¡Ay, Dios mío! Resulta que las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), como la colitis ulcerosa y el mal de Crohn, no solo te dejan tieso de dolor físico, sino que también te pueden meter encima un buen desmadre mental. Parece mentira, ¿verdad?, pero la cosa es seria. Por eso, acá en Costa Rica y en toda la región, andamos buscando cómo echarle mano a la gente que padece estas afecciones.
Y no es solo acá, pues parece que la onda va en aumento. Según nos comentaron desde la Organización Panamericana de Crohn y Colitis, Latinoamérica está viviendo una aceleración en el número de casos. ¡Qué torta!, porque mientras en Europa la cosa se ha estabilizado un poco, aquí seguimos viendo cómo suben los números. Dicen que ya no son casos aislados, ¡diay!, qué preocupación.
Aquí en Costa Rica, varias organizaciones como la Asociación de Cuci y Chron están haciendo un esfuerzo grande con campañas como “Escuchá tu panza” y “No puedo esperar.” La idea es que la gente agarre conciencia, busque ayuda pronto y tenga acceso a los tratamientos más novedosos. Concientización, diagnóstico rápido y acompañamiento profesional: ahí está la clave para mejorar la calidad de vida de todos los afectados. Al final, nadie quiere vivir con un colon revoltoso, ¿verdad?
Pero ojo, porque si la cosa se arrastra y no se busca atención médica a tiempo, podrías terminar en una cirugía, quitándote parte del intestino delgado o incluso del colon. Y ni hablar si la situación llega a complicarse aún más… el diagnóstico de cáncer es un escenario que queremos evitar a toda costa. ¡Puajjj!, qué susto me da solo pensarlo.
Ahora, resulta que hay nuevos tratamientos dando vueltas, como la inyección de guselkumab de Johnson & Johnson. Este chunche promete ayudar a recuperar el intestino y volverlo a poner en forma – dicen que se logra una especie de “remisión clínica y endoscópica”, aunque no es una cura definitiva. Según cuentan, este fármaco bloquea una proteína llamada IL-23, que es la responsable de activar el sistema inmunitario y causar el ataque al intestino.
Un gastroenterólogo del Hospital Calderón Guardia, el doctor Óscar González, quien estuvo participando en la Semana Europea de Gastroenterología en Alemania, nos explica que mucha gente tiende a normalizar los síntomas y a pensar que “es el colon así mismo”. Pero dice que “lo normal debería ser estar bien”, y que es importante prestar atención a las señales de alerta. Señaló que dentro de ese proceso de aceptación, muchas veces pasamos por alto las “banderas rojas” que indican que necesitamos ir al médico. ¡Qué nivel de inconsciencia, wey!
Tatiana Deschamps, representante de Johnson & Johnson, nos comenta que están trabajando para llevar opciones de tratamiento por vía oral en el futuro. Además, recalca la importancia de buscar atención médica lo más pronto posible. Nos cuenta que en los estudios observaron que el medicamento ayudaba a mantener los síntomas bajo control y hasta lograba una “remisión completa” en algunos pacientes. Parece que hay esperanza, aunque todavía queda camino por recorrer.
Entonces, dime tú, ¿crees que las campañas de concientización son suficientes para cambiar la cultura de minimizar los problemas digestivos en Costa Rica, o deberíamos hacer mucho más para lograr que la gente busque ayuda temprana? ¿Qué medidas crees que serían más efectivas para combatir esta creciente ola de enfermedades inflamatorias intestinales en nuestra querida patria?
Y no es solo acá, pues parece que la onda va en aumento. Según nos comentaron desde la Organización Panamericana de Crohn y Colitis, Latinoamérica está viviendo una aceleración en el número de casos. ¡Qué torta!, porque mientras en Europa la cosa se ha estabilizado un poco, aquí seguimos viendo cómo suben los números. Dicen que ya no son casos aislados, ¡diay!, qué preocupación.
Aquí en Costa Rica, varias organizaciones como la Asociación de Cuci y Chron están haciendo un esfuerzo grande con campañas como “Escuchá tu panza” y “No puedo esperar.” La idea es que la gente agarre conciencia, busque ayuda pronto y tenga acceso a los tratamientos más novedosos. Concientización, diagnóstico rápido y acompañamiento profesional: ahí está la clave para mejorar la calidad de vida de todos los afectados. Al final, nadie quiere vivir con un colon revoltoso, ¿verdad?
Pero ojo, porque si la cosa se arrastra y no se busca atención médica a tiempo, podrías terminar en una cirugía, quitándote parte del intestino delgado o incluso del colon. Y ni hablar si la situación llega a complicarse aún más… el diagnóstico de cáncer es un escenario que queremos evitar a toda costa. ¡Puajjj!, qué susto me da solo pensarlo.
Ahora, resulta que hay nuevos tratamientos dando vueltas, como la inyección de guselkumab de Johnson & Johnson. Este chunche promete ayudar a recuperar el intestino y volverlo a poner en forma – dicen que se logra una especie de “remisión clínica y endoscópica”, aunque no es una cura definitiva. Según cuentan, este fármaco bloquea una proteína llamada IL-23, que es la responsable de activar el sistema inmunitario y causar el ataque al intestino.
Un gastroenterólogo del Hospital Calderón Guardia, el doctor Óscar González, quien estuvo participando en la Semana Europea de Gastroenterología en Alemania, nos explica que mucha gente tiende a normalizar los síntomas y a pensar que “es el colon así mismo”. Pero dice que “lo normal debería ser estar bien”, y que es importante prestar atención a las señales de alerta. Señaló que dentro de ese proceso de aceptación, muchas veces pasamos por alto las “banderas rojas” que indican que necesitamos ir al médico. ¡Qué nivel de inconsciencia, wey!
Tatiana Deschamps, representante de Johnson & Johnson, nos comenta que están trabajando para llevar opciones de tratamiento por vía oral en el futuro. Además, recalca la importancia de buscar atención médica lo más pronto posible. Nos cuenta que en los estudios observaron que el medicamento ayudaba a mantener los síntomas bajo control y hasta lograba una “remisión completa” en algunos pacientes. Parece que hay esperanza, aunque todavía queda camino por recorrer.
Entonces, dime tú, ¿crees que las campañas de concientización son suficientes para cambiar la cultura de minimizar los problemas digestivos en Costa Rica, o deberíamos hacer mucho más para lograr que la gente busque ayuda temprana? ¿Qué medidas crees que serían más efectivas para combatir esta creciente ola de enfermedades inflamatorias intestinales en nuestra querida patria?
