¡Ay, Dios mío! Parece que algunos patrones en este país todavía creen que las leyes migratorias son pura paja. La verdad es que contratar extranjeros sin los papeles correctos se ha vuelto un brete mayor, y las consecuencias... ¡uff!, te pueden dejar seco.
Según expertos de BDS Asesores, la llegada de talento extranjero sigue viento en popa, especialmente en áreas como tecnología, turismo y hasta en la manufactura. Pero ojo, porque no basta con tener a alguien que sabe programar como un campeón o atender a un turista con la sonrisa de oreja a oreja. Hay que cumplir con la ley, y a raja tabla, vamos.
La Ley General de Migración es clarísima: si un extranjero trabaja acá, necesita un permiso específico. No sirve la excusa de "tenemos trámites pendientes" ni "le estamos haciendo la visa". Eso no lo justifica, mae. Y si la persona entra por la ventana de la ventanilla de empresas registradas, pues perfecto, pero hay que estar súper atentos a esas fechas de vencimiento, porque si se va al traste… ¡tremenda bronca!
Y hablando de broncas, si la empresa no incorpora al trabajador a la CCSS desde el primer día, ya se mandaron una torta de cuidado. Además, la póliza de riesgos de trabajo es obligatoria, tanto para nacionales como para extranjeros. Imagínate, un accidente en el trabajo y encima tener problemas con la ley... ¡qué sal!
Pero la olla se pone a hervir cuando empiezas a hablar de multas. ¡Qué carga! La Dirección General de Migración no juega con esto. Pueden caerle multas que van desde los dos hasta los doce salarios base al patrón irresponsable. Y eso, mae, no es un chamaco. Eso te deja pintito.
Lo peor es que, además de las multas, pueden cerrar el negocio y deportar al trabajador. Una combinación de factores que nadie quiere vivir. Por eso, mi consejo es: sé diligente, verifica los documentos, haz un seguimiento constante. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Ahora bien, no todo es malo. Contratar personal extranjero puede ser una bendición si se hace bien. Puedes traer gente con habilidades que necesitas, dinamizar la economía y darle un empujón a tu empresa. Lo importante es hacerlo legalmente, con toda la responsabilidad del caso. Que no nos ande dando pena el país siendo conocidos como un lugar donde no se respetan las normas.
En fin, parece que el tema de la contratación de extranjeros es un chunche delicado, ¿no creen? Así que, díganme: ¿cuáles creen que son los mayores desafíos que enfrentan las empresas costarricenses al contratar talento extranjero y cómo podríamos mejorar el proceso para hacerlo más eficiente y transparente, protegiendo tanto los derechos de los trabajadores como los intereses de las empresas?
Según expertos de BDS Asesores, la llegada de talento extranjero sigue viento en popa, especialmente en áreas como tecnología, turismo y hasta en la manufactura. Pero ojo, porque no basta con tener a alguien que sabe programar como un campeón o atender a un turista con la sonrisa de oreja a oreja. Hay que cumplir con la ley, y a raja tabla, vamos.
La Ley General de Migración es clarísima: si un extranjero trabaja acá, necesita un permiso específico. No sirve la excusa de "tenemos trámites pendientes" ni "le estamos haciendo la visa". Eso no lo justifica, mae. Y si la persona entra por la ventana de la ventanilla de empresas registradas, pues perfecto, pero hay que estar súper atentos a esas fechas de vencimiento, porque si se va al traste… ¡tremenda bronca!
Y hablando de broncas, si la empresa no incorpora al trabajador a la CCSS desde el primer día, ya se mandaron una torta de cuidado. Además, la póliza de riesgos de trabajo es obligatoria, tanto para nacionales como para extranjeros. Imagínate, un accidente en el trabajo y encima tener problemas con la ley... ¡qué sal!
Pero la olla se pone a hervir cuando empiezas a hablar de multas. ¡Qué carga! La Dirección General de Migración no juega con esto. Pueden caerle multas que van desde los dos hasta los doce salarios base al patrón irresponsable. Y eso, mae, no es un chamaco. Eso te deja pintito.
Lo peor es que, además de las multas, pueden cerrar el negocio y deportar al trabajador. Una combinación de factores que nadie quiere vivir. Por eso, mi consejo es: sé diligente, verifica los documentos, haz un seguimiento constante. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Ahora bien, no todo es malo. Contratar personal extranjero puede ser una bendición si se hace bien. Puedes traer gente con habilidades que necesitas, dinamizar la economía y darle un empujón a tu empresa. Lo importante es hacerlo legalmente, con toda la responsabilidad del caso. Que no nos ande dando pena el país siendo conocidos como un lugar donde no se respetan las normas.
En fin, parece que el tema de la contratación de extranjeros es un chunche delicado, ¿no creen? Así que, díganme: ¿cuáles creen que son los mayores desafíos que enfrentan las empresas costarricenses al contratar talento extranjero y cómo podríamos mejorar el proceso para hacerlo más eficiente y transparente, protegiendo tanto los derechos de los trabajadores como los intereses de las empresas?