porque el mae quedó empapado y lleno de barro, ¡parecía un pulpo!
Esta situación nos hace reflexionar sobre lo importante que es tomar precauciones cuando vayamos a lugares como estos, especialmente en temporada de lluvias. El río puede cambiar de comportamiento en un abrir y cerrar de ojos, y no queremos que nadie termine sufriendo una desgracia así. Por eso, me pregunto: ¿Ustedes creen que deberíamos poner más señales de advertencia en estas cataratas para evitar accidentes similares en el futuro? Compartan sus ideas en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan!
Según nos cuentan los que estaban en el lugar, eran como unas veinte personas que estaban cerca cuando pasó la tragedia. Al principio pensaron que era una broma, pero cuando vieron cómo el río se llevaba a la persona, se armó el alboroto. Imagínatelo, unos gritos, unos corríos... ¡qué panorama!
La Cruz Roja llegó rapidito, con sirenas y todo el aparato, pero la verdad es que el terrenito por donde andan buscando es complicado, medio pedregoso y la corriente está bien brava. Movilizaron dos ambulancias y un carro de rescate, pero dicen que les está costando bastante poder meterse hasta donde pudo haber ido a parar la persona.
A pesar de que todavía no quieren soltar el nombre oficial, ya se rumorea por el pueblo quién es la persona desaparecida. Algunos dicen que es Don Juan, el vecino que siempre anda pescando en el río, otros aseguran que es una muchacha que venía de visita. Lo cierto es que toda la comunidad está preocupadísima y tratando de ayudar en lo que pueda.
Los vecinos de la zona están organizándose para apoyar en la búsqueda, ofreciendo comida y agua a los rescatistas, además de buscar en los alrededores. Hasta los niños se han ofrecido a ayudar, aunque obviamente tienen que estar supervisados. Se nota que hay un sentido de comunidad muy fuerte por allá, y eso le quita un poco de sal a la situación, mándale saludos.
Ahora, la clave va a estar en mantener la calma y esperar a que los expertos puedan hacer su trabajo. La fuerza del agua es tremenda, y puede llevar a la persona a cualquier lado. Los expertos explican que estos eventos pueden ocurrir por cambios climáticos repentinos o simplemente por la forma en que se origina el cauce del rio, ¡pues qué le vamos a hacer!
Y hablando de esto, me acuerdo de mi tío Abelardo, que una vez intentó cruzar el río Colorado en una llanta vieja... ¡casi se va al traste! Afortunadamente, algunos primos lo agarraron a tiempo, pero desde entonces él no se vuelve a acercar a un río. Eso sí, nos dio risa negra después, porque el mae quedó empapado y lleno de barro, ¡parecía un pulpo!
Esta situación nos hace reflexionar sobre lo importante que es tomar precauciones cuando vayamos a lugares como estos, especialmente en temporada de lluvias. El río puede cambiar de comportamiento en un abrir y cerrar de ojos, y no queremos que nadie termine sufriendo una desgracia así. Por eso, me pregunto: ¿Ustedes creen que deberíamos poner más señales de advertencia en estas cataratas para evitar accidentes similares en el futuro? Compartan sus ideas en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensan!