¡Ay, patético! Parece mentira, pero la realidad nos golpea: cada hora, diez personas acá en Costa Rica necesitan cuidados paliativos. No es un número menor, ¿eh? Y eso que hablamos de un servicio que, hasta hace poquito, era casi invisible. Parece que estamos viviendo más, sí, pero también más tiempo con enfermedades bien complejas y dolorosas.
Según datos frescos de la CCSS, el año pasado se dieron más de 86 mil consultas en medicina paliativa y casi 38 mil para manejo del dolor. ¡Una torta! Eso significa que la población va envejeciendo y, lamentablemente, arrastrando consigo un montón de enfermedades crónicas que les complican la existencia. Ya no es solo cuestión de vivir, sino de tener una calidad de vida decente, aunque las cosas estén difíciles.
Y no piensen que esto es novedad. Lo que pasó entre 2021 y 2024 es escalofriante: los síntomas generales subieron un 72%, las dolencias de espalda un 7%, las problemas en las articulaciones un 6% e incluso las infecciones de la piel o mucosas dispararon un 137%. Diay, parece que la vida nos está pegando duro, y necesitamos ayuda para afrontarla.
Indira Zecca, la directora del Centro Nacional para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos, nos aclaró algo importante: los cuidados paliativos no son solo para gente con cáncer. Aunque este sí sigue siendo el motivo principal por el cual la gente busca este tipo de atención, ahora hay muchísima gente con insuficiencia cardíaca, problemas respiratorios crónicos o enfermedades degenerativas que necesita alivio y apoyo. Es decir, no es solo ‘la última etapa’, es un acompañamiento constante.
¿Se imaginan el brete que tienen estos profesionales? Trabajan día y noche para aliviar el sufrimiento en todas sus formas. Según Zecca, cada consulta representa una historia humana, una vida llena de experiencias que merecen respeto y esperanza. Que te llegue el corazón ver cómo se dedican a mejorarle la vida a quienes más lo necesitan, ¿verdad?
Pero, a pesar de todos estos avances, todavía hay mucho por hacer. Tenemos que seguir educando a la población sobre la importancia de los cuidados paliativos y romper con el estigma que aún existe. Muchos creen que pedir ayuda es signo de debilidad, cuando en realidad es de valentía enfrentar la enfermedad con dignidad y apoyándose en los demás. Además, la demanda sigue creciendo, y necesitamos más recursos humanos y materiales para poder atender a todos los que lo necesitan. ¡Qué carga!
Lo bueno es que hay conciencia creciente sobre este tema. Cada vez más médicos y enfermeros se especializan en cuidados paliativos, y organizaciones sociales trabajan incansablemente para brindar apoyo a pacientes y familiares. También se están implementando programas piloto para llevar estos servicios a zonas rurales, donde la atención médica suele ser más limitada. Poca a poco, vamos avanzando, pero no podemos bajar la guardia.
En fin, la necesidad de cuidados paliativos en Costa Rica es innegable y seguirá aumentando. Conforme vivimos más, debemos asegurarnos de que esos años sean vividos con la mayor calidad posible, minimizando el sufrimiento y manteniendo la dignidad humana. Entonces, la gran pregunta queda abierta: ¿Estamos haciendo realmente todo lo posible para garantizar que todos los costarricenses tengan acceso a una atención paliativa digna y oportuna?
Según datos frescos de la CCSS, el año pasado se dieron más de 86 mil consultas en medicina paliativa y casi 38 mil para manejo del dolor. ¡Una torta! Eso significa que la población va envejeciendo y, lamentablemente, arrastrando consigo un montón de enfermedades crónicas que les complican la existencia. Ya no es solo cuestión de vivir, sino de tener una calidad de vida decente, aunque las cosas estén difíciles.
Y no piensen que esto es novedad. Lo que pasó entre 2021 y 2024 es escalofriante: los síntomas generales subieron un 72%, las dolencias de espalda un 7%, las problemas en las articulaciones un 6% e incluso las infecciones de la piel o mucosas dispararon un 137%. Diay, parece que la vida nos está pegando duro, y necesitamos ayuda para afrontarla.
Indira Zecca, la directora del Centro Nacional para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos, nos aclaró algo importante: los cuidados paliativos no son solo para gente con cáncer. Aunque este sí sigue siendo el motivo principal por el cual la gente busca este tipo de atención, ahora hay muchísima gente con insuficiencia cardíaca, problemas respiratorios crónicos o enfermedades degenerativas que necesita alivio y apoyo. Es decir, no es solo ‘la última etapa’, es un acompañamiento constante.
¿Se imaginan el brete que tienen estos profesionales? Trabajan día y noche para aliviar el sufrimiento en todas sus formas. Según Zecca, cada consulta representa una historia humana, una vida llena de experiencias que merecen respeto y esperanza. Que te llegue el corazón ver cómo se dedican a mejorarle la vida a quienes más lo necesitan, ¿verdad?
Pero, a pesar de todos estos avances, todavía hay mucho por hacer. Tenemos que seguir educando a la población sobre la importancia de los cuidados paliativos y romper con el estigma que aún existe. Muchos creen que pedir ayuda es signo de debilidad, cuando en realidad es de valentía enfrentar la enfermedad con dignidad y apoyándose en los demás. Además, la demanda sigue creciendo, y necesitamos más recursos humanos y materiales para poder atender a todos los que lo necesitan. ¡Qué carga!
Lo bueno es que hay conciencia creciente sobre este tema. Cada vez más médicos y enfermeros se especializan en cuidados paliativos, y organizaciones sociales trabajan incansablemente para brindar apoyo a pacientes y familiares. También se están implementando programas piloto para llevar estos servicios a zonas rurales, donde la atención médica suele ser más limitada. Poca a poco, vamos avanzando, pero no podemos bajar la guardia.
En fin, la necesidad de cuidados paliativos en Costa Rica es innegable y seguirá aumentando. Conforme vivimos más, debemos asegurarnos de que esos años sean vividos con la mayor calidad posible, minimizando el sufrimiento y manteniendo la dignidad humana. Entonces, la gran pregunta queda abierta: ¿Estamos haciendo realmente todo lo posible para garantizar que todos los costarricenses tengan acceso a una atención paliativa digna y oportuna?
