¡Ay, pata de palo! Parece que todavía nos cuesta ver a nuestros adultos mayores como activos valiosos en la sociedad. Entre machismos, prejuicios y la idea errónea de que ya cumplieron su brevet, muchos no aprovechan todo lo que pueden aportar. Pero el Colegio de Profesionales en Psicología ha lanzado una campaña llamada ‘EnvejeSER’ para darle un buen empujón a este asunto y recordarnos que la vida no termina con la jubilación, sino que apenas empieza.
La iniciativa, que lleva tres años rodando por el país, viene impulsada por la Organización Panamericana de la Salud, que está pidiendo a todos los gobiernos que se pongan las pilas en temas relacionados con la salud y bienestar de la población adulta mayor. No es que quieran hacerles la vida fácil simplemente, sino que reconocen que estas personas tienen mucho que ofrecer: conocimiento acumulado, experiencia, sabiduría… ¡Un tesoro nacional, vamos!
Y claro, como en cualquier otra área, hay mitos que derribar. Por ejemplo, la creencia de que todas las personas mayores son dependientes, enfermas y con pocas ganas de aprender cosas nuevas. ¡Qué tontería! Muchos siguen estudiando, viajando, haciendo voluntariado, emprendiendo negocios… Demasiados estereotipos y poca realidad, mi pana. Además, necesitamos adaptarnos a ellos; no esperar que se amolden a un mundo diseñado para jóvenes.
La psicóloga clínica Lara Mora, quien participó en el lanzamiento de la campaña, fue clara: “Es necesario que el país tome acciones inmediatas”. No basta con decir que queremos cuidar a nuestros ancianos; hay que demostrarlo con hechos concretos. Esto implica mejorar la infraestructura accesible, facilitar el transporte público, ofrecer programas educativos diseñados especialmente para ellos, e incluso crear incentivos para que las empresas contraten personal de la tercera edad – ¡porque a veces la experiencia vale más que la juventud!”.
Uno de los puntos clave que resalta la campaña es la necesidad de cambiar la mentalidad. Tenemos que dejar atrás la idea de que la vejez es sinónimo de decadencia y empezar a verla como una etapa llena de posibilidades. Muchos adultos mayores quieren seguir aprendiendo idiomas, tomando cursos de computación, participando en talleres de arte... ¡y quién sabe!, hasta lanzándose a emprender un nuevo negocio! Hay que abrirles las puertas y brindarles las herramientas necesarias para que puedan hacerlo.
Pero la responsabilidad no recae únicamente en las instituciones gubernamentales ni en las organizaciones privadas. Todos nosotros tenemos un papel que jugar. Desde tratar con respeto y paciencia a nuestros padres y abuelos, hasta involucrándonos en iniciativas comunitarias que promuevan el envejecimiento activo y saludable. Recordemos que algún día seremos nosotros los que disfrutaremos de esta etapa de la vida, así que mejor prepararnos ahora mismo.
Y hablando de preparación, es fundamental invertir en infraestructura adecuada para atender a la creciente población de adultos mayores. Esto incluye centros de atención diurna, residencias geriátricas con personal capacitado, hospitales con servicios especializados… ¡No podemos andar a medias tintas con este tema! Además, debemos garantizar que estos servicios sean accesibles económicamente para todos, independientemente de su nivel socioeconómico.
En fin, la campaña ‘EnvejeSER’ es una excelente oportunidad para reflexionar sobre cómo tratamos a nuestros adultos mayores y qué podemos hacer para construir una sociedad más inclusiva y equitativa. Ahora me pregunto, ¿qué medidas concretas consideras que deberían implementar las municipalidades para apoyar a las personas de la tercera edad en tu comunidad?
La iniciativa, que lleva tres años rodando por el país, viene impulsada por la Organización Panamericana de la Salud, que está pidiendo a todos los gobiernos que se pongan las pilas en temas relacionados con la salud y bienestar de la población adulta mayor. No es que quieran hacerles la vida fácil simplemente, sino que reconocen que estas personas tienen mucho que ofrecer: conocimiento acumulado, experiencia, sabiduría… ¡Un tesoro nacional, vamos!
Y claro, como en cualquier otra área, hay mitos que derribar. Por ejemplo, la creencia de que todas las personas mayores son dependientes, enfermas y con pocas ganas de aprender cosas nuevas. ¡Qué tontería! Muchos siguen estudiando, viajando, haciendo voluntariado, emprendiendo negocios… Demasiados estereotipos y poca realidad, mi pana. Además, necesitamos adaptarnos a ellos; no esperar que se amolden a un mundo diseñado para jóvenes.
La psicóloga clínica Lara Mora, quien participó en el lanzamiento de la campaña, fue clara: “Es necesario que el país tome acciones inmediatas”. No basta con decir que queremos cuidar a nuestros ancianos; hay que demostrarlo con hechos concretos. Esto implica mejorar la infraestructura accesible, facilitar el transporte público, ofrecer programas educativos diseñados especialmente para ellos, e incluso crear incentivos para que las empresas contraten personal de la tercera edad – ¡porque a veces la experiencia vale más que la juventud!”.
Uno de los puntos clave que resalta la campaña es la necesidad de cambiar la mentalidad. Tenemos que dejar atrás la idea de que la vejez es sinónimo de decadencia y empezar a verla como una etapa llena de posibilidades. Muchos adultos mayores quieren seguir aprendiendo idiomas, tomando cursos de computación, participando en talleres de arte... ¡y quién sabe!, hasta lanzándose a emprender un nuevo negocio! Hay que abrirles las puertas y brindarles las herramientas necesarias para que puedan hacerlo.
Pero la responsabilidad no recae únicamente en las instituciones gubernamentales ni en las organizaciones privadas. Todos nosotros tenemos un papel que jugar. Desde tratar con respeto y paciencia a nuestros padres y abuelos, hasta involucrándonos en iniciativas comunitarias que promuevan el envejecimiento activo y saludable. Recordemos que algún día seremos nosotros los que disfrutaremos de esta etapa de la vida, así que mejor prepararnos ahora mismo.
Y hablando de preparación, es fundamental invertir en infraestructura adecuada para atender a la creciente población de adultos mayores. Esto incluye centros de atención diurna, residencias geriátricas con personal capacitado, hospitales con servicios especializados… ¡No podemos andar a medias tintas con este tema! Además, debemos garantizar que estos servicios sean accesibles económicamente para todos, independientemente de su nivel socioeconómico.
En fin, la campaña ‘EnvejeSER’ es una excelente oportunidad para reflexionar sobre cómo tratamos a nuestros adultos mayores y qué podemos hacer para construir una sociedad más inclusiva y equitativa. Ahora me pregunto, ¿qué medidas concretas consideras que deberían implementar las municipalidades para apoyar a las personas de la tercera edad en tu comunidad?