http://www.elecocatolico.org/index.php?module=displaystory&story_id=936&format=html&fech=2009-11-15
Este artículo con respecto a la desigualdad en Costa Rica, nos llama la atención acerca de una realidad que muchas personas de clase media en nuestro país no perciben, y es que la desigualdad es tanta, que estos sectores no se percatan de la realidad en que viven la mayoría de sus compatriotas.
Recientemente estuve respondiendo las preguntas de una encuesta con respecto a las elecciones, donde entre otras cosas se clasificaba a las personas de acuerdo a su ingreso, y según estas encuestas, que utilizan la misma clasificación de la distribución del ingreso que el coeficiente de Gini, las familias cuyo ingreso promedio sobrepase el millón y pico de colones constituyen el nivel de ingresos más alto.
En ese sentido, la clase media, como sinónimo de un sector de la población donde las familias son lideradas por profesionales o medianos e incluso pequeños propietarios, donde sus hijos tienen acceso a estudios universitarios y básicos de calidad, tienen un consumo considerable(dos carros, viajes fuera del país, etc); no existe como tal de forma predominante en nuestro país, y constituyen más bien el sector que indistintamente llamamos los "ricos" a pesar de que su situación dista mucho de serlo a pesar de su relativa holgura.
Ciertamente, el país en la etapa posterior a los años 50 a través de los procesos de reforma social, logró avances considerables con respecto a sus vecinos en cuanto a desarrollo social, sin embargo la clase media producto de estas reformas dista mucho de ser la que nos vende el ideario "colectivo" nacional. La verdadera clase media costarricense tiene que pulsearla, está endeudada, es educada a "medias" y en general tiene una vulnerabilidad considerable hacia la pobreza.
Este dato con respecto a los salarios mínimos nos pone de manifiesto, en parte, este fenómeno ignorado por los políitcos, 1 de cada 3 empleados ganan menos del salario mínimo y muy pocos ganan más de un millón.
Tal parece que el hecho de ir a la universidad y graduarse, comprar una casa de más de $60000(que no es muy ostentosa), tener empleada doméstica, y darle una educación de calidad a los güilas, entre otras cosas, es un privilegio reservado para unos pocos, a pesar de ser algo que se percibe como "común y corriente" en Costa Rica, por parte de algunos sectores. Esto es bastante palpable cuando un costarricense en el extranjero describe el "paraíso" de clase media que es su país ante la audiencia extranjera. "En CR todo el mundo estudia en la universidad, todo el mundo vive en casas grandísimas, todos tienen empleadas domésticas".
Si estas personas que son las que en un futuro nos van a gobernar no tienen clara la realidad del país y presentan tales desarraigos con la realidad, veo muy difícil que podamos superar el subdesarrollo en el corto plazo.
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Sin embargo, en la segunda mitad del año el desplome en las principales economías del mundo fue la sombra que cubrió a países dependientes como Costa Rica: “Si tuviera que resumirlo diría que vivimos hoy en una sociedad más diferenciada y con más desigualdad”, puntualizó.
De acuerdo con el Informe, para asegurar la lucha contra la desigualdad social, el Estado debe incurrir en una verdadera reforma fiscal y en una decidida política de empleo y de salarios mínimos.
Precaria situación laboral
Según el Informe, el deterioro del ingreso promedio de los hogares, bajó en -0,3% en comparación con el 2007. Además, el salario mínimo real volvió a caer en los niveles de estancamiento registrados hasta el 2004. La tasa de desempleo abierto creció en 0,3 puntos porcentuales, al pasar de 4,6% a 4,9% a julio del 2008, dato que a esa fecha no reflejaba todavía la profundización de la crisis.
Sin embargo, uno de los datos más preocupantes es que casi 600 mil personas (33.5% del total de ocupados) reciben menos del salario mínimo, lo cual revela una paulatina precarización del empleo en el país. En el 2008, uno de cada tres ocupados recibió menos del salario mínimo de ley.
Las personas que sufren esta situación residen principalmente en las regiones periféricas, son en su mayoría jóvenes o adultos mayores, no han logrado completar su secundaria, laboran como asalariados del sector privado o por cuenta propia, en agricultura, servicios domésticos, comercio y construcción.
Su salario promedio mensual no excede los 116.924 colones. Si estas mismas personas recibieran al menos el salario mínimo, su mejoramiento en la calidad de vida hubiera producido un impacto en la reducción de la pobreza tal que se hubiera pasado de registrar un 17,7% a un 11,1%.
Y tal vez lo más grave, que la pobreza extrema se hubiera reducido en 2 puntos porcentuales. Sin decirlo abiertamente, el Informe critica la ausencia de una política de empleo que vele por el cumplimiento de los derechos laborales de la población.
Desigualdad: pésimas noticias
En cuanto a la desigualdad en los ingresos, la investigación constató que cuando se comparan los ingresos promedio mensuales de los hogares según su pertenencia a una clase social (1987-2008), se observan situaciones realmente contrastantes.
Mientras la clase alta casi duplicó sus ingresos, las clases obreras, los otros trabajadores y hasta los pequeños propietarios experimentaron un claro estancamiento.
La Encuesta de Hogares reveló que con respecto a la distribución del ingreso, mientras que los hogares en el primer quintil (los más pobres) poseen el 5,0% de los ingresos, el último quintil concentra el 50,4% de los ingresos de los hogares. En el 2008 fueron un 5,5% y 49,5% respectivamente.
En síntesis, en los últimos 20 años la estructura de clases se modificó profundamente. En la actualidad es mucho menos obrera y pequeña propietaria que antes. Las clases más afectadas por la falta de oportunidades laborales son los obreros agrícolas y los otros trabajadores. En síntesis, Costa Rica se aleja de la estructura de clases dual (propietarios y proletarios) o en forma de trípode (propietarios, proletarios y campesinos), tan características de las sociedades latinoamericanas de la segunda mitad del siglo pasado.
Este aumento en la desigualdad de ingresos y salarios, sólo confirman la persistencia de las tendencias, lo que para los investigadores “constituye una pésima noticia, pues Costa Rica se consolida en un nivel de alta desigualdad, que la aleja de los países desarrollados y la acerca a las naciones latinoamericanas, que como promedio regional ostentan los peores índices de concentración de la riqueza en todo el mundo”.
Este artículo con respecto a la desigualdad en Costa Rica, nos llama la atención acerca de una realidad que muchas personas de clase media en nuestro país no perciben, y es que la desigualdad es tanta, que estos sectores no se percatan de la realidad en que viven la mayoría de sus compatriotas.
Recientemente estuve respondiendo las preguntas de una encuesta con respecto a las elecciones, donde entre otras cosas se clasificaba a las personas de acuerdo a su ingreso, y según estas encuestas, que utilizan la misma clasificación de la distribución del ingreso que el coeficiente de Gini, las familias cuyo ingreso promedio sobrepase el millón y pico de colones constituyen el nivel de ingresos más alto.
En ese sentido, la clase media, como sinónimo de un sector de la población donde las familias son lideradas por profesionales o medianos e incluso pequeños propietarios, donde sus hijos tienen acceso a estudios universitarios y básicos de calidad, tienen un consumo considerable(dos carros, viajes fuera del país, etc); no existe como tal de forma predominante en nuestro país, y constituyen más bien el sector que indistintamente llamamos los "ricos" a pesar de que su situación dista mucho de serlo a pesar de su relativa holgura.
Ciertamente, el país en la etapa posterior a los años 50 a través de los procesos de reforma social, logró avances considerables con respecto a sus vecinos en cuanto a desarrollo social, sin embargo la clase media producto de estas reformas dista mucho de ser la que nos vende el ideario "colectivo" nacional. La verdadera clase media costarricense tiene que pulsearla, está endeudada, es educada a "medias" y en general tiene una vulnerabilidad considerable hacia la pobreza.
Este dato con respecto a los salarios mínimos nos pone de manifiesto, en parte, este fenómeno ignorado por los políitcos, 1 de cada 3 empleados ganan menos del salario mínimo y muy pocos ganan más de un millón.
Tal parece que el hecho de ir a la universidad y graduarse, comprar una casa de más de $60000(que no es muy ostentosa), tener empleada doméstica, y darle una educación de calidad a los güilas, entre otras cosas, es un privilegio reservado para unos pocos, a pesar de ser algo que se percibe como "común y corriente" en Costa Rica, por parte de algunos sectores. Esto es bastante palpable cuando un costarricense en el extranjero describe el "paraíso" de clase media que es su país ante la audiencia extranjera. "En CR todo el mundo estudia en la universidad, todo el mundo vive en casas grandísimas, todos tienen empleadas domésticas".
Si estas personas que son las que en un futuro nos van a gobernar no tienen clara la realidad del país y presentan tales desarraigos con la realidad, veo muy difícil que podamos superar el subdesarrollo en el corto plazo.