Todos tenemos un demonio adrentro, se llama ira. La ira te habla, te da consejos y te pide que hagas cosas. La ira es el peor consejero, es una guía para dementes, no lo escuches jamás. La ira tiene un apetito desmedido por destruir a quien se odia y se aborrece, por eso su conseje siempre es para satisfacer su apetito de destrucción y violencia. La ira te pedirá que agredas, que tomes un garrote y que destruyas a quién la ira te manda a detruir, y ¿porqué no? aplastar su cabeza con una piedra.
La ira te promete el placer satanico de destruir a tu enemigo con tus propias manos, tomarlo como a un miserable trapo y despedasarlo. Complacer este apetito, que trae el placer demente más bajo, destruye el alma y te convierte en una bestia. Que la ira nunca te guíe. Buenas noches a todos.
La ira te promete el placer satanico de destruir a tu enemigo con tus propias manos, tomarlo como a un miserable trapo y despedasarlo. Complacer este apetito, que trae el placer demente más bajo, destruye el alma y te convierte en una bestia. Que la ira nunca te guíe. Buenas noches a todos.
