Bueno, pues parece que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le dio un respiro a la región, al menos en papel. Anuncian que vamos a crecer un 2,4% en 2025, lo mismo que el año pasado. No es que estemos hablando de fiestas, eh, pero al menos no estamos cayendo a plomo como temíamos con toda esa bronca de los aranceles de Trump, que al principio nos tenían a todos sudando frío.
Según el FMI, la economía latinoamericana va a caer “ligeramente” al 2,3% en 2026. Un poquito así, nomás. Lo bueno es que parecen haber calmado las aguas con esos temores a los aranceles, dicen que fueron más suaves de lo esperado, gracias a Dios. Y encima, para nosotros, México se lleva la palma: ¡crecerían un 1% más de lo que pensaban!, eso sí da una alegría, porque saben cómo le pega al brete ese país.
Y hablando de alegrías, Brasil también anda creciendo, aunque a paso más tranquilo que el año pasado. En 2024 le anduvo muy bien, con un 3,4%, pero este año ya bajó un poco a 2,4%. Ya saben, ahí siempre hay moviditas con esas políticas económicas tan cambiantes. A nivel mundial, el FMI también subió un poco las expectativas generales, así que podríamos decir que el panorama pinta… digamos… menos feo de lo que esperábamos.
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. El FMI reconoce que todavía hay nubarones en el horizonte, como la inflación. Especialmente en México, dice el fondo, que está dando sorpresas al alza con los precios. Eso de que todo esté más caro nunca es bueno para nadie, ni para el gallito ni para el borrego. Y luego tienen esos mercados emergentes, que aparentan estar fuertes, pero si les das un empujón, se pueden ir al traste rapidito.
Argentina, precisamente, es un caso aparte. A pesar de que llevan años batallando con problemas financieros, el FMI estima que van a crecer un 4,5% en 2025. ¡Un cambio radical respecto al -1,3% del año anterior! Quién sabe qué magia negra están haciendo por allá abajo, pero bueno, si funciona, que siga. Colombia, Chile y Perú también andan por ahí, creciendo alrededor del 2,5%-2,9%, números decentes, vamos.
Ahora, el tema de estos aranceles de Trump… recuerdan cuando el tipo llegó al poder y prometió armar tremenda guerra comercial? Pues parece que el asunto se manejó como pudo, con acuerdos bilaterales y mucha inversión tecnológica. Aunque el FMI advierte que las políticas migratorias más estrictas en Estados Unidos podrían afectar su economía entre un 0,3% y un 0,7% anual. Ahí viene la chinche, señores, porque esa política afecta a muchísima gente y puede tener consecuencias graves.
Además, dicen que en Brasil ya se empiezan a ver señales de que la cosa se está frenando, con esas políticas monetarias y fiscales tan severas. Parece que quieren apretar demasiado el cinturón y eso, a la larga, no suele funcionar muy bien. Lo importante es mantener la calma y seguir trabajando duro, porque sabemos que la vida en Costa Rica no es fácil, pero tampoco imposible. Con maña y esfuerzo, siempre podemos salir adelante.
En fin, el panorama no es terrible, pero tampoco nos pongamos a bailar marimba aún. Tenemos desafíos importantes por delante, desde controlar la inflación hasta adaptarnos a los cambios económicos globales. Así que, díganme ustedes: ¿creen que estas proyecciones del FMI son realistas, o estamos ante otra sorpresa desagradable?, ¿y cuál creen que será el mayor reto para nuestra economía en los próximos dos años?
Según el FMI, la economía latinoamericana va a caer “ligeramente” al 2,3% en 2026. Un poquito así, nomás. Lo bueno es que parecen haber calmado las aguas con esos temores a los aranceles, dicen que fueron más suaves de lo esperado, gracias a Dios. Y encima, para nosotros, México se lleva la palma: ¡crecerían un 1% más de lo que pensaban!, eso sí da una alegría, porque saben cómo le pega al brete ese país.
Y hablando de alegrías, Brasil también anda creciendo, aunque a paso más tranquilo que el año pasado. En 2024 le anduvo muy bien, con un 3,4%, pero este año ya bajó un poco a 2,4%. Ya saben, ahí siempre hay moviditas con esas políticas económicas tan cambiantes. A nivel mundial, el FMI también subió un poco las expectativas generales, así que podríamos decir que el panorama pinta… digamos… menos feo de lo que esperábamos.
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. El FMI reconoce que todavía hay nubarones en el horizonte, como la inflación. Especialmente en México, dice el fondo, que está dando sorpresas al alza con los precios. Eso de que todo esté más caro nunca es bueno para nadie, ni para el gallito ni para el borrego. Y luego tienen esos mercados emergentes, que aparentan estar fuertes, pero si les das un empujón, se pueden ir al traste rapidito.
Argentina, precisamente, es un caso aparte. A pesar de que llevan años batallando con problemas financieros, el FMI estima que van a crecer un 4,5% en 2025. ¡Un cambio radical respecto al -1,3% del año anterior! Quién sabe qué magia negra están haciendo por allá abajo, pero bueno, si funciona, que siga. Colombia, Chile y Perú también andan por ahí, creciendo alrededor del 2,5%-2,9%, números decentes, vamos.
Ahora, el tema de estos aranceles de Trump… recuerdan cuando el tipo llegó al poder y prometió armar tremenda guerra comercial? Pues parece que el asunto se manejó como pudo, con acuerdos bilaterales y mucha inversión tecnológica. Aunque el FMI advierte que las políticas migratorias más estrictas en Estados Unidos podrían afectar su economía entre un 0,3% y un 0,7% anual. Ahí viene la chinche, señores, porque esa política afecta a muchísima gente y puede tener consecuencias graves.
Además, dicen que en Brasil ya se empiezan a ver señales de que la cosa se está frenando, con esas políticas monetarias y fiscales tan severas. Parece que quieren apretar demasiado el cinturón y eso, a la larga, no suele funcionar muy bien. Lo importante es mantener la calma y seguir trabajando duro, porque sabemos que la vida en Costa Rica no es fácil, pero tampoco imposible. Con maña y esfuerzo, siempre podemos salir adelante.
En fin, el panorama no es terrible, pero tampoco nos pongamos a bailar marimba aún. Tenemos desafíos importantes por delante, desde controlar la inflación hasta adaptarnos a los cambios económicos globales. Así que, díganme ustedes: ¿creen que estas proyecciones del FMI son realistas, o estamos ante otra sorpresa desagradable?, ¿y cuál creen que será el mayor reto para nuestra economía en los próximos dos años?
