¡Ay, Dios mío, qué pesar! Ya todos sabemos que la vida a veces te da unos golpes que ni el café chorreado puede levantar. Vica Andrade, nuestra querida presentadora, estaba apenas empezando a retomar el hilo después de perder a Memo del Bosque, y ahora recibe otra puñalada al corazón. Esta vez, la partida es de su madre, doña María Elena Solís, una señora palmareña bien querida por toda la comunidad.
Como nos enteramos, doña María Elena se fue a descansar a los 90 añitos, justo acá en nuestro país, en Palmares de Alajuela. El TSE ya registró el fallecimiento, aunque todavía no tenemos la fecha exacta, se dice que fue hace poquito. Imagínense el nudo en la garganta de Vica, tratando de procesar esto encima de todo lo que ya vivió. Un brete, mándale fe.
Para darle un poco de contexto a los que no saben, Vica decidió volver a Costa Rica después de la partida de Memo. Buscaba consuelo en sus raíces, estar cerca de su familia y reencontrarse con la tranquilidad de estos pueblos. Era como si estuviera buscando agarrarle a la vida con más fuerza, y entonces llega esta sopa caliente… Qué pena, de verdad. Se le nota en la cara, no sé cómo aguanta.
Recordemos que allá por julio, Vica celebró a lo grande los 90 años de su madre, con fotos y videos que daban gusto ver. ¡Qué contraste! Ahora esos recuerdos pesan más que nunca, son como pedazos de cristal que duelen al tocarlos. Doña María Elena era una figura muy reconocida en Palmares, siempre dispuesta a echarle una mano y con una sonrisa contagiosa. Todo el mundo la quería, diay.
Y hablando de eso, es impresionante el apoyo que ha recibido Vica desde todas partes. Gente de Costa Rica y de México le manda mensajes de cariño y fortaleza. Se nota que es una mujer admirada y respetada, no solo por su talento artístico, sino también por su capacidad de afrontar las adversidades con valentía. Aunque, claro, nadie espera que esté contenta ahora mismo, ¿verdad?
Aún no se ha manifestado públicamente, ni en redes sociales ni en entrevistas. Probablemente necesita un tiempo para asimilarlo todo, para despedirse de su madre a su manera. Como recordaremos, después de la muerte de Memo, tardó un poco en hablar, pero luego agradeció el cariño incondicional que recibió. Esperamos que encuentre la serenidad necesaria para compartir sus sentimientos pronto, porque sé que muchos queremos abrazarla en este momento tan difícil.
Esta nueva tragedia nos recuerda lo frágil que es la vida, y lo importante que es valorar a nuestros seres queridos mientras los tenemos. Es fácil olvidarnos de eso en medio del trajín diario, pero situaciones como esta nos abren los ojos y nos hacen replantearnos muchas cosas. Uno se queda pensando: ¿qué estaría haciendo yo si me pasara algo así? Qué bronca.
Bueno, pues como decía, la vida sigue, aunque a veces parezca injusta. Vica Andrade enfrentará este nuevo capítulo con la fuerza que la caracteriza, rodeada del amor de su familia y amigos. Pero ahora les toca a nosotros, como sociedad, demostrarle que no está sola. Entonces, compas, díganme: ¿creen que, después de haber vivido tantas pérdidas, Vica podrá recuperarse por completo y volver a brillar con luz propia o piensa que esto la marcará para siempre?
Como nos enteramos, doña María Elena se fue a descansar a los 90 añitos, justo acá en nuestro país, en Palmares de Alajuela. El TSE ya registró el fallecimiento, aunque todavía no tenemos la fecha exacta, se dice que fue hace poquito. Imagínense el nudo en la garganta de Vica, tratando de procesar esto encima de todo lo que ya vivió. Un brete, mándale fe.
Para darle un poco de contexto a los que no saben, Vica decidió volver a Costa Rica después de la partida de Memo. Buscaba consuelo en sus raíces, estar cerca de su familia y reencontrarse con la tranquilidad de estos pueblos. Era como si estuviera buscando agarrarle a la vida con más fuerza, y entonces llega esta sopa caliente… Qué pena, de verdad. Se le nota en la cara, no sé cómo aguanta.
Recordemos que allá por julio, Vica celebró a lo grande los 90 años de su madre, con fotos y videos que daban gusto ver. ¡Qué contraste! Ahora esos recuerdos pesan más que nunca, son como pedazos de cristal que duelen al tocarlos. Doña María Elena era una figura muy reconocida en Palmares, siempre dispuesta a echarle una mano y con una sonrisa contagiosa. Todo el mundo la quería, diay.
Y hablando de eso, es impresionante el apoyo que ha recibido Vica desde todas partes. Gente de Costa Rica y de México le manda mensajes de cariño y fortaleza. Se nota que es una mujer admirada y respetada, no solo por su talento artístico, sino también por su capacidad de afrontar las adversidades con valentía. Aunque, claro, nadie espera que esté contenta ahora mismo, ¿verdad?
Aún no se ha manifestado públicamente, ni en redes sociales ni en entrevistas. Probablemente necesita un tiempo para asimilarlo todo, para despedirse de su madre a su manera. Como recordaremos, después de la muerte de Memo, tardó un poco en hablar, pero luego agradeció el cariño incondicional que recibió. Esperamos que encuentre la serenidad necesaria para compartir sus sentimientos pronto, porque sé que muchos queremos abrazarla en este momento tan difícil.
Esta nueva tragedia nos recuerda lo frágil que es la vida, y lo importante que es valorar a nuestros seres queridos mientras los tenemos. Es fácil olvidarnos de eso en medio del trajín diario, pero situaciones como esta nos abren los ojos y nos hacen replantearnos muchas cosas. Uno se queda pensando: ¿qué estaría haciendo yo si me pasara algo así? Qué bronca.
Bueno, pues como decía, la vida sigue, aunque a veces parezca injusta. Vica Andrade enfrentará este nuevo capítulo con la fuerza que la caracteriza, rodeada del amor de su familia y amigos. Pero ahora les toca a nosotros, como sociedad, demostrarle que no está sola. Entonces, compas, díganme: ¿creen que, después de haber vivido tantas pérdidas, Vica podrá recuperarse por completo y volver a brillar con luz propia o piensa que esto la marcará para siempre?
