Bueno, se ha dicho mucho acerca de las ofensas, reales unas, imaginadas otras, que los EEUU ha infligido al resto del mundo, y especialmente a países latinoamericanos. En este sentido, nuestro país sería uno de los que menos prejuicios ha recibido de los EEUU, de manera directa, en comparación con otros países, como México o Colombia por ejemplo.
Pero quizás hay que ahondar más en una parte de ese resentimiento de América Latina hacia EEUU que nace no de lo mencionado arriba. Sino más bien del sentimiento de que el éxito militar y económico de los EEUU nos deja muy mal parados a los latinoamericanos.
Y sin duda es así: la verdad es que dicha situación no estaba para nada pre-determinada. Por el contrario, si alguien, colocado en el pasado, hubiera hecho una proyección a futuro de la suerte de los EEUU vis a vis el resto del continente, podría haber encontrado razones para suponer que al menos, habríamos tenido una oportunidad de avanzar tanto o más como los EEUU.
Lo verdaderamente decepcionante es que, aún cuando América Latina lo tuvo todo para desarrollarse y prosperar, terminamos perdiendo terreno fuertemente frente a los EEUU. Inclusive, mucho antes de que el "Coloso del Norte" ascendiera al nivel de superpotencia.
Siempre olvidamos algunos hechos incómodos. Oscar Arias, en una artículo de la revista Foreign Affairs de enero de este año, apunta que por ejemplo, el PIB combinado de América Latina era en 1900 superior al de EEUU. Pero hoy día, con mayor población, el PIB de América Latina es apenas 2/3 partes de los EEUU. O que al momento de la fundación de la Universidad de Harvard en 1636, América Latina tenía Universidades de renombre mundial. Hoy día, Harvard es una de las mejores universidades del mundo. Mientras que las nuestras languidecen.
Los EEUU tuvieon gran influencia sobre el Caribe a inicios del siglo XX. Pero esto era más que todo escaramuzas leves frente a imperios en decadencia (España), o países pequeños. La verdad es que la Armada de los EEUU era mucho más pequeña que la de Chile o Gran Bretaña, y un ataque directo contra ellas habría sido descabellado.
No fue hasta 1908 con el zarpe de "La Gran Flota Blanca" alrededor del mundo, que la marina de los EEUU empezó a ejercer influencia. Pero aún así, era la quinta Armada del mundo, muy distante de las grandes potencias.
Hoy día que podemos decir los latinoamericanos? En el concierto mundial, nuestro peso geopolítico es inexistente. Algnos arguyen que nuestra región es un antídoto al materialismo y el espíritu mercantil de los gringos. Pero como el ejemplo de Harvard lo demuestra, no podemos ni jugar de Grecia frente a la Roma gringa. Y peor, es posible que una parte importante de investigación cultural e histórica acerca de América Latina se lleve a cabo con docentes de ese país, o docentes latinoamericanos asociados a los primeros.
Las élites que gobiernan nuestros países se educan en los EEUU. Una educación allá es garantía de un buen trabajo y posición.
Eso, en el fondo, es la base de la gran parte del resentimiento que muchos manifiestan hacia los EEUU, para bien o para mal.