¡Ay, Dios mío! Qué susto nos llevamos todos los nacionales este viernes. Todo empezó como cualquier otro día en la ruta Bernardo Soto, pero terminó convirtiéndose en una escena digna de película, solo que con saldo lamentable. Resulta que el dipu Eli Feinzaig, que aspira a ser el próximo presidente por el PLP, sufrió un aparatoso accidente cerca de Palmares, y la cosa se puso fea rapidito.
Según testigos, el pick-up del político chocó contra un camión y luego, bueno… ¡qué torta! Según el relato de Leonel Anchía, un buenazo que venía justo detrás, el carro dio “tres o cuatro vueltas en un mismo eje”. Imagínense eso, ¡una locura! Por suerte, nadie más resultó lesionado aparte del señor Feinzaig y, tristemente, su asesora, Éricka Benavides, quien desafortunadamente no sobrevivió al impacto.
Pero ahí entra la parte heroica de la historia, porque resulta que don Leonel, junto con su esposa, fueron quienes prestaron auxilio inmediato al diputado. Él me contó que su esposa fue la que lo impulsó a acercarse, escuchando los gritos desesperados de Feinzaig. Dice que “se lo echó al hombro y lo pusimos sobre el asfalto”, una verdadera muestra de solidaridad pura, como las que aún vemos por estos lados.
Y claro, en medio de la conmoción, entre preguntas y respuestas rápidas, el señor Feinzaig estaba preocupadísimo por su asesora. Les preguntaba por ella, por su paradero, y era evidente que estaba destrozado. Luego pidió ayuda para buscar una maleta y sus celulares, y una oficial de la Fuerza Pública se encargó de asegurarse de que todo estuviera en orden, con testigos presentes para evitar cualquier problema. ¡Eso sí es trabajar con transparencia!
Después del rescate, el legislador fue trasladado primero al Hospital de San Ramón, pero luego lo mandaron al Metropolitano de Santa Ana, donde le hicieron un montón de exámenes para ver si tenía alguna lesión interna grave. Don León De Mezzerville, el director del hospital, salió a dar tranquilidad a todos nosotros, diciendo que “el mensaje es que está bien” y que pronto lo estaremos viendo dando declaraciones personalmente.
Parece que solo tuvo un traumatismo, pero ahora lo tienen bajo observación durante unas cuantas horas para asegurarse de que esté totalmente recuperado. El mae está afortunado de tener una respuesta tan positiva, aunque la pérdida de Éricka es una tragedia irreparable. La señora, según fuentes cercanas, era una persona super comprometida con su trabajo y con el partido, así que esto ha golpeado duro a todos.
Ahora, la política ya sabe, esto pone todo el proceso electoral patas arriba. Con Feinzaig fuera de juego, temporalmente al menos, los demás candidatos tendrán que reacomodarse y tratar de capitalizar la situación. Pero dejando de lado la política, esto nos recuerda lo importante que es la solidaridad humana, la capacidad de ponernos en los zapatos del otro, especialmente en momentos difíciles. Esa es la esencia del pueblo tico, ¡eso nunca falla!
Después de este incidente impactante, y considerando las circunstancias trágicas, ¿creen que este tipo de situaciones debería llevar a una revisión de los protocolos de seguridad para figuras públicas en Costa Rica, o simplemente consideramos que fue un desafortunado accidente inevitable?
Según testigos, el pick-up del político chocó contra un camión y luego, bueno… ¡qué torta! Según el relato de Leonel Anchía, un buenazo que venía justo detrás, el carro dio “tres o cuatro vueltas en un mismo eje”. Imagínense eso, ¡una locura! Por suerte, nadie más resultó lesionado aparte del señor Feinzaig y, tristemente, su asesora, Éricka Benavides, quien desafortunadamente no sobrevivió al impacto.
Pero ahí entra la parte heroica de la historia, porque resulta que don Leonel, junto con su esposa, fueron quienes prestaron auxilio inmediato al diputado. Él me contó que su esposa fue la que lo impulsó a acercarse, escuchando los gritos desesperados de Feinzaig. Dice que “se lo echó al hombro y lo pusimos sobre el asfalto”, una verdadera muestra de solidaridad pura, como las que aún vemos por estos lados.
Y claro, en medio de la conmoción, entre preguntas y respuestas rápidas, el señor Feinzaig estaba preocupadísimo por su asesora. Les preguntaba por ella, por su paradero, y era evidente que estaba destrozado. Luego pidió ayuda para buscar una maleta y sus celulares, y una oficial de la Fuerza Pública se encargó de asegurarse de que todo estuviera en orden, con testigos presentes para evitar cualquier problema. ¡Eso sí es trabajar con transparencia!
Después del rescate, el legislador fue trasladado primero al Hospital de San Ramón, pero luego lo mandaron al Metropolitano de Santa Ana, donde le hicieron un montón de exámenes para ver si tenía alguna lesión interna grave. Don León De Mezzerville, el director del hospital, salió a dar tranquilidad a todos nosotros, diciendo que “el mensaje es que está bien” y que pronto lo estaremos viendo dando declaraciones personalmente.
Parece que solo tuvo un traumatismo, pero ahora lo tienen bajo observación durante unas cuantas horas para asegurarse de que esté totalmente recuperado. El mae está afortunado de tener una respuesta tan positiva, aunque la pérdida de Éricka es una tragedia irreparable. La señora, según fuentes cercanas, era una persona super comprometida con su trabajo y con el partido, así que esto ha golpeado duro a todos.
Ahora, la política ya sabe, esto pone todo el proceso electoral patas arriba. Con Feinzaig fuera de juego, temporalmente al menos, los demás candidatos tendrán que reacomodarse y tratar de capitalizar la situación. Pero dejando de lado la política, esto nos recuerda lo importante que es la solidaridad humana, la capacidad de ponernos en los zapatos del otro, especialmente en momentos difíciles. Esa es la esencia del pueblo tico, ¡eso nunca falla!
Después de este incidente impactante, y considerando las circunstancias trágicas, ¿creen que este tipo de situaciones debería llevar a una revisión de los protocolos de seguridad para figuras públicas en Costa Rica, o simplemente consideramos que fue un desafortunado accidente inevitable?