¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un lío. Parece sacado de novela, ¿verdad, maes? Yamil Calderón, un vecino tranquilo de Cartago, desapareció sin dejar rastro desde el lunes pasado. Se le vio por última vez saliendo de su trabajo en Heredia, y ahí se acabó el panorama. Sus familiares ya pusieron la denuncia al OIJ, preocupadísimos, imagínate.
Según cuentan los allegados, Yamil es un tipo responsable, siempre avisaba dónde iba. Esta desaparición es totalmente inusual, y eso precisamente es lo que tiene a todos alarmados. No hay ninguna pista clara de qué pudo haberle pasado. Dicen que estaba trabajando normal, sin problemas ni nada raro, y de repente… ¡puf!, desaparecido. Un verdadero brete para su familia, te digo.
Las autoridades están investigando todos los ángulos posibles. Revisaron sus redes sociales, contactaron a sus compañeros de trabajo, hablaron con vecinos... Todo para ver si encuentran alguna pista que les ayude a saber dónde anda el mae. Lo que preocupa es que no ha hecho ningún movimiento en su cuenta bancaria ni tampoco ha llamado a nadie de su círculo cercano. Algo así no es normal, diay.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lanzó un llamamiento público para pedir colaboración. Le piden a cualquier persona que tenga información, por mínima que sea, que se comunique al 800-8000-645. Que no sean tímidos, dicen. A veces, la información más insignificante puede ser la clave para resolver el misterio. El país entero está pendiente de este caso, buscando que aparezca sano y salvo.
Este caso roza lo inquietante, teniendo en cuenta que también tenemos otros temas que nos dan qué pensar. Recordemos el informe mundial que salió a la luz hace unos días, exponiendo supuestos casos de corrupción que involucran a nuestro presidente y a varios alcaldes y congresistas. ¡Qué carga! Ya estamos viendo cómo se va poniendo todo complicado por estos lados. Y ahora esto de Yamil, sumándole presión a la olla.
Y hablando de cosas turbias, apenas la semana pasada el OIJ pedía ayuda para encontrar a 12 prófugos del Cártel del Caribe Sur. Ya saben, esos delincuentes peligrosos que andan causando pena por varias zonas del país. Es como si hubiera una ola de problemas rondándonos, y eso da escalofríos, mándale saludos. Algunos ya empiezan a decir que deberíamos reforzar la seguridad en las calles y ponerle más lupa a las investigaciones.
Además, la gasolina sigue subiendo, y el bolsillo del pueblo sigue sufriendo. Entre tanto problema nacional e internacional, uno se siente un poco desorientado. Parece que nunca vamos a poder echar la vara hacia adelante sin enfrentar algún contratiempo. Pero bueno, como dice el dicho, “cuando el río suena, agua lleva”, esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y podamos respirar tranquilos pronto.
En fin, la desaparición de Yamil es una preocupación latente para muchos. Un hombre trabajador, padre de familia, simplemente desaparece. ¿Será que alguien lo secuestró? ¿Se fue voluntariamente y no quiere que lo encuentren? ¿O habrá sufrido algún accidente? Me pregunto, maes, ¿creen ustedes que deberíamos exigir una investigación más exhaustiva por parte del OIJ, o creen que simplemente debemos confiar en que harán lo posible para encontrarlo?
Según cuentan los allegados, Yamil es un tipo responsable, siempre avisaba dónde iba. Esta desaparición es totalmente inusual, y eso precisamente es lo que tiene a todos alarmados. No hay ninguna pista clara de qué pudo haberle pasado. Dicen que estaba trabajando normal, sin problemas ni nada raro, y de repente… ¡puf!, desaparecido. Un verdadero brete para su familia, te digo.
Las autoridades están investigando todos los ángulos posibles. Revisaron sus redes sociales, contactaron a sus compañeros de trabajo, hablaron con vecinos... Todo para ver si encuentran alguna pista que les ayude a saber dónde anda el mae. Lo que preocupa es que no ha hecho ningún movimiento en su cuenta bancaria ni tampoco ha llamado a nadie de su círculo cercano. Algo así no es normal, diay.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lanzó un llamamiento público para pedir colaboración. Le piden a cualquier persona que tenga información, por mínima que sea, que se comunique al 800-8000-645. Que no sean tímidos, dicen. A veces, la información más insignificante puede ser la clave para resolver el misterio. El país entero está pendiente de este caso, buscando que aparezca sano y salvo.
Este caso roza lo inquietante, teniendo en cuenta que también tenemos otros temas que nos dan qué pensar. Recordemos el informe mundial que salió a la luz hace unos días, exponiendo supuestos casos de corrupción que involucran a nuestro presidente y a varios alcaldes y congresistas. ¡Qué carga! Ya estamos viendo cómo se va poniendo todo complicado por estos lados. Y ahora esto de Yamil, sumándole presión a la olla.
Y hablando de cosas turbias, apenas la semana pasada el OIJ pedía ayuda para encontrar a 12 prófugos del Cártel del Caribe Sur. Ya saben, esos delincuentes peligrosos que andan causando pena por varias zonas del país. Es como si hubiera una ola de problemas rondándonos, y eso da escalofríos, mándale saludos. Algunos ya empiezan a decir que deberíamos reforzar la seguridad en las calles y ponerle más lupa a las investigaciones.
Además, la gasolina sigue subiendo, y el bolsillo del pueblo sigue sufriendo. Entre tanto problema nacional e internacional, uno se siente un poco desorientado. Parece que nunca vamos a poder echar la vara hacia adelante sin enfrentar algún contratiempo. Pero bueno, como dice el dicho, “cuando el río suena, agua lleva”, esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y podamos respirar tranquilos pronto.
En fin, la desaparición de Yamil es una preocupación latente para muchos. Un hombre trabajador, padre de familia, simplemente desaparece. ¿Será que alguien lo secuestró? ¿Se fue voluntariamente y no quiere que lo encuentren? ¿O habrá sufrido algún accidente? Me pregunto, maes, ¿creen ustedes que deberíamos exigir una investigación más exhaustiva por parte del OIJ, o creen que simplemente debemos confiar en que harán lo posible para encontrarlo?