¡Ay, Dios mío, qué torta! La General Cañas, nuestra autopista más importante, volvió a ser el escenario de un pandemonio digno de película. Esta vez, un grupo de motociclistas armó un escándalo descomunal, atacando brutalmente a un conductor que simplemente estaba ejerciendo su derecho a pasar. Las imágenes que circulan en WhatsApp son de infarto, ¡parece sacado de una novela!
Todo empezó, aparentemente, en la Circunvalación Norte, donde esos mismos “pilotos” estaban bloqueando carriles y haciendo unas piruetas que hacían temblar hasta el cemento. Dicen que redujeron la velocidad de golpe, obligando a los carros a frenar a milímetros. Imagínate el tráfico, ¡una fila kilométrica que llegaba hasta La Uruca! Ese brete para los que tenían prisa.
Pero lo peor vino después, cerca del Monumento al Agua. Según los testimonios, el pobre conductor trató de seguir adelante, y ahí fue cuando se desató la furia. Un grupo de motociclistas lo rodearon y empezaron a pegarle al carro. Golpes, empujones, ¡de todo! Algunos incluso dicen que hubo forcejeos físicos con el conductor, quién sabe si buscando sacar provecho de la situación o solo por jalarse una torta de poder.
En los videos, se ve al conductor tratando de escapar, avanzando lentamente entre la multitud. Pero unos metros más adelante, el susto y la adrenalina hicieron que perdiera el control y terminara volcado en la carretera. ¡Imagínate el choque! Una lástima porque el carro quedó hecho puré, una verdadera pérdida para el señor.
Y claro, esto no es la primera vez que pasa, ¡ni mucho menos! Vecinos y conductores habituales de la zona aseguran que estos grupazos aparecen seguido, especialmente en las noches, tomando possession de la vía como si fuera suya. Llaman al 9-1-1, pero parece que la policía llega tarde o simplemente no hace mucho. ¡Qué sal estar atrapado en medio de eso!
Lo que preocupa aún más es que muchos de estos motociclistas andan sin papeletas, o con documentos vencidos, o con las motos en condiciones deplorables. ¡Un peligro para ellos mismos y para todos nosotros! No tienen casco, no tienen luces, ¡y encima van a toda velocidad! Esto es un llamado urgente a las autoridades para que pongan orden en esta situación, antes de que alguien salga gravemente herido.
Este incidente trae nuevamente a colación el debate sobre la seguridad vial y el control policial en nuestras carreteras. Necesitamos más presencia policial, más revisiones técnicas vehiculares, y sanciones más duras para aquellos que abusan de las vías públicas. Ya basta de convertir nuestras carreteras en circuitos de carreras ilegales. ¡Es hora de ponerle cuidado a esta vara!
Ahora, díganme, ¿ustedes cómo ven esto? ¿Creen que las autoridades deberían tomar medidas más drásticas para controlar a estos grupos de motociclistas? ¿O creen que es responsabilidad de los propios motociclistas respetar las normas de tránsito y conducir de manera responsable?
Todo empezó, aparentemente, en la Circunvalación Norte, donde esos mismos “pilotos” estaban bloqueando carriles y haciendo unas piruetas que hacían temblar hasta el cemento. Dicen que redujeron la velocidad de golpe, obligando a los carros a frenar a milímetros. Imagínate el tráfico, ¡una fila kilométrica que llegaba hasta La Uruca! Ese brete para los que tenían prisa.
Pero lo peor vino después, cerca del Monumento al Agua. Según los testimonios, el pobre conductor trató de seguir adelante, y ahí fue cuando se desató la furia. Un grupo de motociclistas lo rodearon y empezaron a pegarle al carro. Golpes, empujones, ¡de todo! Algunos incluso dicen que hubo forcejeos físicos con el conductor, quién sabe si buscando sacar provecho de la situación o solo por jalarse una torta de poder.
En los videos, se ve al conductor tratando de escapar, avanzando lentamente entre la multitud. Pero unos metros más adelante, el susto y la adrenalina hicieron que perdiera el control y terminara volcado en la carretera. ¡Imagínate el choque! Una lástima porque el carro quedó hecho puré, una verdadera pérdida para el señor.
Y claro, esto no es la primera vez que pasa, ¡ni mucho menos! Vecinos y conductores habituales de la zona aseguran que estos grupazos aparecen seguido, especialmente en las noches, tomando possession de la vía como si fuera suya. Llaman al 9-1-1, pero parece que la policía llega tarde o simplemente no hace mucho. ¡Qué sal estar atrapado en medio de eso!
Lo que preocupa aún más es que muchos de estos motociclistas andan sin papeletas, o con documentos vencidos, o con las motos en condiciones deplorables. ¡Un peligro para ellos mismos y para todos nosotros! No tienen casco, no tienen luces, ¡y encima van a toda velocidad! Esto es un llamado urgente a las autoridades para que pongan orden en esta situación, antes de que alguien salga gravemente herido.
Este incidente trae nuevamente a colación el debate sobre la seguridad vial y el control policial en nuestras carreteras. Necesitamos más presencia policial, más revisiones técnicas vehiculares, y sanciones más duras para aquellos que abusan de las vías públicas. Ya basta de convertir nuestras carreteras en circuitos de carreras ilegales. ¡Es hora de ponerle cuidado a esta vara!
Ahora, díganme, ¿ustedes cómo ven esto? ¿Creen que las autoridades deberían tomar medidas más drásticas para controlar a estos grupos de motociclistas? ¿O creen que es responsabilidad de los propios motociclistas respetar las normas de tránsito y conducir de manera responsable?