¡Ay, Dios mío! Parece que la onda ya cambió, mi gente. La UCR nos soltó los números de la Encuesta de Actualidades 2025 y, bueno, la conclusión es clara: los jóvenes estamos dejando pasar el tren de los chamacos. No me vengan con cuentos de amor eterno ni pañales, porque los datos hablan claro. Nos vamos por el camino fácil, el de la tele, el chunche, la libertad… ¡y dejar que otros se encarguen del futuro!
Y no es solo que no queremos, sino que tampoco parece que sea urgente, diay. Según la encuesta, la mayoría de nosotros andamos felices así, solos y disfrutando de la vida. Con eso del costo de vida que va pa' arriba, los alquileres que te dejan seco y el brete del trabajo, ¿quién quiere meterse en el lío de criar un nene?
La estabilidad económica, esa siempre anda ahí, dando patadas. Un 76% dice que necesita sentirse seguro económicamente antes de pensar en tener un hijo. Y si somos honestos, con este panorama mundial, nadie puede sentirse seguro de nada. Además, muchos de nosotros estamos metidos a matar en el trabajo, buscando ese ascenso, ese extra... y entre tanto estar chambeando, ¿cuándo encontramos tiempo para cambiar pañales o enseñarles a andar en bicicleta?
Pero ojo, no todo es culpa del dinero. Hay un sector importante, y aquí las mujeres lideran el batallón, que simplemente disfruta de la vida sin hijos. Se sienten completas, plenas, y no necesitan un criatura para validar su existencia. Y qué bueno que así es, porque cada quien tiene derecho a elegir su propio camino, ¿no creen?
Ahora, los hombres son un poco más tradicionales, al parecer. Siguen pensando en la estabilidad económica como la clave, aunque también reconocen la importancia de la responsabilidad, aunque a menor escala. Que cada quien siga sus instintos, supongo, aunque sí me pregunto si no estarán perdiendo algo… (de esos momentos épicos que cuentan los papás, ya saben).
Lo interesante es que, pese a todo, la mayoría de la gente cree que la edad ideal para tener un hijo sigue rondando entre los 25 y 26 años. Es decir, todavía hay esperanza para que algunos se animen, pero parece que la decisión es mucho más individual ahora. Ya no es una obligación social, ni una tradición familiar impuesta.
Y hablando de tradiciones, la fecundidad en Costa Rica está bajando como espuma. El INTEC nos recuerda que estamos en “ultra baja fecundidad” desde 2021. Antes teníamos 1,76 hijos por mujer, ¡ahora apenas llegamos a 1,19! Eso sí que es un despiche, porque si seguimos así, ¿quién va a cuidar a nuestros viejos? ¿Quién va a seguir manteniendo este país?
En fin, la realidad es clara: los tiempos han cambiado y nuestras prioridades también. Tenemos que aceptar que la idea de formar una familia tradicional ya no es tan atractiva para muchos jóvenes, y eso no necesariamente es malo. Pero ¿será que estamos sacrificando nuestro futuro en aras de disfrutar el presente? ¿Será posible revertir esta tendencia hacia la ultra baja fecundidad, o estamos condenados a convertirnos en un país de jubilados con casas llenas de perros?
Y no es solo que no queremos, sino que tampoco parece que sea urgente, diay. Según la encuesta, la mayoría de nosotros andamos felices así, solos y disfrutando de la vida. Con eso del costo de vida que va pa' arriba, los alquileres que te dejan seco y el brete del trabajo, ¿quién quiere meterse en el lío de criar un nene?
La estabilidad económica, esa siempre anda ahí, dando patadas. Un 76% dice que necesita sentirse seguro económicamente antes de pensar en tener un hijo. Y si somos honestos, con este panorama mundial, nadie puede sentirse seguro de nada. Además, muchos de nosotros estamos metidos a matar en el trabajo, buscando ese ascenso, ese extra... y entre tanto estar chambeando, ¿cuándo encontramos tiempo para cambiar pañales o enseñarles a andar en bicicleta?
Pero ojo, no todo es culpa del dinero. Hay un sector importante, y aquí las mujeres lideran el batallón, que simplemente disfruta de la vida sin hijos. Se sienten completas, plenas, y no necesitan un criatura para validar su existencia. Y qué bueno que así es, porque cada quien tiene derecho a elegir su propio camino, ¿no creen?
Ahora, los hombres son un poco más tradicionales, al parecer. Siguen pensando en la estabilidad económica como la clave, aunque también reconocen la importancia de la responsabilidad, aunque a menor escala. Que cada quien siga sus instintos, supongo, aunque sí me pregunto si no estarán perdiendo algo… (de esos momentos épicos que cuentan los papás, ya saben).
Lo interesante es que, pese a todo, la mayoría de la gente cree que la edad ideal para tener un hijo sigue rondando entre los 25 y 26 años. Es decir, todavía hay esperanza para que algunos se animen, pero parece que la decisión es mucho más individual ahora. Ya no es una obligación social, ni una tradición familiar impuesta.
Y hablando de tradiciones, la fecundidad en Costa Rica está bajando como espuma. El INTEC nos recuerda que estamos en “ultra baja fecundidad” desde 2021. Antes teníamos 1,76 hijos por mujer, ¡ahora apenas llegamos a 1,19! Eso sí que es un despiche, porque si seguimos así, ¿quién va a cuidar a nuestros viejos? ¿Quién va a seguir manteniendo este país?
En fin, la realidad es clara: los tiempos han cambiado y nuestras prioridades también. Tenemos que aceptar que la idea de formar una familia tradicional ya no es tan atractiva para muchos jóvenes, y eso no necesariamente es malo. Pero ¿será que estamos sacrificando nuestro futuro en aras de disfrutar el presente? ¿Será posible revertir esta tendencia hacia la ultra baja fecundidad, o estamos condenados a convertirnos en un país de jubilados con casas llenas de perros?