¡Aguante, pues! Parece que los bolsillos de los ticos andan respirando un poquito más tranquilo. Un estudio reciente del MEIC nos revela que la deuda acumulada en tarjetas de crédito descendió un 2.39%, llegando a los ¢1.61 billones al cierre del primer semestre de este año. No es que nos hagamos millonarios de repente, ¡claro que no!, pero es un alivio ver que la cosa no está tan apretada como antes. Después de todo, entre inflación y todo, uno aprecia cualquier respiro.
Para ponerle pausa al asunto, hay que recordar que hace medio año, la deuda rondaba los ¢1.93 billones. Eso sí, aunque la deuda general bajó, no todo es miel sobre hojuelas; seguimos teniendo un montón de plásticos circulando, unos 3.010.639 tarjetas activas, entre titulares y adicionales. ¡Eso da para armar un buen lote de tarjetas, mae!
Y hablando de nuevos plásticos, parece que los bancos no paran de lanzarle chuches a la gente. Han aparecido 37 nuevos tipos de tarjetas desde diciembre pasado, ofreciendo tasas de interés que van desde un módico 3.19% en colones hasta un 38.36%. En dólares, la cosa se pone un poco más salada, con tasas entre 21% y 30.42%. Afortunadamente, el Banco Central está cuidando las cosas para que no se vayan de madre con la usura, así que ahí tenemos un poco de tranquilidad.
Lo bueno es que muchos de estos productos no te sacan un ojo de encima con cuotas de membresía, y si la hay, suele ser un vuelto. Lo más común es pagar entre $10 y $20 al año si renuevas la tarjeta, y casi nadie pide plata extra por las tarjetas adicionales. Con respecto a sacar billetes del cajero con la tarjeta, ahí sí te pueden cobrar, pero tampoco tanto, generalmente entre $1 y $5, dependiendo del banco o cooperativa.
Ahora, hablemos de lo que realmente le ha dado una patada al sistema: SINPE Móvil. ¡Este man ya llegó para quedarse! Más de 3.5 millones de usuarios lo usan para hacer sus pagos, generando alrededor de 15 millones de transacciones al mes. Se nota que la gente quiere olvidarse de cargar efectivo y apostar por la practicidad del celular. ¡Bien hecho!
Y no nos quedemos atrás con los datáfonos, porque cada vez más negocios tienen lectores NFC y QR, lo que facilita aún más los pagos sin contacto. Plataformas como Apple Pay, Google Pay y Samsung Wallet también están ganando terreno, especialmente entre los jóvenes que siempre andan buscando la forma más rápida y fácil de pagar. ¡La tecnología avanzando a toda máquina!
Pero no todo es color de rosa. Aunque las tarjetas de débito siguen sumando usuarios (ahora son 6.981.436), los recursos disponibles han disminuido. Esto, según el MEIC, se debe a factores como la temporada, el cambio de divisas y el aumento en el gasto y la inversión. ¡Es la vida, pues! Siempre hay altibajos en la economía. Hay que estar atentos y tratar de llevar las cuentas bajo control.
Entonces, ¿qué les parece a ustedes, compañeros? Con todos estos cambios en el panorama financiero, ¿creen que los costarricenses estamos manejando bien nuestras finanzas personales o todavía necesitamos darle más atención al ahorro y evitar caer en trampas de deudas? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan!
Para ponerle pausa al asunto, hay que recordar que hace medio año, la deuda rondaba los ¢1.93 billones. Eso sí, aunque la deuda general bajó, no todo es miel sobre hojuelas; seguimos teniendo un montón de plásticos circulando, unos 3.010.639 tarjetas activas, entre titulares y adicionales. ¡Eso da para armar un buen lote de tarjetas, mae!
Y hablando de nuevos plásticos, parece que los bancos no paran de lanzarle chuches a la gente. Han aparecido 37 nuevos tipos de tarjetas desde diciembre pasado, ofreciendo tasas de interés que van desde un módico 3.19% en colones hasta un 38.36%. En dólares, la cosa se pone un poco más salada, con tasas entre 21% y 30.42%. Afortunadamente, el Banco Central está cuidando las cosas para que no se vayan de madre con la usura, así que ahí tenemos un poco de tranquilidad.
Lo bueno es que muchos de estos productos no te sacan un ojo de encima con cuotas de membresía, y si la hay, suele ser un vuelto. Lo más común es pagar entre $10 y $20 al año si renuevas la tarjeta, y casi nadie pide plata extra por las tarjetas adicionales. Con respecto a sacar billetes del cajero con la tarjeta, ahí sí te pueden cobrar, pero tampoco tanto, generalmente entre $1 y $5, dependiendo del banco o cooperativa.
Ahora, hablemos de lo que realmente le ha dado una patada al sistema: SINPE Móvil. ¡Este man ya llegó para quedarse! Más de 3.5 millones de usuarios lo usan para hacer sus pagos, generando alrededor de 15 millones de transacciones al mes. Se nota que la gente quiere olvidarse de cargar efectivo y apostar por la practicidad del celular. ¡Bien hecho!
Y no nos quedemos atrás con los datáfonos, porque cada vez más negocios tienen lectores NFC y QR, lo que facilita aún más los pagos sin contacto. Plataformas como Apple Pay, Google Pay y Samsung Wallet también están ganando terreno, especialmente entre los jóvenes que siempre andan buscando la forma más rápida y fácil de pagar. ¡La tecnología avanzando a toda máquina!
Pero no todo es color de rosa. Aunque las tarjetas de débito siguen sumando usuarios (ahora son 6.981.436), los recursos disponibles han disminuido. Esto, según el MEIC, se debe a factores como la temporada, el cambio de divisas y el aumento en el gasto y la inversión. ¡Es la vida, pues! Siempre hay altibajos en la economía. Hay que estar atentos y tratar de llevar las cuentas bajo control.
Entonces, ¿qué les parece a ustedes, compañeros? Con todos estos cambios en el panorama financiero, ¿creen que los costarricenses estamos manejando bien nuestras finanzas personales o todavía necesitamos darle más atención al ahorro y evitar caer en trampas de deudas? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan!