¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, el diputadito Eli Feinzaig salió raspado del sustito tremendo que vivió en Palmares. Al parecer, le tocó bailar con la más fea tras el choque entre el picop y el camión. Por fortuna, los doctores dicen que ya está más tranquilo, aunque tendrá que quedarse unos días en el hospital para que le echen un ojo y asegurarse de que todo está funcionando al millón.
Como les comentaba, el incidente ocurrió en el sector de Buenos Aires, ahí nomás en la carretera hacia San Ramón. Según cuentan los vecinos, el picop iba a toda velocidad y no vio venir al camión. Un momento de distracción, y ¡bam!, tragedia. El director médico del Hospital Metropolitano, León de Mezerville, nos aclaró que el señor Feinzaig, pese al golpe, no sufrió fracturas graves ni contusiones que pusieran en peligro su vida. Algunos politraumatismos leves, sí, pero nada que no pueda superar con descanso y cariño.
Pero no todo es color de rosa, porque la verdad es que el PLP está de luto. Ericka Benavides, una colaboradora muy querida por todos, lamentablemente no pudo sobrevivir al impacto. ¡Qué pena! Una muchacha llena de sueños y ganas de hacer cosas por el país, ahora nos dejó. Su hijo, Andrey Villegas, en declaraciones a los medios, expresó cómo lo destrozada estaba la familia y cómo Ericka siempre había sido una guerrera, superando incluso un cáncer. El dolor es palpable en todo el partido, y eso se nota, ¿eh?
En cuanto a la suspensión de actividades electorales, pues qué le vamos a hacer. El PLP decidió parar todo hasta nuevo aviso, mostrando respeto por la memoria de Ericka y solidarizando con sus familiares. Parece que la campaña quedó congelada por un rato, y ahora toca darle espacio al duelo y reflexionar sobre lo frágil que es la vida. Uno nunca sabe cuándo le va a tocar pasarle algo así, ¿verdad, máes?
Ahora, muchos se preguntan qué pasó realmente. El dueño del camión ya dio su versión, diciendo que él iba manejando con cuidado y que no se esperaba que el picop apareciera de esa manera. Las autoridades ya están investigando el caso para determinar responsabilidades, pero la verdad es que estas cosas pasan, y a veces, simplemente hay mala suerte. ¡Qué sal!
Lo que me preocupa a mí es cómo estos accidentes, desgraciadamente, son tan comunes en nuestras carreteras. Falta de señalización, exceso de velocidad, distracciones… ¡hay mil factores que contribuyen a estos hechos terribles! Necesitamos urgentemente mejorar la seguridad vial, invertir en educación y hacer cumplir las leyes de tránsito. No podemos seguir perdiendo vidas inocentes en estas condiciones.
Además, este incidente levanta la polémica sobre la seguridad de los políticos en tiempos de campañas. ¿Es necesario tomar medidas especiales para protegerlos? Algunos argumentan que sí, dada la importancia de los cargos que ocupan. Otros dicen que todos somos iguales ante la ley y que no hay que darle ningún trato preferencial. ¡Qué brete! Un tema complejo que amerita un debate profundo y serio.
Y hablando de debates, máes, díganme ustedes: ¿creen que este accidente debería llevar a una revisión exhaustiva de las medidas de seguridad vial en Costa Rica, o es solo un hecho aislado que nos deja una profunda tristeza? ¿Deberíamos exigir más responsabilidad a los conductores y a las autoridades encargadas de garantizar nuestra seguridad en las carreteras?
Como les comentaba, el incidente ocurrió en el sector de Buenos Aires, ahí nomás en la carretera hacia San Ramón. Según cuentan los vecinos, el picop iba a toda velocidad y no vio venir al camión. Un momento de distracción, y ¡bam!, tragedia. El director médico del Hospital Metropolitano, León de Mezerville, nos aclaró que el señor Feinzaig, pese al golpe, no sufrió fracturas graves ni contusiones que pusieran en peligro su vida. Algunos politraumatismos leves, sí, pero nada que no pueda superar con descanso y cariño.
Pero no todo es color de rosa, porque la verdad es que el PLP está de luto. Ericka Benavides, una colaboradora muy querida por todos, lamentablemente no pudo sobrevivir al impacto. ¡Qué pena! Una muchacha llena de sueños y ganas de hacer cosas por el país, ahora nos dejó. Su hijo, Andrey Villegas, en declaraciones a los medios, expresó cómo lo destrozada estaba la familia y cómo Ericka siempre había sido una guerrera, superando incluso un cáncer. El dolor es palpable en todo el partido, y eso se nota, ¿eh?
En cuanto a la suspensión de actividades electorales, pues qué le vamos a hacer. El PLP decidió parar todo hasta nuevo aviso, mostrando respeto por la memoria de Ericka y solidarizando con sus familiares. Parece que la campaña quedó congelada por un rato, y ahora toca darle espacio al duelo y reflexionar sobre lo frágil que es la vida. Uno nunca sabe cuándo le va a tocar pasarle algo así, ¿verdad, máes?
Ahora, muchos se preguntan qué pasó realmente. El dueño del camión ya dio su versión, diciendo que él iba manejando con cuidado y que no se esperaba que el picop apareciera de esa manera. Las autoridades ya están investigando el caso para determinar responsabilidades, pero la verdad es que estas cosas pasan, y a veces, simplemente hay mala suerte. ¡Qué sal!
Lo que me preocupa a mí es cómo estos accidentes, desgraciadamente, son tan comunes en nuestras carreteras. Falta de señalización, exceso de velocidad, distracciones… ¡hay mil factores que contribuyen a estos hechos terribles! Necesitamos urgentemente mejorar la seguridad vial, invertir en educación y hacer cumplir las leyes de tránsito. No podemos seguir perdiendo vidas inocentes en estas condiciones.
Además, este incidente levanta la polémica sobre la seguridad de los políticos en tiempos de campañas. ¿Es necesario tomar medidas especiales para protegerlos? Algunos argumentan que sí, dada la importancia de los cargos que ocupan. Otros dicen que todos somos iguales ante la ley y que no hay que darle ningún trato preferencial. ¡Qué brete! Un tema complejo que amerita un debate profundo y serio.
Y hablando de debates, máes, díganme ustedes: ¿creen que este accidente debería llevar a una revisión exhaustiva de las medidas de seguridad vial en Costa Rica, o es solo un hecho aislado que nos deja una profunda tristeza? ¿Deberíamos exigir más responsabilidad a los conductores y a las autoridades encargadas de garantizar nuestra seguridad en las carreteras?
