¡Ay, Dios mío! Esto sí que está feo. Parece que el crimen organizado se ha puesto más creativo (y más pesado) con los comercios de nuestro país. Ya no basta con robarles, ahora les piden ‘peajes’ para poder trabajar tranquilos. ¡Qué torta! Pero ojo, que parece que hay luz al final del túnel porque algunos gatos listos ya le están dando duro a una propuesta para meterle presión a estos vándalos.
La jugada es así: un grupo de abogados y expertos en seguridad anda tramando una ley nueva que penalice severamente esta forma de extorsión. Según explican, la cosa está saliendo de control y los comerciantes, especialmente los más chiquitos, están desesperados. Angie Arce, una abogada que está metida hasta el cuello en esto, nos cuenta que la extorsión por ‘peaje’ se ha convertido en una nueva moda dentro del mundo del hampa, aprovechándose del vacío legal existente.
Y no es cualquier cosita, vamos. Estamos hablando de que mandan a alguien a cobrarle dinero directamente a los negocios, bajo amenaza. Dicen que incluso llegan a pedir ‘protección’, como si los dueños de los pulperías y almacenes necesitaran guardaespaldas para vender galletas y arroz. El exministro de Seguridad, Gustavo Mata, quien también se ha unido a esta movida, afirma que detrás de todo esto hay estructuras organizadas, gente pesada que no se anda con jueguitos.
Mata, quien conoce bien el brete de la inseguridad en Costa Rica, advierte que estas extorsiones podrían escalar a cosas aún más graves, como poner bombas o incendiar los negocios de quienes se nieguen a pagar. ¡Imagínate la bronca! Y lo peor es que, actualmente, solo existe el artículo 213 del Código Penal, que habla de extorsión general, pero no está hecho para enfrentar este tipo de modus operandi específico ligado al crimen organizado. Como dice el dicho, 'para pescado, agua clara'.
Por eso mismo, la propuesta que están manejando busca crear una figura penal específica para la extorsión por ‘peaje’, con penas de cárcel que van desde los cuatro hasta los diez años. Arce explica que esta severidad es necesaria para proteger todos los derechos de las personas y de los negocios afectados.
La jugada es así: un grupo de abogados y expertos en seguridad anda tramando una ley nueva que penalice severamente esta forma de extorsión. Según explican, la cosa está saliendo de control y los comerciantes, especialmente los más chiquitos, están desesperados. Angie Arce, una abogada que está metida hasta el cuello en esto, nos cuenta que la extorsión por ‘peaje’ se ha convertido en una nueva moda dentro del mundo del hampa, aprovechándose del vacío legal existente.
Y no es cualquier cosita, vamos. Estamos hablando de que mandan a alguien a cobrarle dinero directamente a los negocios, bajo amenaza. Dicen que incluso llegan a pedir ‘protección’, como si los dueños de los pulperías y almacenes necesitaran guardaespaldas para vender galletas y arroz. El exministro de Seguridad, Gustavo Mata, quien también se ha unido a esta movida, afirma que detrás de todo esto hay estructuras organizadas, gente pesada que no se anda con jueguitos.
Mata, quien conoce bien el brete de la inseguridad en Costa Rica, advierte que estas extorsiones podrían escalar a cosas aún más graves, como poner bombas o incendiar los negocios de quienes se nieguen a pagar. ¡Imagínate la bronca! Y lo peor es que, actualmente, solo existe el artículo 213 del Código Penal, que habla de extorsión general, pero no está hecho para enfrentar este tipo de modus operandi específico ligado al crimen organizado. Como dice el dicho, 'para pescado, agua clara'.
Por eso mismo, la propuesta que están manejando busca crear una figura penal específica para la extorsión por ‘peaje’, con penas de cárcel que van desde los cuatro hasta los diez años. Arce explica que esta severidad es necesaria para proteger todos los derechos de las personas y de los negocios afectados.