JorgeF
ANÓNIMO
Claramente lo que ganó fue el miedo. El miedo a Fabricio y lo que representaría un Gobierno de Partidos Evangélicos.
La próxima vez que alguien mencione le Memorandum del Miedo, trátelo con la sorna y desprecio que se merece. Nada de eso se le acerca a la campaña que se desató esta vez.
Por otro lado, la misma gente que andaba detrás de Renovación Nacional buscando supuesto uso de la religión en la campaña por el mínimo desliz, no vieron ningún problema con que los últimos días de la segunda ronda se convirtieran en una batahola teológica entre católicos y evangélicos acerca de cuál era el status de santidad de la Madre de Jesús. Se abocará el TSE a investigar a los instigadores? No creo.
Ahora, eso no tiene nada de malo. El miedo es un gran aliciente para actuar: ante una situación así, el cuerpo humano emite adrenalina, que agudiza los sentidos y nos hace más ágiles. Es algo necesario para la supervivencia.
Sólo esto explica la principal sorpresa de la Segunda Ronda: un mayor número de votantes y por ende menor abstención que en la primera ronda, algo que no ha sucedido antes.
Sin duda viendo hacia atrás (y todos son genreales después de la batalla) yo creía que Fabricio tenía la ventaja de que la segunda ronda fuera al final de Semana Santa: porque la mayoría de la gente menos religiosa estaría lejos de su puesto de votación ese día. Pues, la gente volvió masivamente más temprano. Algo que no sé si se mencionó en las noticias pero era un augurio a favor de Carlos Alvarado. Pero al parecer eso lo sabían los comandos.
Lo único que queda es felicitar al ganador y desearle el mejor de los éxitos para que su Gobierno sea un éxito, por que así el país le irá bien.
La próxima vez que alguien mencione le Memorandum del Miedo, trátelo con la sorna y desprecio que se merece. Nada de eso se le acerca a la campaña que se desató esta vez.
Por otro lado, la misma gente que andaba detrás de Renovación Nacional buscando supuesto uso de la religión en la campaña por el mínimo desliz, no vieron ningún problema con que los últimos días de la segunda ronda se convirtieran en una batahola teológica entre católicos y evangélicos acerca de cuál era el status de santidad de la Madre de Jesús. Se abocará el TSE a investigar a los instigadores? No creo.
Ahora, eso no tiene nada de malo. El miedo es un gran aliciente para actuar: ante una situación así, el cuerpo humano emite adrenalina, que agudiza los sentidos y nos hace más ágiles. Es algo necesario para la supervivencia.
Sólo esto explica la principal sorpresa de la Segunda Ronda: un mayor número de votantes y por ende menor abstención que en la primera ronda, algo que no ha sucedido antes.
Sin duda viendo hacia atrás (y todos son genreales después de la batalla) yo creía que Fabricio tenía la ventaja de que la segunda ronda fuera al final de Semana Santa: porque la mayoría de la gente menos religiosa estaría lejos de su puesto de votación ese día. Pues, la gente volvió masivamente más temprano. Algo que no sé si se mencionó en las noticias pero era un augurio a favor de Carlos Alvarado. Pero al parecer eso lo sabían los comandos.
Lo único que queda es felicitar al ganador y desearle el mejor de los éxitos para que su Gobierno sea un éxito, por que así el país le irá bien.