¡Paté, paté! Resulta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue pensando igualito de siempre sobre nuestra región. Nada de sobresaltos ni predicciones apocalípticas, sino una mantenida de proyecciones de crecimiento para Centroamérica. Panamá, como siempre, anda a toda marcha, llevándose la batuta con un 4% de crecimiento del PIB y una inflación que, ojo, ¡hasta negativa está!, con un -0,1%. Eso sí suena a chiva, ¿no?
Según el nuevo reporte del FMI, lanzado este martes, varios países del SICA (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana) van a superar el promedio de crecimiento de toda Latinoamérica y el Caribe, que se calcula en 2.4%. Parece que estamos haciendo bien las cosas, aunque hay que meterle ojo porque el contexto global sigue siendo medio complicado: tensiones comerciales por doquier, tasas de interés altas y gobiernos sudando la gota gorda para conseguir plata.
Si nos metemos en detalles, después de Panamá, Guatemala y Honduras se llevan el segundo puesto con un 3.8% de crecimiento, aunque la inflación les pega más duro, con 1.7% y 4.6%, respectivamente. Nosotros, los ticos, andamos ahí, en el tercer escalón, con un 3.6% de crecimiento y una inflación bastante controlada, apenas un 0.4%. República Dominicana y Nicaragua también se mantienen en la carrera, con cifras similares, alrededor del 3% de crecimiento, pero con inflamaciones del 3.7% y 2%, respectivamente. Vamos, que no estamos nadando en dólares, pero tampoco ahogados.
Ahora, si hablamos de los que van poquito a poco, tenemos a El Salvador y Belice. El Salvador va con un crecimiento del 2.5% y una inflación del 0.3%, mientras que Belice se queda rezagado con solo un 1.5% de crecimiento y una inflación del 1.4%. Menos mal que nosotros vamos un poquito mejor. Pero bueno, la cosa se pone realmente fea cuando miramos a Haití, esa hermana caribeña que está pasando por momentos muy difíciles. El FMI dice que la economía haitiana se contrajo un 3.1% el año pasado y la inflación llegó al espeluznante 27.8%. Una verdadera torta lo que están viviendo allá.
El informe del FMI enfatiza que Latinoamérica y el Caribe, en general, tienen un crecimiento moderado pero estable. Sí, tranquilo, pero ¿estable durante cuánto tiempo? La volatilidad del mercado mundial no da garantías. Además, señalan que hay países que muestran resiliencia y otros que siguen teniendo problemas económicos graves. Uno piensa en Venezuela, Argentina... Y claro, la deuda internacional también es un dolor de cabeza constante.
Aquí en Costa Rica, hemos manejado la situación relativamente bien, pero la verdad es que no estamos exentos de problemas. La inflación, aunque baja, sigue afectando el bolsillo del tico común. El brete del transporte público, la seguridad… son temas que no se solucionan solos y afectan directamente el ambiente económico. Además, las reformas tributarias que se vienen pueden tener efectos inesperados, tanto buenos como malos. Tenemos que estar atentos a ver cómo salen las cosas.
Otro punto importante es el impacto del cambio climático en nuestra economía. Los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes e inundaciones, nos han pegado duretes en años recientes, destruyendo cultivos, dañando infraestructura y generando pérdidas económicas enormes. Invertir en adaptación y mitigación climática debería ser una prioridad nacional, no solo para proteger nuestro entorno, sino también para asegurar el futuro económico del país. Ya saben, prevenir es mejor que lamentar, ¡idiay!
Entonces, viendo todos estos datos y considerando el panorama general, me pregunto: ¿Estamos realmente preparados para mantener este ritmo de crecimiento en los próximos años, o nos espera algún despiche en el camino? ¿Ustedes creen que el gobierno está tomando las medidas correctas para fortalecer la economía costarricense y garantizar un futuro próspero para todos los ticos?
Según el nuevo reporte del FMI, lanzado este martes, varios países del SICA (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana) van a superar el promedio de crecimiento de toda Latinoamérica y el Caribe, que se calcula en 2.4%. Parece que estamos haciendo bien las cosas, aunque hay que meterle ojo porque el contexto global sigue siendo medio complicado: tensiones comerciales por doquier, tasas de interés altas y gobiernos sudando la gota gorda para conseguir plata.
Si nos metemos en detalles, después de Panamá, Guatemala y Honduras se llevan el segundo puesto con un 3.8% de crecimiento, aunque la inflación les pega más duro, con 1.7% y 4.6%, respectivamente. Nosotros, los ticos, andamos ahí, en el tercer escalón, con un 3.6% de crecimiento y una inflación bastante controlada, apenas un 0.4%. República Dominicana y Nicaragua también se mantienen en la carrera, con cifras similares, alrededor del 3% de crecimiento, pero con inflamaciones del 3.7% y 2%, respectivamente. Vamos, que no estamos nadando en dólares, pero tampoco ahogados.
Ahora, si hablamos de los que van poquito a poco, tenemos a El Salvador y Belice. El Salvador va con un crecimiento del 2.5% y una inflación del 0.3%, mientras que Belice se queda rezagado con solo un 1.5% de crecimiento y una inflación del 1.4%. Menos mal que nosotros vamos un poquito mejor. Pero bueno, la cosa se pone realmente fea cuando miramos a Haití, esa hermana caribeña que está pasando por momentos muy difíciles. El FMI dice que la economía haitiana se contrajo un 3.1% el año pasado y la inflación llegó al espeluznante 27.8%. Una verdadera torta lo que están viviendo allá.
El informe del FMI enfatiza que Latinoamérica y el Caribe, en general, tienen un crecimiento moderado pero estable. Sí, tranquilo, pero ¿estable durante cuánto tiempo? La volatilidad del mercado mundial no da garantías. Además, señalan que hay países que muestran resiliencia y otros que siguen teniendo problemas económicos graves. Uno piensa en Venezuela, Argentina... Y claro, la deuda internacional también es un dolor de cabeza constante.
Aquí en Costa Rica, hemos manejado la situación relativamente bien, pero la verdad es que no estamos exentos de problemas. La inflación, aunque baja, sigue afectando el bolsillo del tico común. El brete del transporte público, la seguridad… son temas que no se solucionan solos y afectan directamente el ambiente económico. Además, las reformas tributarias que se vienen pueden tener efectos inesperados, tanto buenos como malos. Tenemos que estar atentos a ver cómo salen las cosas.
Otro punto importante es el impacto del cambio climático en nuestra economía. Los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes e inundaciones, nos han pegado duretes en años recientes, destruyendo cultivos, dañando infraestructura y generando pérdidas económicas enormes. Invertir en adaptación y mitigación climática debería ser una prioridad nacional, no solo para proteger nuestro entorno, sino también para asegurar el futuro económico del país. Ya saben, prevenir es mejor que lamentar, ¡idiay!
Entonces, viendo todos estos datos y considerando el panorama general, me pregunto: ¿Estamos realmente preparados para mantener este ritmo de crecimiento en los próximos años, o nos espera algún despiche en el camino? ¿Ustedes creen que el gobierno está tomando las medidas correctas para fortalecer la economía costarricense y garantizar un futuro próspero para todos los ticos?
