¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con la campaña presidencial a todo motor, y resulta que Laura Fernández, la candidata del Pueblo Soberano, anduvo recorriendo Puntarenas prometiendo milagros para el sector pesquero. Entre arengas y promesas de oro, aseguró que va a meterle mano a la Ley de Pesca, esa que parece sacada de un libro de dinosaurios. Parece que quiere darle un empujoncito a su campaña con el voto de los pescadores, ¿quién no querría eso?
La verdad es que el sector pesquero artesanal lleva tiempo pidiendo a gritos un cambio. La Ley actual, la 8436, ya ni los tiburones la entienden, mucho menos los pescadores que tienen que lidiar con regulaciones confusas y trámites eternos. Han sido años de incertidumbre y de ver cómo los peces huyen lejos de esas aguas turbias de burocracia. Muchos pequeños negocios han cerrado, dejando familias enteras en la cuerda floja.
Fernández, en medio de discursos floridos y abrazos estratégicos, prometió que le dará “una depurada” a la ley, haciéndola más clara y justa para todos. Quiere darles seguridad jurídica a esos señores que salen al mar día tras día arriesgando su pellejo para poner comida en la mesa. Eso sí, dijo que va a buscar nuevas oportunidades para vender el pescado tico en supermercados internacionales. ¡Imagínate, nuestro corvina en Estocolmo! ¿Será que esto realmente despegará o será otra promesa que se perderá entre las olas?
Pero no todo fue pesca y promesas. La candidata también aprovechó la visita para asistir a la inauguración de una piscina semiolímpica en Esparza, su pueblo natal. Ahí tuvo el respaldo de varios vecinos, incluyendo a doña María Celeste, quien declaró que quiere ver a la primera esparzana llegando a Casa Amarilla. Un gesto lindo, pero uno se pregunta si todo esto es genuino o simplemente parte del plan de campaña. ¡El político moderno tiene que saber hacer de todo, diay!
Ahora bien, lo que realmente me llamó la atención es su propuesta sobre el canon del INCOP. Dice que una parte de esos fondos, que normalmente van directo al bolsillo del Estado, se invertirán en educación e infraestructura en la provincia. Esto suena bastante interesante, porque podría traer beneficios reales a las comunidades costeras, siempre y cuando no se pierdan en papeles y demoras. Necesitamos obras, escuelas dignas, carreteras en buen estado... En fin, proyectos que le sirvan a la gente de a pie.
La jefa de la Federación de Pescadores Artesanales, Doña Rosa Elena Vargas, aunque agradeció las propuestas, pidió cautela. Dijo que han escuchado muchas promesas en el pasado y que ahora quieren hechos concretos. Les preocupa que cualquier cambio legislativo pueda afectar negativamente a los pescadores más pequeños y favorecer a las empresas transnacionales. Uno entiende su preocupación; nadie quiere volver a caer en la misma vara.
Y hablando de barras altas, recordemos que el presidente Chaves también estuvo presente en Esparza, reafirmando su apoyo a Fernández. Mientras tanto, otros candidatos no se quedan atrás y lanzan sus propias propuestas, tratando de acaparar la atención de los votantes. Zamora, por ejemplo, está prometiendo un aeropuerto internacional para Limón y declaratoria de emergencia para la Ruta 32… ¡qué carga! Pareciera que todos quieren resolver los problemas del país de la noche a la mañana. ¿Será posible lograr algo significativo antes de las elecciones?
En fin, la carrera hacia la presidencia está encendida y las propuestas se suceden a toda velocidad. Pero la gran pregunta queda en el aire: ¿Realmente estas promesas tendrán un impacto positivo en la vida de los costarricenses o serán solo palabras bonitas que se diluirán con el tiempo? ¿Cree usted que la reforma a la Ley de Pesca impulsada por Fernández es viable y beneficiosa para el sector artesanal, o teme que se convierta en otra decepción para los pescadores?
La verdad es que el sector pesquero artesanal lleva tiempo pidiendo a gritos un cambio. La Ley actual, la 8436, ya ni los tiburones la entienden, mucho menos los pescadores que tienen que lidiar con regulaciones confusas y trámites eternos. Han sido años de incertidumbre y de ver cómo los peces huyen lejos de esas aguas turbias de burocracia. Muchos pequeños negocios han cerrado, dejando familias enteras en la cuerda floja.
Fernández, en medio de discursos floridos y abrazos estratégicos, prometió que le dará “una depurada” a la ley, haciéndola más clara y justa para todos. Quiere darles seguridad jurídica a esos señores que salen al mar día tras día arriesgando su pellejo para poner comida en la mesa. Eso sí, dijo que va a buscar nuevas oportunidades para vender el pescado tico en supermercados internacionales. ¡Imagínate, nuestro corvina en Estocolmo! ¿Será que esto realmente despegará o será otra promesa que se perderá entre las olas?
Pero no todo fue pesca y promesas. La candidata también aprovechó la visita para asistir a la inauguración de una piscina semiolímpica en Esparza, su pueblo natal. Ahí tuvo el respaldo de varios vecinos, incluyendo a doña María Celeste, quien declaró que quiere ver a la primera esparzana llegando a Casa Amarilla. Un gesto lindo, pero uno se pregunta si todo esto es genuino o simplemente parte del plan de campaña. ¡El político moderno tiene que saber hacer de todo, diay!
Ahora bien, lo que realmente me llamó la atención es su propuesta sobre el canon del INCOP. Dice que una parte de esos fondos, que normalmente van directo al bolsillo del Estado, se invertirán en educación e infraestructura en la provincia. Esto suena bastante interesante, porque podría traer beneficios reales a las comunidades costeras, siempre y cuando no se pierdan en papeles y demoras. Necesitamos obras, escuelas dignas, carreteras en buen estado... En fin, proyectos que le sirvan a la gente de a pie.
La jefa de la Federación de Pescadores Artesanales, Doña Rosa Elena Vargas, aunque agradeció las propuestas, pidió cautela. Dijo que han escuchado muchas promesas en el pasado y que ahora quieren hechos concretos. Les preocupa que cualquier cambio legislativo pueda afectar negativamente a los pescadores más pequeños y favorecer a las empresas transnacionales. Uno entiende su preocupación; nadie quiere volver a caer en la misma vara.
Y hablando de barras altas, recordemos que el presidente Chaves también estuvo presente en Esparza, reafirmando su apoyo a Fernández. Mientras tanto, otros candidatos no se quedan atrás y lanzan sus propias propuestas, tratando de acaparar la atención de los votantes. Zamora, por ejemplo, está prometiendo un aeropuerto internacional para Limón y declaratoria de emergencia para la Ruta 32… ¡qué carga! Pareciera que todos quieren resolver los problemas del país de la noche a la mañana. ¿Será posible lograr algo significativo antes de las elecciones?
En fin, la carrera hacia la presidencia está encendida y las propuestas se suceden a toda velocidad. Pero la gran pregunta queda en el aire: ¿Realmente estas promesas tendrán un impacto positivo en la vida de los costarricenses o serán solo palabras bonitas que se diluirán con el tiempo? ¿Cree usted que la reforma a la Ley de Pesca impulsada por Fernández es viable y beneficiosa para el sector artesanal, o teme que se convierta en otra decepción para los pescadores?
