¡Ay, Dios mío! Diciembre llegó con todo y nos dio una bofetada bien grande. Las estadísticas de la Policía de Tránsito están que apestan, parece que este diciembre va a seguir siendo un mes negro en nuestras carreteras. Al ritmo que vamos, me da urticaria pensar cuántas familias van a tener que pasar Navidad sin sus seres queridos. Con 17 días apenas transcurridos, ya tenemos 33 vidas truncadas, y eso sin contar los que quedan… ¡Qué desazón!
Si revisamos los archivos de años pasados, nos damos cuenta de que diciembre siempre ha sido complicado. El 2023 dejó 69 fallecidos en plena temporada navideña y el 2024 no se quedó atrás, con 65. Esto demuestra que, aunque se haga conciencia, todavía hay muchísima tela que cortar en lo que respecta a la seguridad vial. Nos hemos tragado la idea de que los festejos implican correr riesgos innecesarios, y ahí radica el problema.
Este año, la DGPT le pusoleña al asunto y reforzó los operativos en varias rutas clave, buscando frenar a esos pilotos que creen que la pista es suya. Se han concentrado fuertemente en La Sabana y en la Interamericana Norte (Ruta 1), donde la mayoría de la gente se dirige a Guanacaste y Puntarenas para gozar unos días de sol y playa. También andan moviéndose en la Ruta 27 (San José – Caldera), la 32 (San José – Limón) y la 2 (Interamericana Sur), vigilando que nadie se pase de la raya.
Y hablando de rutas complicadas, la 27 tendrá carril reversible como de costumbre, desde Pozón de Orotina hasta el peaje de Ciudad Colón, entre las 2 p.m. y las 6 p.m. los domingos de enero. Una medida necesaria, pa’ evitar que nos quedemos atascados como sardinas en lata. Además, los peajes de Florencio del Castillo (Ruta 2) y Zurquí (Ruta 32) se quedan gratis entre la media noche del 31 de diciembre y el mediodía del primero de enero, una pequeña alegría para aliviar el bolsillo.
Pero ojo, la cosa no termina ahí. A partir del 1 de enero, todos los conductores tienen que estar al día con el marchamo del 2026. Así que, si no te has espabilado, corre pa’llé porque la policía no anda con rodeos y te sacará el dinero a la fuerza. No es un juego, mae, es ley y toca cumplirla. Mejor pagar ahora que andar recibiendo una multa y el regaño encima.
El subdirector de Tránsito, Martín Sánchez Argüello, nos soltó unas recomendaciones importantes para todos, desde peatones hasta conductores experimentados. Les dice a los peatones que usen las aceras si están disponibles, y si no, que caminen en sentido contrario al tráfico. Por la noche, que prendan la luz del celular o usen ropa reflectante para que los vean venir. A los ciclistas les dice que eviten las autopistas y que sí usen casco. Y a los moteros, pues que respeten los límites de velocidad y que no se hagan los bravucones adelantando en doble línea amarilla. ¡Y a los que van en carro, cinturón puesto, siempre! Y si llevan niños, ¡booster obligatorio, por favor!
Las estadísticas pintan feo: hasta noviembre, 196 personas murieron por exceso de velocidad y otras 108 por invadir carril. Eso representa casi el 61% de todas las muertes en carretera. ¡Qué torta! El exceso de velocidad sigue siendo la principal causa de tragedias, año tras año. Como dice el subdirector, “salir sin prisas, conducir con calma, disfrutar del recorrido…” Suena lindo, ¿verdad? Pero pocos lo ponen en práctica. La prisa nos nubla el juicio y nos convierte en potenciales asesinos al volante.
Y ni hablar del celular, que se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Revisando WhatsApp, viendo TikTok, buscando direcciones... ¡Un desastre! Y luego nos sorprende que haya accidentes. Y lo del alcohol, ni hablar. Que si una cervecita no hace daño, que si un trago no afecta. ¡Mentira! El alcohol deteriora los reflejos y el buen juicio. Así que, si vas a tomar, ¡toma un taxi o pide a alguien sobrio que te lleve! Entonces, mi gente, dime yo: ¿Estamos realmente dispuestos a sacrificar nuestra seguridad y la de los demás por unos minutos de ahorro o por una simple distracción?
Si revisamos los archivos de años pasados, nos damos cuenta de que diciembre siempre ha sido complicado. El 2023 dejó 69 fallecidos en plena temporada navideña y el 2024 no se quedó atrás, con 65. Esto demuestra que, aunque se haga conciencia, todavía hay muchísima tela que cortar en lo que respecta a la seguridad vial. Nos hemos tragado la idea de que los festejos implican correr riesgos innecesarios, y ahí radica el problema.
Este año, la DGPT le pusoleña al asunto y reforzó los operativos en varias rutas clave, buscando frenar a esos pilotos que creen que la pista es suya. Se han concentrado fuertemente en La Sabana y en la Interamericana Norte (Ruta 1), donde la mayoría de la gente se dirige a Guanacaste y Puntarenas para gozar unos días de sol y playa. También andan moviéndose en la Ruta 27 (San José – Caldera), la 32 (San José – Limón) y la 2 (Interamericana Sur), vigilando que nadie se pase de la raya.
Y hablando de rutas complicadas, la 27 tendrá carril reversible como de costumbre, desde Pozón de Orotina hasta el peaje de Ciudad Colón, entre las 2 p.m. y las 6 p.m. los domingos de enero. Una medida necesaria, pa’ evitar que nos quedemos atascados como sardinas en lata. Además, los peajes de Florencio del Castillo (Ruta 2) y Zurquí (Ruta 32) se quedan gratis entre la media noche del 31 de diciembre y el mediodía del primero de enero, una pequeña alegría para aliviar el bolsillo.
Pero ojo, la cosa no termina ahí. A partir del 1 de enero, todos los conductores tienen que estar al día con el marchamo del 2026. Así que, si no te has espabilado, corre pa’llé porque la policía no anda con rodeos y te sacará el dinero a la fuerza. No es un juego, mae, es ley y toca cumplirla. Mejor pagar ahora que andar recibiendo una multa y el regaño encima.
El subdirector de Tránsito, Martín Sánchez Argüello, nos soltó unas recomendaciones importantes para todos, desde peatones hasta conductores experimentados. Les dice a los peatones que usen las aceras si están disponibles, y si no, que caminen en sentido contrario al tráfico. Por la noche, que prendan la luz del celular o usen ropa reflectante para que los vean venir. A los ciclistas les dice que eviten las autopistas y que sí usen casco. Y a los moteros, pues que respeten los límites de velocidad y que no se hagan los bravucones adelantando en doble línea amarilla. ¡Y a los que van en carro, cinturón puesto, siempre! Y si llevan niños, ¡booster obligatorio, por favor!
Las estadísticas pintan feo: hasta noviembre, 196 personas murieron por exceso de velocidad y otras 108 por invadir carril. Eso representa casi el 61% de todas las muertes en carretera. ¡Qué torta! El exceso de velocidad sigue siendo la principal causa de tragedias, año tras año. Como dice el subdirector, “salir sin prisas, conducir con calma, disfrutar del recorrido…” Suena lindo, ¿verdad? Pero pocos lo ponen en práctica. La prisa nos nubla el juicio y nos convierte en potenciales asesinos al volante.
Y ni hablar del celular, que se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Revisando WhatsApp, viendo TikTok, buscando direcciones... ¡Un desastre! Y luego nos sorprende que haya accidentes. Y lo del alcohol, ni hablar. Que si una cervecita no hace daño, que si un trago no afecta. ¡Mentira! El alcohol deteriora los reflejos y el buen juicio. Así que, si vas a tomar, ¡toma un taxi o pide a alguien sobrio que te lleve! Entonces, mi gente, dime yo: ¿Estamos realmente dispuestos a sacrificar nuestra seguridad y la de los demás por unos minutos de ahorro o por una simple distracción?