¡Ay, Dios mío! Resulta que Elon Musk, el tipo que anda moviendo candela con sus jueguitos tecnológicos, casi llegó a tener la friolera suma de 500 mil millones de dólares. Forbes lo sacó a relucir, pa' que nos quedáramos con la boca abierta. Al final bajó un poquito, pero ahí anduvo, rozando la cima, demostrando que este mae sí sabe manejar la plata.
Para ponerle pausa a la vaina, esto viene de raíz. Sus empresas, Tesla y SpaceX, han ido viento en popa, agarrando fuerza después de unos tiempos turbios por andar metido en líos políticos allá afuera con el señor Trump. Parece que alejarse de la política le sentó bien al negocio, porque ahora mira cómo va; imparable, vamos. Tiene al mundo entero pendiente de qué inventarán ahora, si van a mandar gente a Marte o a hacer carros voladores. ¡Qué carga!
Pero no todo es color de rosa para el dueño de Twitter (o X, como ahora le dicen). Detrás de él, aparece Larry Ellison, el flaco de Oracle, con una buena suma también, unos 350 mil millones de dólares. No está tan lejos, y seguro estará pensando en cómo alcanzarlo, aunque eso parece tarea difícil. La competencia está servida, diay, y nosotros aquí viendo el espectáculo desde la butaca.
La verdad es que ver estas cifras te hace pensar en cosas raras. ¿Cómo es posible que una sola persona acumule tanta riqueza mientras hay gente pasando hambre? Es como de película, una historia digna de analizarla con calma, y hasta debatirnos sobre ella. Las diferencias sociales son cada vez más abismales, y estos casos extremos lo ponen de manifiesto. ¿Será que el sistema necesita un ajuste?
Y hablando de ajustes, aquí en Costa Rica, seguimos con nuestros propios bretes. La economía no anda precisamente chupón, y la incertidumbre sigue presente. Vemos cómo influyen estas situaciones globales en nuestro país, si afectará la entrega de visas o cualquier otra cosa. La volatilidad económica mundial siempre nos da un cosquilleo en el estómago, créeme. Hay que estar ojo avizor, pues.
Otro tema que nos ocupa es lo que pasa con Petro y la expulsión de la delegación israelí de Colombia. Una movida contundente, que refleja tensiones geopolíticas complejas. Este tipo de decisiones tienen repercusiones a nivel global y nos obligan a estar pendientes de cómo impactan nuestras relaciones internacionales. Lo que pasa allá afuera sí nos afecta, directito.
No podemos olvidar tampoco la reciente partida de Jane Goodall, una científica legendaria que dedicó su vida a estudiar a los chimpancés. Un ícono, una leyenda. Sus investigaciones fueron cruciales para entender a estos primates y para promover la conservación de su hábitat. Que en paz descanse, y que su legado siga inspirándonos a cuidar nuestro planeta. Una pérdida lamentable para la comunidad científica, ¡qué pena!
En fin, este tema de las fortunas astronómicas y los acontecimientos mundiales nos deja varias preguntas flotando en el aire. Si tuvieras la oportunidad de conocer a Elon Musk, ¿qué le preguntarías? ¿Creés que este tipo de concentraciones de riqueza son justas en un mundo lleno de desigualdades? ¡Déjanos tus comentarios y participemos en el debate!
Para ponerle pausa a la vaina, esto viene de raíz. Sus empresas, Tesla y SpaceX, han ido viento en popa, agarrando fuerza después de unos tiempos turbios por andar metido en líos políticos allá afuera con el señor Trump. Parece que alejarse de la política le sentó bien al negocio, porque ahora mira cómo va; imparable, vamos. Tiene al mundo entero pendiente de qué inventarán ahora, si van a mandar gente a Marte o a hacer carros voladores. ¡Qué carga!
Pero no todo es color de rosa para el dueño de Twitter (o X, como ahora le dicen). Detrás de él, aparece Larry Ellison, el flaco de Oracle, con una buena suma también, unos 350 mil millones de dólares. No está tan lejos, y seguro estará pensando en cómo alcanzarlo, aunque eso parece tarea difícil. La competencia está servida, diay, y nosotros aquí viendo el espectáculo desde la butaca.
La verdad es que ver estas cifras te hace pensar en cosas raras. ¿Cómo es posible que una sola persona acumule tanta riqueza mientras hay gente pasando hambre? Es como de película, una historia digna de analizarla con calma, y hasta debatirnos sobre ella. Las diferencias sociales son cada vez más abismales, y estos casos extremos lo ponen de manifiesto. ¿Será que el sistema necesita un ajuste?
Y hablando de ajustes, aquí en Costa Rica, seguimos con nuestros propios bretes. La economía no anda precisamente chupón, y la incertidumbre sigue presente. Vemos cómo influyen estas situaciones globales en nuestro país, si afectará la entrega de visas o cualquier otra cosa. La volatilidad económica mundial siempre nos da un cosquilleo en el estómago, créeme. Hay que estar ojo avizor, pues.
Otro tema que nos ocupa es lo que pasa con Petro y la expulsión de la delegación israelí de Colombia. Una movida contundente, que refleja tensiones geopolíticas complejas. Este tipo de decisiones tienen repercusiones a nivel global y nos obligan a estar pendientes de cómo impactan nuestras relaciones internacionales. Lo que pasa allá afuera sí nos afecta, directito.
No podemos olvidar tampoco la reciente partida de Jane Goodall, una científica legendaria que dedicó su vida a estudiar a los chimpancés. Un ícono, una leyenda. Sus investigaciones fueron cruciales para entender a estos primates y para promover la conservación de su hábitat. Que en paz descanse, y que su legado siga inspirándonos a cuidar nuestro planeta. Una pérdida lamentable para la comunidad científica, ¡qué pena!
En fin, este tema de las fortunas astronómicas y los acontecimientos mundiales nos deja varias preguntas flotando en el aire. Si tuvieras la oportunidad de conocer a Elon Musk, ¿qué le preguntarías? ¿Creés que este tipo de concentraciones de riqueza son justas en un mundo lleno de desigualdades? ¡Déjanos tus comentarios y participemos en el debate!
