¡Uf, men! Qué alivio nos llevamos todos. El dipu Feinzaig, ese mae que siempre anda dando pelea en el Congreso, salió ileso – bueno, más o menos – de aquel golpe feísimo que se llevó en la ruta a Palmares. Después del susto tremendo, parece que todo se encaminó para bien, y ahora ya hasta lo operaron del esternón. ¡Una bendición!
Como les contamos, el incidente ocurrió en la Bernardo Soto, cerca de Buenos Aires de Palmares, un lugar donde pareciera que los accidentes son pan de cada día. El carro, al parecer, tuvo un encontronazo que dejó a todos preocupadísimos, especialmente por el estado de salud del diputado y de su compañero de viaje, don Fabián Cascante, que todavía está en cuidados intensivos. Se dice que andaba apurado por llegar a algún compromiso en la montaña, qué pena.
Al principio, la información era escueta, pura especulación. Algunos decían que tenía fracturas graves, otros que apenas unos rasguños. Pero luego llegó el comunicado del Hospital Metropolitano aclarando que, a pesar del trauma inicial en el tórax y abdomen, no había fracturas significativas. Se le hizo una revisión a fondo y se determinó que necesitaba una operación para arreglarse el esternón, una medida precautoria para acelerar su recuperación. Por suerte, ahí sí, la medicina avanzó harto.
La verdad, uno se queda pensando en cómo pudo pasar esto. La Bernal es una carretera complicada, con curvas peligrosas y muchos huecos. Aunque han hecho esfuerzos por mejorarla, todavía faltan muchas cosas por hacer para garantizar la seguridad de los conductores. ¡Menos velocidad y más atención, raza! Porque estas cosas pasan en un santiamán.
Ahora, cuentan que el dipu Feinzaig está estable y evolucionando favorablemente. Eso da tranquilidad, claro, porque es un político importante, pero también es un ser humano que merece recuperarse pronto y volver a sus actividades. Que se recupere rápido, que le dé pa’ echarle ganas y seguir defendiendo sus ideas. Esa vara es importantísima para el país.
Y hablando de Fabián Cascante, ahí sí hay preocupación. Parece que el golpe fue más fuerte de lo que pensábamos inicialmente y aún sigue luchando por salir adelante. Le deseamos toda la fuerza del mundo, que se ponga las pilas y regrese a casa sano y salvo. Un abrazo grande para él y su familia, que estén fuertes en estos momentos difíciles. Esto nos recuerda que la vida es muy frágil.
Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar sobre la importancia de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. Porque al final del día, todos queremos llegar a nuestro destino sanos y salvos, disfrutando de nuestra hermosa Costa Rica. Además, las familias dependen de nosotros; nadie quiere dejar a sus seres queridos sufriendo por un descuido.
En fin, vaya susto. Afortunadamente, las cosas parecen estar yendo por buen camino para ambos. Pero me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían invertir más recursos en mejorar la infraestructura vial de nuestras carreteras, priorizando la seguridad de los usuarios o qué otras medidas considera que serían efectivas para prevenir accidentes como este?
Como les contamos, el incidente ocurrió en la Bernardo Soto, cerca de Buenos Aires de Palmares, un lugar donde pareciera que los accidentes son pan de cada día. El carro, al parecer, tuvo un encontronazo que dejó a todos preocupadísimos, especialmente por el estado de salud del diputado y de su compañero de viaje, don Fabián Cascante, que todavía está en cuidados intensivos. Se dice que andaba apurado por llegar a algún compromiso en la montaña, qué pena.
Al principio, la información era escueta, pura especulación. Algunos decían que tenía fracturas graves, otros que apenas unos rasguños. Pero luego llegó el comunicado del Hospital Metropolitano aclarando que, a pesar del trauma inicial en el tórax y abdomen, no había fracturas significativas. Se le hizo una revisión a fondo y se determinó que necesitaba una operación para arreglarse el esternón, una medida precautoria para acelerar su recuperación. Por suerte, ahí sí, la medicina avanzó harto.
La verdad, uno se queda pensando en cómo pudo pasar esto. La Bernal es una carretera complicada, con curvas peligrosas y muchos huecos. Aunque han hecho esfuerzos por mejorarla, todavía faltan muchas cosas por hacer para garantizar la seguridad de los conductores. ¡Menos velocidad y más atención, raza! Porque estas cosas pasan en un santiamán.
Ahora, cuentan que el dipu Feinzaig está estable y evolucionando favorablemente. Eso da tranquilidad, claro, porque es un político importante, pero también es un ser humano que merece recuperarse pronto y volver a sus actividades. Que se recupere rápido, que le dé pa’ echarle ganas y seguir defendiendo sus ideas. Esa vara es importantísima para el país.
Y hablando de Fabián Cascante, ahí sí hay preocupación. Parece que el golpe fue más fuerte de lo que pensábamos inicialmente y aún sigue luchando por salir adelante. Le deseamos toda la fuerza del mundo, que se ponga las pilas y regrese a casa sano y salvo. Un abrazo grande para él y su familia, que estén fuertes en estos momentos difíciles. Esto nos recuerda que la vida es muy frágil.
Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar sobre la importancia de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito. Porque al final del día, todos queremos llegar a nuestro destino sanos y salvos, disfrutando de nuestra hermosa Costa Rica. Además, las familias dependen de nosotros; nadie quiere dejar a sus seres queridos sufriendo por un descuido.
En fin, vaya susto. Afortunadamente, las cosas parecen estar yendo por buen camino para ambos. Pero me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían invertir más recursos en mejorar la infraestructura vial de nuestras carreteras, priorizando la seguridad de los usuarios o qué otras medidas considera que serían efectivas para prevenir accidentes como este?
